EL DIRECTIVO DE EDUCACION SECUNDARIA

EL DIRECTIVO DE EDUCACION SECUNDARIA  (1995)

Profr. Julio César Valle Armendàriz^[1]*

Ser directivo de una escuela secundaria en la actualidad es una tarea mal pagada, compleja, poco apoyada e incomprendida. Esta es la tesis de la cual partiré para la presentación de las siguientes ideas.

El directivo escolar no recibe una retribución económica acorde a sus responsabilidades que le permita diferenciarse de manera significativa con respecto a su personal de tiempo completo; si a esto agregamos que si la escuela es de doble turno el trabajo se multiplica y la compensación económica que se recibe a cambio no es exigua, sino ridícula.

La labor directiva es compleja. Al directivo actual se le exige que sea administrador, psicopedagogo, capataz, contador, consejero, etc; y sin embargo nunca recibiò una capacitación adecuada para tal cargo. Sin importar el modo a través del cual el directivo haya llegado al cargo (compadrazgo, escalafón, etc.) nunca tomó cursos especiales que lo prepararan para todo lo arriba mencionado y no se toma en cuenta que el directivo aprende su labor sobre la marcha y siempre con la consigna de ¨echando a perder se aprende¨.

El apoyo que los directivos reciben de sus jefes inmediatos en ocasiones no existe y el directivo se convierte en campo de tiro de sus superiores que lo presionan; los comités delegacionales que quieren imponerle condiciones; los profesores que les exigen los mejores horarios y los mejores grupos entre otras cosas; los padres de familia que ya no tan sólo se conforman con opinar sobre aspectos materiales y normativos de la institución sino que quieren tomar decisiones en el terreno pedagógico; los alumnos que reclaman el derecho a su individualidad y los conserjes y secretarias de la institución que constantemente se quejan de sus bajas percepciones y exceso de trabajo.

Y, por ùltimo;  la labor del directivo es incomprendida porque:

• Si maneja dinero, lo acusan de malversación de fondos; si no lo hace, es un tonto.
• Si exige disciplina a los alumnos se le tacha de tirano; si no la exige se le tacha de débil.
• Si exige a su personal apegarse a normas y cumplir con sus funciones, se le acusa de prepotente.
• Si no exige a su personal, sino que pide su apoyo y los toma en cuenta a la hora de tomar decisiones, se le acusa de indeciso.
• Si sale mucho del plantel a gestionar recursos y buscar apoyos, se le critica que ¨nunca està aquí, nadie lo conoce¨.
• Si se mantiene en la escuela, se dice que ¨debería salir a ver que consigue¨.
• Si no toma en cuenta a los padres de familia, no marcha de acuerdo a los tiempos actuales y es un señor feudal.
• Si promueve la participación de los padres es que ¨tiene miedo al que dirán¨.
• Si no accede a los medios de comunicación modernos es un retrógrada y un anacrónico.
• Si impulsa el acceso a los medios de comunicación y video actuales es un tecnócrata de oficina.

Habría muchas cosas màs que decir de la labor del directivo pero no cabrían en un artículo periodístico.

Lo ùnico que cabe decir para terminar: si usted es director de secundaria y tiene oportunidad, cambie de empleo. Busque uno donde lo comprendan mejor y lo apoyen màs. Árbitro de futbol, por ejemplo.

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