EL IMPERIO DE LO EFIMERO.

EL IMPERIO DE LO EFIMERO.

Esta obra trata de adentrarnos en mundo de la moda de una manera reflexiva. Harto del estancamiento de las opiniones que sobre esta muestra toda la comunidad “culta”, que toman a la moda como una frivolidad sin sentido, un mal del siglo XX, un símbolo de clase. Lipovetsky trata profundizar sobre el tema desde un punto de vista histórico, en la primera parte, y sociológico, en la segunda.

La moda no surge, ni en todas las épocas ni en todas las sociedades, comienza en la edad media en occidente. Sus características más destacadas pueden observarse en la historia de la indumentaria, puesto que no es hasta el siglo XX cuando la moda se extiende de manera más común al resto de disciplinas.

La moda es un producto de la sociedad moderna occidental que surge hacia finales de la edad media en Europa. Mientras que las sociedades primitivas estaban fuera del fenómeno moda, pues renegaban de los cambios, a mediados del siglo XIV, esta aparece tras surgir un nuevo tipo de vestido diferenciado para cada sexo, corto y entallado para el hombre y largo y ajustado al cuerpo, marcando los atributos sexuales, para la mujer. Es a partir de ese momento cuando comienzan a sucederse los cambios aunque en un principio estos solo afectan a los accesorios y complementos.

Los fenómenos estéticos que se han sucedido a lo largo de los tiempos, con extravagantes peinados o adornos de lo más peregrinos, no tienen nada que ver con la moda, pues son cambios sin importancia que no afectan en la estructura básica de su indumentaria, por el contrario la moda no añade complementos sino que supone un cambio sustancial. Desde el siglo XIV al XVIII se impulsa para los dos sexos el lujo y las adulteraciones teatrales, inseparables del exceso. Es por eso que la moda no para de chocar con las normas estéticas, morales y religiosas. La moda a contribuido a crear un espíritu de individualidad en las relaciones de las personas, pero también una auto-observación, ligada al placer de ser mirado y atraer a los demás.

La moda es un extraño sistema de regulación y presión social, sus cambios expresan un apremiante deber de adopción y asimilación. Durante siglos el vestido estuvo ligado a la condición social. Las leyes suntuarias prohibían la adopción, por parte de los plebeyos, de las ropas de los nobles. Pero a partir del siglo XIII las nuevas clases burguesas de comerciantes y banqueros, comienzan a rivalizar en elegancia con la nobleza. Pero no se copia exactamente la moda de la nobleza, sino que se adapta para hacerla más juiciosa. En esta época la moda era un símbolo nacional y es este individualismo nacional el que da paso a un individualismo estético, la moda da unas reglas generales pero deja sitio para la manifestación personal.

Las condiciones que dieron paso al surgimiento de la moda no son solo sociales, de lucha de clases, sino ligadas a condiciones propias de la Europa del año mil. Factores económicos, como son un crecimiento continuo, una revolución agrícola y técnica, el desarrollo del comercio, el reconocimiento monetario y la expansión de las ciudades. La desaparición del pode monárquico y el progreso del feudalismo, proporcionaran una elevación del nivel de vida aristocrático. La amplitud de intercambios internacionales, el renacimiento urbano y el nuevo dinamismo artesano. Pero también es importante el aumento del poder de la burguesía y su búsqueda de reconocimiento social. Aunque no es solo esto pues se abría traducido en un aumento de la suntuosidad en el vestir, sino que también parte de un proceso de afirmación personal con los demás que se difunde en el transcurso de la segunda mitad de la edad media. A partir del siglo XIII el mundo se convierte en objeto de delectación, se sublima lo bello y se procura la seducción entre los sexos, es un campo abierto para la moda.

Desde la segunda mitad del siglo XIX entra en juego la moda en el sentido moderno del termino, que durara hasta los años 60, por lo que se la conoce como moda centenaria. La moda se articula en dos vertientes, la Alta Costura y la confección industrial, siendo esta última una copia barata de la primera. La Alta Costura se organiza de manera que el modisto se impone como creador, cuya misión es crear modelos inéditos. Pasa de ser un artesano a ser un artista.

La moda impone un nuevo léxico y adquiere una dignificación social. Hay un trastoque de los valores tanto feudales como religiosos, la moda y las personas relacionadas con esta y “las gentes del pensamiento”, filósofos, escritores y poetas adquieren un inmenso prestigio y son admirados como reyes.

Es también la época que destierra las fantasías, del traje masculino. La moda pasa a convertirse en un poder que ejerce autoridad propia en nombre de la elegancia. Con la aparición de los desfiles con modelos de carne y hueso ve la luz la seducción. Se crean rasgos de personalidad y carácter ligados al estilo de vestuario. Surge la tendencia de la moda, centralizada en París. La Alta Costura es un símbolo de clase, pero también refleja el culto moderno de la individualidad.

La moda, actualmente, ya no es un sistema encarnado por la moda centenaria. Las casas de Alta Costura han ido transformándose y dando paso al prêt-à-porter

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