ClubEnsayos.com - Ensayos de Calidad, Tareas y Monografias
Buscar

Ejemplo bitacora


Enviado por   •  15 de Junio de 2016  •  Tutoriales  •  768 Palabras (4 Páginas)  •  306 Visitas

Página 1 de 4

---- Querid@s: a continuación pego una bitácora que hice y envié como modelo a los estudiantes de desarrollo personal 1, espero les sirva como guía o modelo (más que como “pauta”, o “dirección”) ----

“Queridas y queridos estudiantes.

He escrito hoy una bitácora yo:

Hoy, al salir de clase, me contacto con el flujo de mis experiencias, sin juzgarlas, y comienzo a observarme mientras manejo el auto.

Simple-mente respiro y siento un desagrado entre mi pecho y mi garganta. Emergen pensamientos y los reconozco, los dejo manifestarse, los observo, y sigo respirando, con confianza en que puedo acompañar mi proceso sin interrumpirlo. Algo se está abriendo y en eso estoy.

Me tomo ese tiempo mientras manejo, dejando a mi cuerpo conducir el auto. La sensación se intensifica en mi pecho, y sigo respirando y sintiéndola… es como una angustia en mi pecho y un placer en mi cuello…

Cuando me bajo del auto, entro a la casa donde me estoy quedando hasta hoy, pues en la noche me mudo a mi departamento. En la casa viven los padres de un amigo, con sus hábitos y costumbres. Quedarme acá es en cierto sentido incómodo para mí.

Me siento vulnerable, y me dan ganas de llamar a mi profesor de desarrollo personal, el Pato Varas (estoy dejando algunos de sus libros en fotocopias del edificio de psicología en segundo piso). Me doy cuenta de que lo valoro y que lo quiero. Anhelo que me oriente. Siento afecto y melancolía.

Caminando por el patio, Imagino a los padres de mi amigo, se me aparece mi padre y me dan ganas de llorar.

Pienso en mi padre, en mi relación con él, en nuestro pacto… en nuestra manera de vincularnos tácitamente acordada por ambos, y en la falta de algunas direcciones por las que lo culpo.

Me doy cuenta de que la presencia de mi profesor es en mi vida un recurso disponible, pero no lo llamo. No quiero utilizar esta relación desde la carencia o la desesperación. Me muevo por el patio, con mi teléfono en la mano, observándome, me sosiego, me siento en el patio, espero, cierro los ojos y se desarrolla una conversación interna con mi padre.

Luego, comienzo a integrar… tengo recursos afuera, tengo conocimientos y tengo mi capacidad de contactarme conmigo. Estoy en condiciones de autodirigirme. Recuerdo la imagen de la carta “el maestro” del tarot Osho Zen.

Puedo ser el maestro y el padre de mismo.

 “Padre, perdóname por favor por avergonzarme de ti cuando niño, perdóname por querer que me des cariño pero callarme y nunca pedirlo, y luego juzgarte y culparte porque no me lo das, porque no eres afectuoso, porque no me orientas, porque no me solucionas la vida. Padre, perdóname. Yo te perdono, de verdad. Sé que hiciste lo mejor que pudiste. Sé que me quieres. Y te quiero. Ahora me toca a mí hacer mi vida. Te libero, te acepto como eres.

...

Descargar como (para miembros actualizados)  txt (4.3 Kb)   pdf (54.1 Kb)   docx (9.5 Kb)  
Leer 3 páginas más »
Disponible sólo en Clubensayos.com