El Agustino
Enviado por 15142727 • 26 de Agosto de 2014 • 474 Palabras (2 Páginas) • 179 Visitas
En esta oportunidad voy a hablarles sobre un distrito maravilloso como es el distrito de El Agustino.
El agustino es un distrito muy distinguido, poblado por emigrantes del interior de país. El nombre del fundo hacienda “El Agustino” dio origen al nombre del nuevo distrito. Este fundo pertenecía al abogado José Enrique de la Riva Agüero.
Para mí es un distrito muy calmado, donde todos podrían vivir muy felices porque es un lugar maravilloso.
Es uno de los 43 distritos que integran la Capital del Perú, se encuentra localizado en el área central de Lima Metropolitana. Limita al norte con los distritos de San Juan de Lurigancho y Lurigancho, al este con el distrito de Ate y el distrito de Santa Anita, al sur con el distrito de San Luis y al oeste con el Distrito de Lima. El actual alcalde es Víctor Salcedo Ríos.
A mi parecer El Agustino es un distrito que en el transcurso de los años ha mejorado notoriamente. Tanto en la infraestructura como en otros aspectos.
Aunque se nos ha de hacer difícil creer que el distrito de El Agustino cuenta también con recursos naturales.
El Agustino tiene mucha pluriculturalidad que quizás otros distritos no la tengan. Yo personalmente me siento orgullosa de ser del agustino porque sé que ha mejorado mucho en estos años.
Tiene un parque muy grande como es el parque El Agustino, ahí todos pueden jugar y pasarla bien con sus amigos y familia.
Yo se los digo porque yo voy ahí con mi familia y con mis mejores amigas, todos podemos ser parte de este maravilloso distrito.
El distrito de El agustino está relacionada con la historia o leyenda de ”Catalina Huanca”, nombre bajo el cual se confunden varias mujeres cuyo origen está en el valle del Mantaro. Catalina Huanca fue hija de Sinchi Canga Alaya, el ”Machu” o “Viejo” Alaya, poderoso curaca de la parcialidad Hanan de la etnia Huanca al tiempo de la conquista.
Según la leyenda narrada por Ricardo Palma, “Catalina Huanca”, fue una mujer muy rica, cada cierto tiempo venía a Lima desde la sierra central en una litera cuyas andas estaban cubiertas de plata. Venía acompañada de 300 servidores y 50 mulas cargadas de oro y plata, tesoro que dedicaba a hacer obras de caridad en favor de distintas instituciones benéficas, entre ellas el convento de San francisco y el hospital de indios de Santa Ana. Los tesoros de Catalina Huanca están enterrados en los cerros de San Bartolomé, el Agustino y Zárate.
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