El Alma De La Toga
Eduardofranco1 de Mayo de 2014
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El alma de la toga es un libro escrito por Ángel Osorio y Gallardo, donde narra detalladamente y a manera de ensayo, si no es que a manera de un manual, la formación que debe mantener el
ABOGADO
durante su práctica como tal, así como de las enseñanzas y muestras que deberá mantener para quien de el aprenda como es el caso de los pasantes, o quien de el consulte, como es en el caso de los clientes. Hace constante referencia en cuanto a diferenciación refiere entre el termino arriba empleado,
ABOGADO
y
LICENCIADO EN DERECHO
Que si bien en nuestra actualidad se emplean cual sinónimos, están los mismos distante de serlos ya que el segundo es un estudioso de las leyes con una cédula que le permite el ejercicio del oficio, mientras que el primero es un complementado de este al ser el primero más un ministerio de justicia encargado de velar por la justicia que no es sino la búsqueda final del derecho.
Quién es abogado
Abogado no será aquel que de memoria redacte el
Pandectas
, o
la
institutas
si no aquel que se apasione por su arte, el que busca no llevara su cliente a lo que este le pida, si no a la emanación pura de la justicia,el que de ella ejerza permanentemente.
La fuerza interior
Menciona indubitablemente como es precisa esa fuerza interior quedistingue a la abogacía de otras profesiones, ya que en el campo deguerra el abogado se haya en una especie de confinamiento en solitariopublico, cuando si bien no se haya privado de la libertad, se encuentrasolo a la condición de la confianza, esto mencionado como que lo únicomeramente formal con lo que contamos los abogados, es eso, nosotrosmismos como abogados. Debemos aprender a confiar en nosotros
mismos, en vivir nuestra vida sin tener como condicionales las opinionesde los demás colegas,
que si bien son validas
, muchas veces y por lapráctica moralista de cada caso en cuestión, podría no ser la máscorrecta o la indicada.
La sensación de la justicia
Al ser nosotros un ministerio para la ley, debemos notarinexorablemente dicha puntualización “
ministerio para la ley
” esto queseñalo es sin lugar a dudas vértice de la piedra angular en la abogacía,como resulta que aquellos que peleasen en nombre de los gobiernosliberales, que abogaron contra la pena de muerte, sean hoy los queahorcan y fusilan a mansalva. ¿
Donde esta lo justo
? No podemos juzgarmeramente con base en lo que puntualice la ley, sin lugar a dudas, hayque vivirla, hay que interpretarla.
La moral del abogado
Uno de los conflictos más grandes a los que se enfrentan muchas veceslos colegas, que es sin lugar a dudas lo primordial,
mantener la moral
o
desistir de la misma
. Si bien somos parte fundamental de nuestroingenio, este no deberá prevalecer por encima de nuestra moral,basarnos en la rectitud de nuestra conciencia.Debemos servir al
fin bueno
, aunque sea con los
medios malos
y noviceversa.
El secreto profesional
En el principio de la historia la función del abogado fue de patronato, deprotección, de confidencia. No es una simple y llana carrera, es unministerio, por lo tanto debemos fidelidad a lo que nuestro cliente nosconfiese, entrando al conflicto con el tema que antecede a este, ¿Esposible servir al
secreto profesional
y a la
moral del abogado
conjuntamente? Es quizá una de las dudas más tratables en esta carrerade vida al encontrar conflictos de
propia conveniencia
, de
interés particular ajenos
y de
grave interés social
.
La chicana
El ultimo recurso del que debe de valerse un abogado sin duda alguna, no son más que tramites innecesarios que se emplean para la obtención de un tiempo superior al dado por la ley para la obtención de beneficioso para la presentación de pruebas. ¿Medios dilatorios del procedimiento para ganar tiempo o para probar una verdad incomprobable de no existir dichas dilatorias? Se debe actuar conforme a los tiempos que establecela ley, no buscar beneficios en otros, aunque si bien debería ser así a finde buscar, prevalezca la ley.
La sensibilidad
El abogado es artista, vive de las emociones de los clientes a fin de hacerlas del conocimiento del juez mediante su plasme en los escritos o su recitación en las palabras, no podemos ser
Fríos de alma
y mostrarnosinsensibles a los sentimientos de nuestros clientes y/o de nuestracontraparte, sin embargo, a su vez, no podemos ser
emocionales
enestos, y debemos a bien olvidar nuestro triunfo, tan pronto salimos de lasala y de nuestro cliente nos despedimos.
El desdoblamiento psíquico
Principio fundamental del abogado, actuamos por el cliente, pero nopara el cliente, actuamos en pro del prevale cimiento de justicia aunadoa la petición del 1ro. Pero debe de existir una separación entre uno yotro en virtud de la separación de cuerpos, actuares y pensares entreunos y otros.
INTRODUCCIÓN
Ángel Ossorio al hacer éste libro nos quiso hablar un poco de lo que esta pasando con todos los abogados, de la inconciencia que existe, del amor que le han perdido a la abogacía, un tanto para que hagamos conciencia y corrijamos todos esos errores que manchan la reputación del abogado y de la carrera de Derecho.
Que nos dediquemos a ser realmente abogados y no caigamos en lo que algunos abogados han caído, en la corrupción en la falta de ética profesional y más.
QUIEN ES ABOGADO
Ossorio considera que la abogacía no es una consagración académica, sino una concreción profesional. Y dice que nuestro titulo universitario no es de "abogado", sino de "licenciado en derecho". Y que para poder ejercer la profesión de "abogado". Debe dedicar su vida a dar consejos jurídicos y pedir justicia en los tribunales. Y quien no haga esto será todo lo licenciado que quiera pero abogado no.
En su conclusión, el abogado es, el que ejerce permanentemente la Abogacía. Los demás serán solamente licenciados en derecho, pero nada más.
LA FUERZA INTERIOR
Su afirmación es que: en el hombre cualquiera que sea su oficio, debe creer principalmente en sí. La fuerza que en sí mismo no halle no la encontrará en ninguna otra parte.
Da una recomendación para las agresiones y criticas de la gente: fiar en sí. Vivir la propia vida. Seguir los dictados que uno mismo se imponga y desatender lo demás.
En nuestro Ser, hallase la fuerza de las convenciones, la definición de la justicia, el aliento para sostenerla, el noble estimulo para anteponerla al interés propio.
Además menciona que el abogado tiene que comprobar a cada minuto si se encuentra asistido de aquella fuerza interior que ha de hacerle superior al medio ambiente; y en cuanto le asalten dudas en éste punto debe cambiar de oficio.
LA SENSACION DE LA JUSTICIA
Ser abogado no es saber el Derecho, sino conocer la vida. El derecho positivo está en los libros, pero lo que la vida reclama no está escrito en ninguna parte. Quien tenga previsión, serenidad, amplitud de miras y de sentimientos para advertirlo, será Abogado; quien no tenga más inspiración ni más guía que las leyes, será un desventurado mandadero.
La justicia no es fruto del estudio, sino de una sensación.
Ángel cita al ilustre novelista Henry Bordeaux. Henry refiere que cuando visito al escritor Daudet y le manifestó que era estudiante de Derecho, éste le dijo: "las leyes, los códigos no deben ofrecer ningún interés. Se aprende a leer con imágenes y se aprende la vida con hechos. Procure ver y observar. Estudie la importancia de los intereses en la vida humana.
En resumen lo que quiere decir con las palabras "la sensación de la justicia" es que procuremos no actuar tan apegados a las leyes, que usemos lo que nosotros tenemos conceptualizado como bueno, equitativo, prudente, cordial y sobre todo justo.
LA MORAL DEL ABOGADO
En la moral del abogado de lo que Ossorio nos habla es del criterio que debe tener un abogado. Y comienza: La abogacía no se cimienta en la lucidez del ingenio, sino en la rectitud de la conciencia. Malo será que erremos y defendamos como moral lo que no es; pero si nos hemos equivocado de buena fe, podemos estar tranquilos. Cita las palabras del novelista Collete Iver. "Nuestro oficio ¿es hacer triunfar a la justicia o a nuestro cliente? ¿Iluminamos al Tribunal o procuramos cegarle?
Cuando un abogado acepta una defensa, es porque estima - aunque sea equivocadamente- que la pretensión de su tutelado es justa, y en tal caso al triunfar el cliente triunfa la justicia, y nuestra obra no va encaminada a cegar sino a iluminar.
También da unos consejos a los abogados. Hay que ser refractario al alboroto. Soportar la amargura de una censura caprichosa e injusta, es carga añeja a los honores profesionales. Debajo de la toga hay que llevar la coraza.
Abogado que sucumba al que dirán debe tener su hoja de servicios manchada con la nota de cobardía. No digo que el juicio público no sea digno de atención. Lo que quiero decir es que después de adoptada una resolución, vacilar ni retroceder por miedo a la critica, que es un monstruo de cien cabezas irresponsables y faltas de sindéresis.
Cuando
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