El Arroz.

En este apartado, el Plan Nacional reconoce al Estado la obligación de conservar el patrimonio cultural, crear una serie de discriminaciones positivas, e institucionalizar un sistema de educación hegemónico en valores interculturales. Para esto, condena que el quehacer cultural simplemente sea visto ¨cómo administración mercantil de bienes y servicios culturales¨. Considera que las agendas culturales son hoy en día excluyentes y que en su afán de distribuir íconos de cultura han perdido la ¨singularidad específica¨ de cada pueblo manifestada en su propio contexto.

Los ejes de acción que propone el gobierno se centran en la lengua y en la promoción de bienes culturales.

En primera instancia, el Plan propone promover la conservación de las lenguas indígenas como parte de la identificación nacional¨. Para ello propone un aumento en el porcentaje de la población indígena que hace uso expreso de la lengua nativa. A su vez, busca revertir la tendencia de la población indígena que no habla su lengua nativa, pretendiendo alcanzar los niveles del 2003. Actualmente, el 58.2% de la población indígena habla la lengua nativa. Se estima que para el 2010, en ausencia de la acción efectiva del Plan Nacional, la tendencia aumentará pero sólo al 62.3%. La propuesta gubernamental es lograr que cada comunidad indígena interiorice su lengua hasta alcanzar la obligatoriedad. La ambición del Plan pretende que toda persona por el hecho de estar vinculada a una comunidad indígena esta obligada al conocimiento de su identificación cultural.

Es claro que la transmisión de la lengua tiene una tendencia positiva, aunque no se puede negar que ésta pueda marcar una resistencia en el mediano plazo. Miembros de las comunidades indígenas han dejado de hablar su lengua por cuestiones de trato social o por convenciones comerciales. Sin embargo, estimamos que el gasto en promover su obligatoriedad no motiva a una mejora en las condiciones de vida de la colectividad y excluye a los padres de la decisión final de abordar las cuestiones inmediatas a la transmisión de conocimiento. A esto se suma, que la tasa de inclusión de nuevos parlantes de lengua nativa es alta, por lo que espontáneamente marca una apreciación de este medio de comunicación.

En el mismo sentido, el Plan sugiere un apoyo ambicioso a los bienes culturales. Estima que la oferta de estos bienes está en una desventaja frente a la de los bienes producidos en el resto del mundo, por lo cual, para mejorar las temáticas nacionales propone un crecimiento promedio del 200% en cada uno de los bienes producidos localmente. Esto significa que el gobierno desembolse una cantidad de recursos proporcional a la expansión de la cantidad de unidades producidas. En el caso de ejemplares de música nacional propone que la oferta pase de 43,000 ejemplares para llegar a 129,000 en el 2010.

El Plan también propone además de un aumento de la producción de películas ecuatorianas en un 200%, mejorar su distribución en el mercado interno. Esto incluye los distintos tipos de producción que existen, destacándose la producción de cortometrajes. Según el estimado de las cifras nacionales, la producción debería pasar de 35 cortos por año a 105. Por el lado de la producción de filmes, la meta es triplicar la cantidad de películas de ficción producidas localmente.

En el caso de los libros supone que el crecimiento de los ejemplares de literatura nacional debe pasar de 368 a 1104 unidades para el año 2010.

Uno de los problemas con estos programas ha sido que la demanda sigue reacia a mejorarse. En este sentido, los cortos siguen teniendo un mercado muy restringido. Mientras tanto, las películas de producción interna han tenido un despegue aceptable debido a la promoción que han tenido en festivales internacionales y en carteleras locales. En el caso de la oferta de libros publicados en el país, vale

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