El Delito De Ser Mujer

EL DELITO DE SER MUJER

EL DELITO DE SER MUJER

Desafortunadamente aun en la actualidad la mujer homicida se hace acreedora a una pena mayor de la que por el mismo delito se le asigna a un varón, hecho que evidencia una de las desigualdades ante la ley que se aplican al género femenino.

El homicidio pone de manifiesto la diferente manera en que hombres y mujeres son introducidos a la vida social, lo cual nos permite apreciar que tan diferente es un hombre de una mujer, por lo tanto el homicidio es por excelencia, un delito de género.

LA MAGNITUD DEL FENÓMENO

Es importante destacar que en nuestro país existe un riesgo, en promedio, casi diez veces mas alto de morir en forma violenta que en cualquier país de Europa y dos veces mayor que en Estados Unidos. La tasa de homicidios es igual, a la que existía en la mayor parte de los países de Europa hace más de tres siglos.

De cualquier forma, lo que es importante destacar es que una quinta parte de la población penitenciaria total se encuentra interna en relación con un delito contra la vida, además de que constituye el segundo tipo de delitos por su importancia numérica, precedido sólo por los delitos patrimoniales que son la causa por la que se encuentra interna el 40% de la población penitenciaria del país.

EL DELITO DE HOMICIDIO EN EL HOMBRE

El hecho ocurremientras consumen bebidas alcohólicas en la vía pública o en espacios abiertos, la riña puede o no haber tenido como antecedente alguna rivalidad, el arma es casi cualquier objeto (piedras, botellas, tubos, pistolas, etc) y los “motivos” pueden ir desde un insulto, negarse para cooperar para la bebida, alguna deuda entre otros.

Los tipos de homicidios que forman parte de nuestro universo de observación se pueden clasificar en:

El homicidio que se comete en riña (49% de los casos estudiados)

El homicidio que se produce como consecuencia o para poder perpetrar un asalto (28%)

El homicidio cometido contra los familiares (8%)

El homicidio cometido por abuso de alguna autoridad (4%)

Otros, dan cuenta del 11% en los cuales se incluyen aquellos en los que el expediente aparecen consignados como “sin motivo”, o en los que son producto de un accidente de tráfico, o los que ocurrieron después de una violación, los sucedidos al repeler un asalto, aquellos que son por “contrato”, esto es, a cambio de un pago.

Ojeda (1974) considera que el homicidio y la violencia no son “tanto un problema de salud mental cuanto lo son de educación, de fuente de trabajo, de participación en tareas comunes, de integración económica y cultural a formas sensatas de vida”

Por nuestra parte, encontramos que el 13% de lossentenciados por homicidio habían sido policías o militares; 24% habían ingerido bebidas alcohólicas y 17% contaban con antecedentes penales.

En el Distrito Federal, las mujeres que han cometido un delito de homicidio tienen una sentencia que es mayor en una cuarta parte a la de los hombres.

La sociedad exige, en este terreno, más a la mujer; está menos dispuesta a condonar sus faltas y considera que, por el mismo delito, merece un castigo más severo que el hombre.

Resulta mucho más frecuente que el hombre homicida obtenga alguna reducción en la pena cuando decide apelar, así como que se le concedan beneficios al cumplir con el 40% de la pena, en comparación con el número de casos en que ello ocurre la mujer.

Se proponen las siguientes hipótesis que otros estudios podrían corroborar, corregir o desechar:

El hombre y la mujer reciben sentencias distintas ya que son medidas con diferente rasero.

El hombre obtiene reducciones de sentencia porque está dispuesto a hacer mayor uso de corrupción.

La mujer obtiene sentencias mas altas porque pone en cuestión el lugar capital que la

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