El Derecho

LECCIÓN PRIMERA. EL DERECHO

A lo largo del Tema 1, se delimitará, en primer lugar, el concepto de Derecho y sus funciones, así como las distintas ramas en que se divide. En segundo lugar, se precisarán los distintos cauces previstos por el Ordenamiento jurídico para crear normas jurídicas.

1. Concepto y funciones.

Al tratar de explicar el concepto de Derecho, se suele recurrir a la figura de Robinson Crusoe en su isla y contraponerla a la del hombre en sociedad. El primero no pudo establecer ninguna relación jurídica mientras estaba solo. El objeto del Derecho es la regulación de las “relaciones sociales”, aquellas que establecen una pluralidad de seres humanos que, al vivir en sociedad, deben resolver sus conflictos sabiendo cada uno qué es lo suyo y precisan todos de una autoridad que vele por las incumbencias comunes. En efecto, la convivencia de los seres humanos sólo es posible si se marcan unos límites entre la esfera de cada ser humano y la de los demás. En otras palabras, que cada uno sepa lo que debe omitir, evitar y respetar, así como su contribución a las obligaciones colectivas. Hace falta, en definitiva, un sistema de reglas de conducta que haga viable la convivencia.

Cuando estas reglas se establecen y su cumplimiento se impone por quien tiene potestad para ello en la unidad política, son reglas jurídicas que configuran, en su conjunto, el Derecho de tal unidad.

Concepto

En una primera aproximación el Derecho de la unidad política se nos muestra, pues, como el:

“Conjunto de normas jurídicas que ordenan las conductas de los sujetos, en sus relaciones con los demás, enunciadas por los órganos competentes e impuestas coactivamente a los ciudadanos.

En este apartado, analizaremos el concepto de Derecho a partir de sus elementos definitorios.

1.1.1. “Conjunto de normas de conducta externa del sujeto, en sus relaciones con los demás”

Lo importante en la definición es la interrelación de unos sujetos con otros, puesto que el Derecho sin Sociedad no tendría razón de ser, como ya se ha puesto de manifiesto más arriba.

Actualmente, en la vida cotidiana, realizamos a menudo actos que nos ponen en contacto con el Derecho: adquirir un periódico, subir a un autobús, sacar unas entradas para un espectáculo. Podemos exigir que nos dejen acceder al autobús, o en la sala de proyecciones de un cine; adquirimos la propiedad de un periódico, perdemos la del dinero que hemos pagado.

A veces, el alcance jurídico de un acto es más claro y manifiesto: nos ponen una multa por no habernos detenido ante un semáforo en rojo.

Elemento común que da a todos estos hechos un significado jurídico: podemos exigir de otros una conducta determinada u otros nos la pueden exigir a nosotros. Pero para que ello sea posible, es preciso que exista un conjunto de normas establecidas en virtud de las cuales, dados esos hechos, surja la posibilidad de reclamar o quedar sujetos a una reclamación: si yo puedo exigir que me entreguen el periódico a cambio de su precio es porque hay una norma que así lo dispone, como preceptúa también que el vendedor pueda pedirme el precio siempre que él y yo hayamos convenido realizar ese cambio. Esto es diferente de la situación en que pedimos prestados 10 € a un amigo, ya que no le podemos exigir que nos los dé, no existe una norma análoga a las anteriores que fije un deber semejante.

La existencia de una norma es lo que da soporte jurídico a los hechos antes citados y a todos aquellos que nos ponen en contacto con el Derecho.

Pero no basta con decir que el Derecho se caracteriza por estar compuesto de normas de conducta, sino que es preciso distinguir esas reglas (normas jurídicas) de otras muy variadas que con distinta intensidad rigen nuestra manera de obrar:

-de las normas sociales

Los usos sociales son las prácticas generalmente admitidas en una comunidad o en algunos de sus sectores, cuya infracción acarrea una sanción igualmente social. Ej.: Si Rogelio se presenta en el entierro del boticario de su pueblo vestido de Superman, no infringe ninguna norma jurídica, pero seguramente será echado de la ceremonia como infractor de una norma social.

-de las normas morales

La norma moral supone la conciencia de un deber, de una conducta que hemos de observar. Su infracción lleva aparejado el reproche moral, el juicio de que esa conducta es “mala”. Sólo valen en el terreno de la ética.

 en muchos casos coincide con la norma jurídica. Ej. No matar o no robar.

 en muchos otros, difiere, ya que los móviles de la conducta son indiferentes para el Derecho y no lo son para una calificación moral de la conducta. Ej.: por mucho que codiciemos los bienes ajenos, si no robamos por miedo a ser descubiertos, cumplimos con la Ley.

 Disparidad de criterios morales entre los miembros de una misma comunidad:

• a veces unánimes, el derecho se limita a reflejar lo que es una convicción general de los ciudadanos (esclavitud, parricidio, incesto...)

• a veces divergentes, el Derecho fija entonces autoritariamente normas válidas para todos, dirimiendo las disparidades. Ej.: eutanasia, aborto.

En definitiva, a primera vista, la distinción entre normas sociales y morales y normas jurídicas no parece difícil: estas últimas se nos aparecen obligatorias porque puede exigirse su aplicación coactiva a través de órganos establecidos para ello y que tienen los medios para hacerlas cumplir. Las demás normas carecen de dicho respaldo: nuestro amigo está obligado moralmente a prestarnos dinero si estamos en apuros, pero no podemos acudir a ningún tribunal que le fuerce a ello; pero si nos presta el dinero y no lo devolvemos en el plazo que prometimos, él podrá reclamar ante un tribunal la suma que nos dio y ese tribunal nos condenará a pagarla, porque hay una norma jurídica que exige devolver lo prestado en el plazo convenido.

Por lo tanto, dichas normas de conducta externa del sujeto en sus relaciones con los demás han de ser:

1.1.2. “enunciadas por los órganos competentes e impuestas coactivamente

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