El Docente Extraordinario

EL DOCENTE EXTRAORDINARIO

Decía un director de teatro muy reconocido en México: la única diferencia entre una persona ordinaria y un ser extraordinario es el prefijo “extra” y es justamente ese “extra” que se da lo que hace la diferencia y convierte en único al docente que se introduce en el campo de la innovación.

Cumplir con el papel social que le ha sido asignado al docente no es cosa sencilla, implica transferir conocimiento de manera eficaz en un contexto determinado, coadyuvando al desarrollo de competencias y este proceso puede estar dominado por el ambiente más adverso que podamos imaginar (Castañeda, 2011).

Nos parece como profesores que el preguntar se debe dar como un proceso espontáneo, lo cual tiene una gran carga de razón, porque desde que el niño aprende hablar, inicia la incorporación del mundo a través de preguntas; basta observar cómo utiliza en un primer momento los qués para identificar los objetos y sucesos que le rodean, y después pasa al por qué donde intenta comprender la dinámica de los fenómenos que está viviendo. Es en este momento en el que entra en la escuela y cesan las preguntas para aprender las respuestas. Y esa habilidad que se iba formando para cuestionar al mundo y aprenderlo se suspende y queda varada para seguir las indicaciones de su profesor. Por esto, a través de la búsqueda de la formación de las habilidades y de los procesos de pensamiento podemos descubrir que la gran mayoría de programas de intervención cognitiva, los más estructurados y con mayor carga de investigación y sustentación, utilizan las preguntas como herramienta fundamental para dirigir el pensamiento. Se proponen cuatro niveles:

LITERALES EXPLORATORIAS DE PROCESO METACOGNITIVAS

¿Quiénes fueron…? ¿Qué similitudes guarda…? ¿Qué factores no son…? ¿Por qué…?

¿Qué factores debemos considerar para hacer eficiente el aprendizaje de la habilidad de preguntar en la interacción con el otro?

Creer que lo que el otro comunica es importante.

Reconocer que siempre existirá un espacio para seguir aprendiendo a cualquiera que sea el tema.

Reflejar las interpretaciones.

Elaborar inferencias a partir de la información dada.

Clarificar con ejemplos.

Saber detectar objeciones.

Buscar la distinción entre lo que se conoce de lo que apenas se cree.

Busca empatía con el punto de vista de otros.

Estar pendiente de vaguedades y problemas de pensamiento.

Mantener un sano sentido del escepticismo.

Estar dispuesto a ser cuestionado y cuestionar.

Esquema de los circunstanciales

Preguntas literales divergentes

¿Qué…?

¿Qué significa…?

¿Qué sentido tiene…?

¿Qué

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