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El Estado Amazonas

mily3413 de Septiembre de 2012

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EL ESTADO AMAZONAS DE VENEZUELA.

BASES ESTRATEGICAS PARA EL DESARROLLO SUSTENTABLE DEL ESTADO AMAZONAS DE VENEZUELA

WILFREDO FRANCO

Wilfredo Franco. Ingeniero Forestal graduado en la Universidad de Los Andes (Venezuela) en 1971, recibió el doctorado en Ciencias Forestales en la Universidad de Goettingen (Alemania) en 1979. Es profesor titular de la Facultad de Ciencias Forestales y Ambientales de la Universidad de Los Andes y realiza investigaciones en suelos de bosques naturales y plantaciones forestales, enfatizando en las inter-relaciones suelo-agua-vegetación. Desde 1991 hasta 1995 se ha desempeñado como experto del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo con el cargo de Director (fundador) del Centro Amazónico de Investigaciones Ambientales Alejandro de Humboldt en el Estado Amazonas. Dirección: Facultad de Ciencias Forestales y Ambientales, Universidad de Los Andes, Mérida 5101, Venezuela. E-mail: wfranco@forest.ula.ve, Fax:(-58) 74.401503.

RESUMEN DEL ESTADO AMAZONAS

El Estado Amazonas está ubicado justo al norte del Ecuador, siendo determinado su clima por la zona de convergencia intertropical. La precipitación varía desde 3.600 mm en el sur hasta 2.000 en el norte y la temperatura media en las tierras bajas es de 26 a 28 grados centígrados. La región descansa sobre el basamento geológico del escudo de las Guayanas (granitos y gneises del precámbrico) con formaciones tepuyanas (areniscas) de hasta 2.500 m de altura. Más del 60% corresponde a tierras bajas de drenaje limitado. Diferentes tipos de bosques cubren el 90% de la superficie y el resto comprende sabanas y vegetación alto-tepuyana. Existe una alta diversidad biológica y un gran número de especies vegetales y animales endémicas. Hasta ahora se han descrito unas 5.000 especies de plantas (25% de la flora venezolana), de las cuales el 15% es endémico (CODESUR, 1979; IDB/UNDP/TCA, 1993; Huber y Alarcón, 1985). El sistema de producción indígena (conuco o shifting cultivation) se realiza mayormente en suelos Ultisoles libres de inundación y de la coraza

Todo ello ha permitido que la mitad de Venezuela ubicada al sur del río Orinoco haya sido poco alterada, especialmente el Estado Amazonas.

ferrugínea, que caracteriza a los suelos de depresiones y topes de colinas, respectivamente (Franco & Dezzeo, 1994).

El desarrollo del Estado Amazonas está en situación embrionaria, lo que tiene la ventaja de permitir establecer un modelo adaptado a sus especiales condiciones socio-culturales y ambientales. Sin embargo, la efervescencia política iniciada en el Estado con la apertura legal hacia el sistema democrático (conversión de Territorio Federal a Estado) y el ingreso de mayores recursos financieros a través de los presupuestos oficiales, obliga a acentuar los esfuerzos para conducir adecuadamente el proceso de inversión y desarrollo.

El Desarrollo Sustentable y sus Implicaciones

La conservación de la biodiversidad y el llamado desarrollo sustentable, términos oficializados por la Conferencia de las Naciones Unidas para el Ambiente y el Desarrollo (UNCED 92), no deben ser simplemente conceptos abstractos de las esferas políticas o científicas y casi utopías para la población, especialmente aquella más pobre y marginal de los países del tercer mundo. Por el contrario, estos conceptos deben ser la base para la. definición de un conjunto de políticas, estrategias y acciones del Estado, dirigidas al logro de los mayores beneficios para las sociedades actuales, mediante el desarrollo y usufructo de las potencialidades del medio y de los recursos naturales, especialmente de las poblaciones asentadas en las regiones cuya biodiversidad se pretende conservar, todo ello enmarcado por las limitaciones derivadas de los riesgos ecológicos y la decisión prioritaria de garantizar la continuidad de los beneficios para las generaciones futuras.

En ese orden de ideas, tan injusto sería el transformar el entorno ecológico irreversiblemente con pérdida de la biodiversidad y sus potenciales, con fines economicistas y corto-placistas, afectando las posibilidades de las generaciones futuras, como el condenar a la pobreza crónica a las sociedades actuales, poseedoras de los recursos de la biodiversidad, en nombre de la conservación y de los derechos de las sociedades del futuro.

Lo racional y lógico es formular e implementar estrategias para la búsqueda del equilibrio ente ambos extremos. Ello no es otra cosa que la esencia del proceso social y económico que denominamos "desarrollo sustentable" y que implica la búsqueda de las siguientes metas:

El mejoramiento máximo posible del nivel social y económico de la población actual, dentro de los límites dados por los riesgos ambientales.

El desarrollo científico y tecnológico necesario para potenciar el usufructo de los recursos naturales y ambientales y asegurar la reducción y control de los riesgos asociados a ese usufructo.

La conservación de la biodiversidad, objeto del desarrollo científico y base del desarrollo sustentable, mediante estrategias auténticamente participativas.

Fortalecimiento de la democracia en la toma de las decisiones que afecten tanto a la población como a la biodiversidad y promoción de la capacidad de gestión de las comunidades que habitan en las regiones más estratégicas por su riqueza en diversidad biológica. Ello se fundamenta en la realidad de que los principales actores en la conservación ambiental y de la biodiversidad deben ser los pobladores locales.

El desarrollo social y económico basado en el modelo industrial que ha regido en nuestras sociedades en los siglos XIX y XX, ignoró la cuestión ambiental y provocó transformaciones radicales del ambiente y el espacio geográfico. Sólo las áreas que se han mantenido relativamente aisladas y libres de la presión habitacional se presentan hoy como auténticas reservas ambientales y de biodiversidad, poco perturbadas. En el caso de Venezuela, la mitad del país localizada al sur de la barrera geográfica que es el río Orinoco, se ha mantenido, salvo el polo industrial de Ciudad Guayana y las áreas afectadas por la minería y la deforestación con fines agropecuarios en el estado Bolívar, como zona de reserva rica en recursos naturales y muy poco perturbada. Y dentro de esa mitad de Venezuela, el Estado Amazonas, gracias a su lejanía de los centros demográficos y a su poca accesibilidad, se ha mantenido casi como un santuario natural. No han sido construidas carreteras, no se han establecido proyectos de colonización agropecuaria ni de explotación mineral, ni tampoco proyectos hidroeléctricos o de otra índole, frecuentes en las regiones amazónicas de los otros países de la cuenca. Puede afirmarse que el Estado Amazonas había permanecido aislado del proceso de evolución política, social y económica de Venezuela hasta comienzos de la última década de este siglo.

Desde 1991, el proceso de vinculación del Estado Amazonas a la vida nacional se ha acelerado con su cambio de Territorio Federal a Estado de la República por decisión del Congreso Nacional (1991). Con ello se despertaron las fuerzas políticas endógenas, que habían permanecido sometidas a las decisiones y arbitrios de la capital de la República, y se inició el proceso de organización político-institucional del Estado (elecciones directas de Gobernador, senadores y diputados al Congreso Nacional, alcaldes y concejales y diputados a la Asamblea Legislativa del Estado). Mediante el proceso de elección y establecimiento de estos órganos de los poderes públicos se ha iniciado el sistema de participación democrática en la sociedad amazonense, 500 años después del descubrimiento de América y 180 años después de haberse decretado la independencia de Venezuela.

Igualmente se estableció una vinculación física entre el resto del país y Puerto Ayacucho, capital de Amazonas ubicada en su extremo noroeste (ver figura l), mediante un primer eje carretero hacia el Estado Bolívar en 1989, una línea de transmisión eléctrica en 1993 y un segundo eje carretero hacia el Estado Apure a ser finalizado en 1997.

Las estrategias a formularse para la conservación de la biodiversidad y el desarrollo sustentable, basadas en los conceptos emitidos anteriormente, requieren satisfacer necesidades diversas y a varios niveles: a) de la Nación, las que se refieren a la necesidad de afianzar la soberanía, fortalecer la presencia nacional e incorporar a esas regiones al proceso de desarrollo general que adelanta el país como un todo; y b) de la región y las comunidades locales, relativas al mejoramiento social y económico. Adicionalmente, estos dos actores fundamentales, la Nación y la región, no pueden ignorar la preocupación y las demandas internacionales por la conservación ambiental y etno-cultural en diversas áreas del planeta y, especialmente, en la Región Amazónica.

La Nación Venezolana considera al Estado Amazonas como una región de especial importancia geoestratégica por ser un Estado fronterizo y muy poco poblado, enclavado entre Colombia y Brasil y ser reserva de recursos hidráulicos, minerales, de biodiversidad y de conocimientos etno-culturales, fundamentales para el futuro desarrollo del país. Al mismo tiempo, los habitantes del Estado Amazonas están exigiendo, con toda justicia, mayor atención y mayores recursos de la República, dirigidos al mejoramiento de los niveles de bienestar social y económico y a potenciar sus alternativas propias de desarrollo. Ante esas consideraciones se requiere una respuesta coherente, bien fundamentada y capaz de promover satisfacciones de necesidades actuales manteniendo vigentes las potencialidades para el futuro.

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