El Juicio
Camian13 de Enero de 2014
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El JUICIO
El juicio implica un estado de desánimo de la mente. La mente siempre quiere juzgar, porque estar en un proceso siempre es difícil e incómodo. Se muy muy valiente, no dejes de crecer, vive el momento simplemente mantente en el flujo de la vida.
Esta historia ocurrió en los días de Lao-Tzu en China.
En una aldea había un anciano muy pobre, pero hasta los reyes le envidiaban porque poseía un hermoso caballo blanco. Los reyes le ofrecieron cantidades fabulosas por el caballo pero el hombre decía: “para mí no es un caballo, es como una persona y cómo se puede vender a un amigo?”. Era un hombre pobre pero nunca vendió su caballo.
Una mañana descubrió que el caballo ya no estaba en el establo. Todo el pueblo se reunió diciendo: viejo estúpido sabíamos que algún día te robarían el caballo, hubiera sido mejor que lo vendieras, ¡que desgracia!
No vayais tan lejos dijo el viejo, dimplemente decid que el caballo no está en el establo. Este es el hecho todo lo demás es vuestro juicio. Si es una desgracia o una suerte yo no lo se porque esto es apenas un fragmento ¿quién sabe lo que va a suceder mañana?
La gente se rió del viejo, ellos siempre pensaban que estaba un poco loco. Pero después de quince días una noche el caballo regresó, no había sido robado había escapado y no solo esto sino que trajo consigo diez caballos salvajes y hermosos.
De nuevo se reunió la gente diciendo: tenías razón viejo , no fue una desgracia sino una verdadera suerte.
Otra vez estais yendo demasiado lejos, dijo el viejo, decid solo que el caballo ha vuelto ¿Quién sabe si es una suerte o no? Es solo un fragmento de la vida, estais leyendo apenas una palabra en una oración, ¿cómo podeis juzgar el libro entero?
Esta vez la gente no pudo decir mucho más, pero por dentro sabían que estaba equivocado, habían llegado diez caballos hermosos.
El viejo tenía un único hijo que empezó a entrenar a los caballos, una semana más tarde se calló de un caballo y se rompió las dos piernas. La gente volvió a reunirse y a juzgar: de nuevo tuviste razón dijeron, tu único hijo ha perdido el uso de sus piernas y a tu edad él era tu único sostén, ahora estás más pobre que nunca.
Estais obsesionados con juzgar dijo el viejo, no vayais tan lejos sólo decid que mi hijo se ha roto las piernas. Nadie sabe si es una desgracia o una fortuna. La vida viene en fragmentos y nunca se nos da mas que esto.
Sucedió que pocas semanas después el país entró en guerra y todos los jóvenes del pueblo fueron llevados por la fuerza al ejército, sólo se salvó el hijo del viejo porque estaba lisiado. El pueblo entero lloraba y se quejaba porque era una guerra perdida de antemano y sabían que la mayoría de los jóvenes no volverían. Fueron a ver al viejo y le dijeron tenías razón viejo era una fortuna. Aunque tullido tu hijo aún está contigo, los nuestros se han ido para siempre.
Siguen juzgando dijo el viejo nadie sabe: sólo decid que vuestros hijos han sido obligados a unirse al ejército y que mi hijo no, solo Dios sabe si es una desgracia o una suerte que así suceda.
No juzguez o jamás serás uno con el todo, te quedarás obsesionado con fragmentos, sacarás siempre conclusiones de pequeñas cosas que en ocasiones ni siquiera te ocurren a ti sino a otros. Una vez que juzgas dejas de crecer, el juicio implica una mente decaída y la mente siempre quiere juzgar porque estar en un proceso es incómodo y riesgoso.
El viaje jamás termina. Un camino concluye y otro comienza, se cierra una puerta y se abre otra o alcanzas una cumbre y siempre hay otra más alta. La vida es un viaje largo y solo los que son tan valientes como para no preocuparse de la mente y concentrarse en ese viaje, con vivir el momento, los fragmentos que se nos dan sin jusgarlos y crecer en cada uno de ellos,
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