El Munod De Sofia

COLOMBIA

7.1 Bolívar era un joven que pensaba que una nación solo se podía derivar de una extensa tradición, concepto que heredó del audaz venezolano Francisco de Miranda, pero luego pudo comprender que una nación también podía ser el producto de la unión de un territorio con una comunidad. Bolívar soñaba además de establecer repúblicas en América, con una Colombia mucho más vasta de la actual, en la cual incluía no solo a Panamá, donde pretendía una unión continental de repúblicas; sino también a Venezuela, Ecuador, una pequeña parte de la cuenca del Amazonas, el virreinato de la Nueva Granada y la esquina noroccidental de Suramérica, en cuyas costas se encontraba Cartagena de Indias. Soñaba con una Colombia así porque sabía que un territorio unificado de esa manera y con esa posición geográfica podía ser uno de los países más ricos y crecer hasta ser una gran nación. Pero aunque Bolívar pusó gran empeño en esto, no lo logró debido a los numerosos problemas y la diversidad de intereses además porque con la Independencia solo buscaban reformar el contrato social y no el cómo construir un poder distinto.

7.2 El autor afirma que nuestros países son inconcebibles sin la modernidad y sin el mundo porque Colombia es una región mestiza, que tiene en sus componentes no solo las comunidades y naciones indígenas arraigadas a sus tradiciones, sino que por otro lado posee vínculos históricos y costumbres de otras culturas, que han tenido un peso decisivo en la formación

de nuestro país, de nuestro pasado y por supuesto de nuestro futuro por medio de: la cultura de la Grecia clásica, el Imperio Romano, la Edad Media latina, los emiratos árabes de Córdoba, el Imperio español, el Vaticano, el Renacimiento europeo, el siglo de oro español, las aventuras de los holandeses, ingleses y españoles de las costas de África, los hijos de Guinea, Malí, Angola y de Costa de Marfil, los piratas británicos, la Ilustración, la Revolución francesa, el racionalismo alemán, las guerras napoleónicas, el liberalismo inglés, las fábricas de automóviles de Estados Unidos, el simbolismo de los poetas franceses y en definitiva los imperativos que rigen nuestra actual sociedad consumista; en la que se pueden reconocer todos estos elementos a través de la lengua castellana, la religión de Cristo, las instituciones republicanas, el individualismo mestizo, la moralidad laxa y burlona y desde luego nuestra cultura llena de fusiones.

7.3 Para el autor el nombre de Colombia es bastante particular ya que normalmente el nombre de un país evoca un momento o convención y no a un personaje histórico como lo hace el nuestro; ya que Simón Bolívar indignado con que el continente de América lleve ese nombre en homenaje al viajero secundario y no a su descubridor, decide nombrar nuestra tierra en memoria del descubridor.

El autor afirma que nadie sabe el papel que juega el nombre de un país con su destino; pero afirma además que no es fortuito que la palabra Colombia sea un monumento a la individualidad y que el país

que lleva ese nombre se incline hacia actitudes individualistas.

CIUDADES Y REGIONES

8.1 El autor afirma que el cíclico signo del destierro marcó nuestro surgimiento como comunidad moderna ya que a causa de esto se dificulto nuestro ingreso en mercados mundiales y se identifica un gran corte con nuestro pasado histórico, lo que traería consigo sin saberlo un nefasto futuro.

8.2 Las seis regiones diferenciadas entre las cuales estaba dividida Colombia a finales del siglo XIX eran el Caribe, Antioquia, Santander, Tolima, la Sabana y el Valle del Cauca; de la primera se conservan los yacimientos blancos de sal del Manaure y los yacimientos negros de carbón de El Cerrejón; del segundo la ideología de la industrialización, la viveza de su gente, las barriadas violentas y las colinas de bosques sucesivos;

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