El Signo Arquitectonico

El Signo Arquitectónico

La esencia de la arquitectura

La naturaleza de la arquitectura es tan diversa que desafía todo intento de definición, y a la vez, su elasticidad permite que todos esos intentos sean en parte correctos. La arquitectura es tan dúctil que se presta a muchas sugerencias.

Hace veinte años, para ciertos modernistas la esencia de la arquitectura era el espacio, el raum, los conceptos espaciales, la interpretación de lo interior y lo exterior y una forma sutil de trasparencia fenoménica.

Cada arquitecto de renombre, y todo nuevo movimiento, se ha confeccionado una nueva definición. La arquitectura ocupa un nicho ecológico con respecto a las demás prácticas, como la ingeniería, la sociología, etc… y hace uso de tales prácticas en una combinación única.

Siguiendo los lineamientos de otros campos del estudio semiótico, aquí se tratara de hacer un bosquejo de aproximación a los diversos códigos que constituyen el signo arquitectónico, colocándolos en un orden jerárquico de importancia.

Significantes y cosas significadas en arquitectura

Es fácil ver que el signo arquitectónico, al igual que los demás signos, es una entidad doble que tienen un plano de expresión (significante) y u plano de contenido (el significado). Los significantes suelen ser formas, espacios, superficies, volúmenes, que tienen propiedades suprasegmentales (ritmo, color, textura, densidad, etc.). Además existen significantes de segundo nivel que a menudo son parte importante de la experiencia arquitectónica, pero que son aún más significantes en otros sistemas de expresión (ruido, olor, tactilidad, cualidad cines tética, calor, etc.)El significado de la arquitectura puede ser cualquier idea o conjunto de esta, la arquitectura son aquellos conceptos e ideologías del espacio pero existe otro de cosas significadas, inconscientes o implícitas, que la arquitectura puede articular.

El tema ten simbolizo la “sociedad abierta” en los años setenta, con dispositivos como el plano de rejilla, la red y la forma de crecimiento lineal. Esas formas, por lo mismo, significaban convencionalmente “apertura” para esos arquitectos.

Significación y comunicación

En cierto sentido, esa distinción entre a significación de primer y segundo nivel conduce al debate entre los semiólogos acerca de si la arquitectura es un sistema cuyo objetivo primordial es comunicar.

Los sistemas de comunicación se van estructurando con el tiempo, siguiéndola adopción y el reusó de ciertas formas y su posición con respecto a otras formas. Los blancos volúmenes cúbicos del estilo internacional significaron funcionalismo y flexibilidad en 1930 para un grupo elitista de arquitectos, mientras que formas semejantes significaron una cosa opuesta unos cien años antes, a otro grupo de arquitectos que siguió el liderazgo de pugin en la revitalización del gótico. Para ellos, las formas cubicas clásicas eran inflexibles y no se adaptaban a las diferentes funciones. El lugar de una forma, con respecto a todas las demás formas de una época, constituye así parte de su significación, de su valor o de su lugar, dentro de un espacio semántico.

Para el CIAM, el Estilo Internacional se oponía a los estilos revitalizadores, como el neogótico, y ocupaba una posición antitética frente a esos estilos en su sistema ideológico. Desde un punto de vista semiótico es muy posible ver que mientras ambos sistemas de significación eran contrapuestos, seguían siendo no obstante, coherentes por un igual.

Los sistemas de significación se van estructurando pieza por pieza, por la introducción de nuevas formas en un campo semántico anterior.

La arquitectura como semiótica connotativa (y denotativa)

Hay dos modelos semióticos principales que se han aplicado al signo arquitectónico: el triángulo semiótico de Ogden-Richards, el significante O símbolo, connota un significado y puede o no denotar una cosa.

La virtud del triángulo de Ogden-Richards estriba en que, a diferencia de otros modelos semióticos incorpora elementos extra semióticos en el universo del significado arquitectónico.

Otro modelo el de Hjelmslev, divide el signo en dos planos semejantes al de significado/significante o sea, contenido/expresión. Además, esos dos planos luego se dividen en forma y sustancia.

La lección del inodoro

El inodoro parece a primera vista un buen ejemplo de dictum arquitectónico moderno, “la forma sigue a la función”, porque su forma, su material y superficie, están determinados más o menos por su uso, y esa forma, en ciertos aspectos, es hermosa, o al menos en alto grado escultórica.

Un arquitecto funcionalista admiraría tanto el inodoro como el mingitorio, y de hecho amabas cosas han sido ilustradas como ejemplares en estética moderna por Le Corbusier y Duchamp.

Los códigos estéticos

María Luisa Scalvani postula la arquitectura como un área de semiótica connotativa, donde se incorporan las metas funcionales básicas. La semiótica connotativa tiene como su plano de expresión un sistema semiótico en sí mismo.

1. El fetichismo y la autorreflexión del código estético. Como la arquitectura es un sistema connotativo puede enfocar el plano expresivo del significado con tal obsesión que la expresión se convierta en el plano del contenido. En arquitectura hay algunos puntos clave, algunas zonas erógenas o centros de placer, como la entrada, que ya se han analizado en otra parte, como puntos usuales de fetichismo.

2. La distorsión y la ruptura en el código estético. Las distorsiones e interrupciones del código estético exigen tiempo extra para recibir, y esa prolongación del acto perceptivo se podría caracterizar como esencia al código estético.

3. La redundancia y la miniaturización en el texto estético. Otra razón de por qué interpretar la arquitectura requiere más tiempo que interpretar un edificio, es la redundancia de los mensajes que se refieren

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