El Tiempo Administrable

Hoy en día y en el pasado, el tiempo ha sido algo decisivo tanto para nuestro mundo

humano como para el mundo natural. Ya que nosotros, como civilización humana, basamos toda

nuestra vida en él; y, como parte de un mundo natural, estamos regidos por las leyes naturales

que a su vez están regidas por el tiempo, lo que lo convierte en el desencadenador absoluto de

cualquier acontecimiento.

Aunque es algo intangible, lo podemos administrar como si fuera un material primario

para la realización de algún proceso; como es un desencadenador, tenemos que administrarlo de

manera correcta para que todo lo que deseemos lograr sea alcanzado y obtengamos resultados

satisfactorios, ya que la mayoría de nuestros objetivos tienen una fecha límite o un periodo único

para realizarse. Por ejemplo el tiempo de estudio, es cierto que se puede estudiar a cualquier edad

pero también es cierto que es mejor hacerlo cuando se es joven, porque, en la mayoría de los

casos, es un periodo en que no se tienen tantas responsabilidades por lo tanto se tiene más

tiempo para ello.

Es entonces cuando la especialidad de Administración Del Tiempo toma su lugar como un

tema tratable para cualquier persona. Todos tenemos un tiempo limitado, agotable e imposible de

manipular; pero en un gran porcentaje administrable. Desde muy atrás la Administración Del

Tiempo se ha ido desarrollando para dar como resultado los conocimientos que se tienen sobre

ella, siempre basado en el principio de la autodisciplina, el uso de herramientas y los buenos

hábitos. Herramientas como calendarios, cronogramas de actividades, listas de objetivos, agendas

de eventos, entre otras; buenos hábitos como el despertarse a una hora adecuada según nuestras

responsabilidades, ser una persona ordenada en los distintos ámbitos de la vida, tener prioridades

y seguirlas, entre otros.

La autodisciplina es uno de los factores más importantes, sino es que el más importante,

que tenemos que hacer nuestro para poder administrar nuestro tiempo efectivamente, ya que de

nada sirve tener el mejor plan de actividades si no lo vamos a seguir o si cualquier acontecimiento

logra desorganizarlo. La autodisciplina va cargada de fuerza de voluntad para realizar primero lo

más importante que lo que nos produce placer. Además, esta característica debe ir ligada a

objetivos claros y concretos, que la guíen y le den una razón de ser; una buena actitud para

enfrentar y aceptar cualquier cambio; y el ejercicio diario y sin descanso de la misma, es decir,

convertirla en una forma de vida.

Claro que, como seres racionales, con el tiempo hemos ido desarrollando y concretando

técnicas para ayudar y hacer más eficaz esa autodisciplina. Algunas de esas herramientas son las

listas de actividades y de objetivos, que reúnen aquellos quehaceres importantes para el logro de

nuestras metas y tienen la función de recordarnos aquello y de mantenernos enfocados. Porque

para comenzar con una eficaz administración del tiempo, se debe hacer una lista de los objetivos

que queremos alcanzar en nuestro presente, de esta manera esos datos

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