El Valemadrismo Del Mexicano

EL VALEMADRISMO DEL MEXICANO

Al mexicano no se le puede analizar generalizando. Lo que somos arranca desde nuestros origines, dedos culturas diferentes. De la Conquista nos viene la tristeza del oprimido. Nos hicimos fuertes, en la fragua del dolor y la opresión. Nosotros podemos hablar mal de México, pero nunca permitiremos que otros lo hagan.

Debemos entender muy bien que no somos inferiores, sino que nos sentimos inferiores.

El mexicano tiene otra cosa en su contra: Las influencias que le llegan del exterior y para las que no está preparado. De ahí la necesidad y la importancia de luchar para conservar nuestras costumbres.

Hay hombres mandones, acomplejados, que quieren ser amos, de tal modo que los miembros de la familia sean unos esclavos que acepten sus arbitrarias órdenes sin protestar. La mujer, por otro lado, no se queda atrás y ejerce su dominio mediante “la manipulación”, y de hecho: “el chantaje”. Las familias tienen que dialogar, oírse mutuamente, respetarse; dejar que los hijos tomen sus vidas propias decisiones, aunque a veces se equivoquen y “echen a perder”: solo así se aprende.

Que sientan que no somos los que mandamos porque si, sino más bien unos amigos con los que se puede contar “en las buenas y en las malas”.

MACHISMO Y MANIPULACION

Hay hombres mandones, acomplejados, que quieren ser amos, de tal modo que los miembros de la familia sean unos esclavos que acepten sus arbitrarias órdenes sin protestar. La mujer, por otro lado, no se queda atrás y ejerce su dominio mediante “la manipulación”, y de hecho: “el chantaje”. Las familias tienen que dialogar, oírse mutuamente, respetarse; dejar que los hijos tomen sus vidas propias decisiones, aunque a veces se equivoquen y “echen a perder”: solo así se aprende. Que sientan que no somos los que mandamos porque si, sino más bien unos amigos con los que se puede contar “en las buenas y en las malas”.

EL DIVORCIO Y EL VALEMADRISMO

El orgullo les impide perdonar. Su egoísmo mata el amor. Incompatibilidad de caracteres, Si hay amor se puede perdonar, tratar de comprender al otro, y en vez de darle importancia exagerada a las diferencias, buscar las cosas en que coinciden o se parecen. Para que la unión sea duradera se debe considerar en primer lugar al esposo o la esposa. Los terceros en el matrimonio son nefastos.

BODAS DE PLATA

Hoy, como ayer, el matrimonio es como una platita que hay que cuidar todos los días. Que puede ser una gloria o un infierno. Un paquete que tiene todo: penas, alegrías, nacimientos y muertes; cosas buenas y cosas desagradables. Nada de que “nos vale” lo que piensen los demás: nos importa y mucho.

Si tenemos un fracaso hay que admitirlo y tratar de no volver a cometer el mismo error: “Nos vale” que no nos quieran, que nos desprecien, que no nos den nuestro lugar y muchas cosas más. Lo cual no es cierto.

Otra de las cosas valiosas de la forma de ser del mexicano es su gran fe. Cada sexenio el mexicano revive su fe y cree que “el que viene” va a ser mejor que el anterior. Queremos que la cosa cambie en el Gobierno, pero las queremos “gratis”, sin que nos cuesten. No en balde esa canción tan nuestra, que dice ¿En qué piensas, mexicano cuando sueñas?...

Los pobres no eran felices, porque les faltaban muchas cosas; los que tenían algo de comodidades, querían cosas; los que tenían algo de comodidades, querían más y en vez de gozar lo que tenían, envidiaban lo que les faltaba. Los ricos, ni que decir, Vivian cuidando sus riquezas, temerosos de que las fueran a quitar, y queriendo cada vez más y más.

El que tiene “complejos” de “ejecutivo” y que maneja con una sola mano, porque con la otra sostiene su “celular” para preguntar por mil tonterías. Las secretarias de alto nivel, a las

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