El concepto de riesgo

El concepto de riesgo no tiene relevancia específica en nuestra época, comparada con períodos anteriores. La gente ha tenido que afrontar siempre una serie de riesgos.

En la Edad Media europea era desagradable, tosca y corta, igual que para muchas personas en las zonas más pobres del mundo de hoy en día. Pero nos encontramos con algo muy interesante, el concepto de riesgo no existía en la Edad Media. La idea de riesgo parece haber tomado cuerpo en los siglos XVI y XVII, y fue acuñada por primera vez por exploradores occidentales cuando realizaban sus viajes por el mundo.

Riesgo no es igual a amenaza o peligro. El riesgo se refiere a peligros que se analizan activamente en relación a posibilidades futuras.

La palabra riesgo parece haber llegado al inglés a través del español o del portugués, donde se usaba para referirse a navegar en aguas desconocidas.

Las culturas tradicionales no tenían un concepto del riesgo porque no lo necesitaban.

Roma o China tradicional, han vivido principalmente en el pasado. Han utilizado las ideas de destino, suerte o voluntad de los dioses donde ahora tienden a colocar el riesgo. En las culturas tradicionales, si alguien tiene un accidente o, por el contrario, prospera, bueno, son cosas que pasan, o es lo que los dioses y espíritus querían. Algunas culturas han negado de plano la posibilidad de sucesos fortuitos. Los azandes, una tribu africana, creen que cuando una desgracia cae sobre alguien es cosa de brujería. Si un individuo se enferma por ejemplo, es porque un enemigo ha estado haciendo magia negra. Tales actitudes, por supuesto, no desaparecen completamente con la modernización. Las ideas mágicas y los conceptos de destino y cosmología siguen siendo supersticiones, en donde la gente las utiliza para respaldar decisiones de naturaleza más deductiva. De ninguna manera sorprende que la gente todavía consulte astrólogos, especialmente en momentos cruciales de su vida.

Se suponía que riesgo es una forma de regular el futuro, de normalizarlo y traerlo bajo nuestro dominio. Existe una mejor manera de explicar lo que está pasando que son dos tipos de riesgo. El riesgo externo que se experimenta como viniendo del exterior, de las sujeciones de la tradición o de la naturaleza. Y el otro tipo de riesgo es el riesgo manufacturado se refiere a situaciones que tenemos muy poca experiencia histórica en afrontar. La mayoría de los riesgos medioambientales, como los vinculados al calentamiento global, entran en ésta categoría.

Ocurrió el episodio del BSE en el reino unido, el brote llamado mal de las vacas locas que el gobierno dijo que tenían el respaldo de científicos que no existe un riesgo significativo de comer carne de vacuno y quien lo desee puede seguir comiendo, en donde los hechos fueron otros, y las autoridades fueron acusadas. Este ejemplo sugiere el alarmismo

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