El efecto primario del divorcio en los niños

El divorcio genera posiciones encontradas, hay opiniones a favor y en contra. El vocablo tiene su origen en la voz latina divortĭum, provista del prefijo di-/dis- (separación o divergencia en diferentes sentidos), y la raíz del verbo verto (volver, dar la vuelta, girar o hacer girar). Primitivamente indicaba una separación o divergencia de dos tierras. Con el paso del tiempo designó a una institución jurídica creada en Roma donde se podía solicitar la disolución legal de un matrimonio a solicitud de los cónyuges. En la actualidad es la disolución de la unión jurídica entre dos ciudadanos (matrimonio), con cese efectivo de la convivencia conyugal, llevada a cabo por un juez competente.

Solo al poner fin de manera plena y definitiva al vínculo matrimonial las partes demandantes quedan libres para contraer nuevas nupcias. El divorcio solo puede disolver matrimonios válidos, en caso contrario, estaríamos incursos en otra figura legal: La invalidez del matrimonio.

En nuestro país a partir del año de 1930 se considera, dentro del código civil, al divorcio como una institución jurídica mediante dos decretos promulgados el 4 y 8 de octubre, posteriormente se fueron haciendo modificaciones en los años de 1931, 1936, 1965, 1984 y 2001. A partir de aquí se puede hablar de un sistema divorcista.

El cambio más resaltante en este sistema se dio el año 2008, cuando se promulga la ley 29227 llamada también ley del divorcio rápido, porque da la facultad de divorciar a las municipalidades, no obstante, sólo pueden acogerse a este procedimiento los cónyuges que estén de acuerdo en divorciarse, no tengan hijos menores de edad o hijos mayores con incapacidad ni hayan adquirido bienes dentro del matrimonio, el tiempo que demora todo el proceso son tres meses aproximadamente a diferencia del jurídico que puede demorar de cinco a seis años.

Las parejas antes de poner fin a su unión marital pueden recurrir a un mediador, la mediación es el método de solución de conflictos matrimoniales donde interviene un tercero ajeno a la pareja a voluntad de las partes o bien a instancia del juez, para ayudar a las partes y facilitarles la obtención de un acuerdo satisfactorio. La disolución de un matrimonio puede ser por mutuo acuerdo o por medio de la vía judicial. En el primero el rompimiento es amistoso y en el segundo es un juez quien sentencia si el divorcio procede o no, para obtenerlo se pueden alegar a diferentes causales como por ejemplo; separación de hecho, adulterio, violencia física, maltrato psicológico, tentativa de homicidio y que la pareja sea condenada por más de dos años a privación de la libertad.

Según el INEI (Instituto nacional de estadística e informática), en el año 2011, el total de divorcios inscritos en el país fueron 5.697, de los cuales 5.625 corresponden a las resoluciones tramitadas a nivel nacional y 72 a resoluciones generadas en el extranjero. Un 57,8% corresponde a la costa, un 33,8% a la sierra y un 8,4% a la selva.

De los mil novecientos divorcios inscritos en la sierra, 428 se produjeron en Arequipa, es decir, un 22.5% del total.

El total de matrimonios en el 2011 fue 97.693, observándose un aumento en relación al año 2010 de 15.120 matrimonios, Arequipa ocupa el cuarto lugar con 5.648 que representa el 5,8% del total. La tendencia a casarse ha ido aumentando los últimos siete años.

En nuestro país los divorcios se dan por la infidelidad y la violencia de género. La llamada crisis de los 40, también es una causa de divorcio, un momento en el que tanto hombres como mujeres sienten que están a mitad de su vida, probablemente se casaron bastante jóvenes, ya tienen hijos grandes y se hacen menos tolerables a ciertas situaciones. Entonces empiezan a cuestionarse si vale la pena continuar con una relación que quizá no esté aportando mucho.

Los primeros en ser afectados por una separación son los hijos. Cuando una pareja inicia el proceso de divorcio y tiene hijos menores de edad, el principio básico a tener en cuenta será el interés del menor. La ley permite que la pareja llegue a un acuerdo, por la patria potestad, siempre que este respete el interés de los hijos. Se exige que se le

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