El mundo mágico de las células

El mundo mágico de las células

Había una vez una enzima que fue de viaje a la ciudad celuloide, su mayor meta era fusionarse con la célula más inteligente para crear organismos en un buen estado y tener éxito en su labor, su nombre era Liaza, al salir de casa, se encontró con sus amigas cuyos nombres eran: Oxidoreductosa, Tranferasa, Hidrolasa, Isomerasa y Ligosa. Las seis enzimas eran súper amigas e insepa-rables, así que las cinco decidieron acompañar a Liaza en busca de aquella célula inteligente y así poder liberarse de sustratos, al emprender el viaje a la ciudad celuloide se encontró a Proteína y ésta se dirigió sorprendida a Liaza.

_Liaza ¿eres tú?, Liaza confundida contesta _si soy yo tú ¿quién eres? _soy tu amiga de la infancia ¿no me recuerdas? solíamos ser buenas amigas. Contestó proteína _sí, ya me acorde de ti, me alegro mucho de encontrarte. Proteína le pregunta _¿A dónde vas? –_a la ciudad Celuloide, iré a visitar a una célula inteligente para mostrarle mi trabajo, y tú ¿a dónde te diriges? Proteína contesta _ que casualidad yo también iré a esa ciudad a buscar a la célula rugosa y visitar el aparato de Golgi para hacer mi labor.

Liaza muy sorprendida y amistosa le deseó mucha suerte; al llegar a la ciudad las dos amigas se despiden y cada una va hacia su destino. Las seis amigas al entrar a la ciudad quedaron sorprendidas al ver muchas células del organismo humano, cada una realizando su labor, otras se encontraban orientando a diferentes enzimas y preparándolas para tener una buena calificación y por consiguiente un buen empleo para su vida.

En aquel mundo de células se encontraba la membrana, retículo, liso, rugoso, ribosomas, lisosomas, vacuola, cito esqueleto, centriolo entre otros miembros. Mientras las cinco amigas iban a buscar a la célula que las conectaba, Liaza no quiso tener distracciones y recorrió la ciudad tratando de encontrar aquella célula que pudiera ayudar a catalizar sus reacciones de sustrato, después de un largo camino y preguntando una y otra vez con diferentes células sin ningún resultado, Liaza y sus amigas decidieron quedarse en la ciudad por unos días más, teniendo esperanza de encontrar a la célula que ayudara a liaza a realizar su trabajo en el cuerpo humano y así ser una enzima con éxito en la vida, al igual que sus cinco amigas.

Tras un día agotador deciden descansar en un hotel de la ciudad, al día si-guiente por la mañana las seis amigas tuvieron una gran idea, la cual consistía en seguir buscando, pero al mismo tiempo y con algo de suerte encontrar un empleo importante, Oxidoreductosa le dice a sus amigas _ chicas iremos a conseguir un empleo ojalá y tengamos suerte. Liaza muy nerviosa le respondió _ tienes razón amiga daremos lo mejor de nosotras.

Al salir del hotel, las seis amigas se dirigieron a una oficina para solicitar trabajo, les aplicaron una

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