El nuevo realismo de izquierda

El nuevo realismo de izquierda

La lectura comienza con una reseña de la rebelión de la granja, quien el autor intenta llevarlo a la vida real, puesto que no es diferente a nuestra realidad, pues muchas personas son buenas hasta que el dinero y el poder los corrompe, es como una criptonita para los humanos.

Popper nos dice que existe un modelo económico, pero enlazando con lo anterior, este modelo económico hace a un gobernante. Viéndolo de alguna forma, hagamos una hipótesis e imaginemos que por un día un candidato a cualquier puesto, llámese alcalde, diputado, gobernador o presidente, tiene en mente cambiar a México, y hace lo imposible para quedar en el puesto, pero ya en el poder, se le vienen muchas facilidades, como aumentar impuestos y quedarse con la mitad, este poder corrompió su mente débil, haciendo así que el modelo económico no cambiara nunca.

La criminología radical sostenía que otro mundo si era posible, y que la criminalidad estaba en la violencia estructural.

Existen dos tipos de criminologías, la que está en el poder que es la que legitima las decisiones del gobernante para conservar el establishment. Y la criminología del poder que es la que egresa de la esfera hasta situarse por encima de esta, convirtiéndose así en la criminología sobre el poder.

Así se puede observar la clara diferencia entre el pensamiento crítico y el clínico. Efectivamente, mientras este busca las causas del crimen en el criminal, el primero las busca en la violencia estructural, o sea, en las reglas del juego fijadas ya no por una mayoría democrática, sino por un grupo dominante.

La teoría del conflicto nace en la sociología como reacción ante el funcionalismo estructural.

El funcionalismo estructural, considera a la sociedad como un todo orgánico armonioso fundado en un acuerdo societal fuerte, este acuerdo societal fuerte se llama consenso.

George Ritzer anota algunas diferencias entre el funcionalismo estructural y la teoría del conflicto:

Para los funcionalistas, la sociedad es estática y permanece en equilibrio; para los teóricos del conflicto, la sociedad está en constante cambio.

Mientras los funcionalistas afirman que todo elemento de la sociedad contribuye a la estabilidad de esta, los teóricos del conflicto sostienen que muchos elementos contribuyen a la desintegración y al cambio.

Los funcionalistas consideran que la sociedad se conserva unida gracias a normas y valores compartidos.

Una de las críticas principales dirigidas al funcionalismo estructural es que en su afán de lograr la estabilidad y la conservación del todo se olvida de las partes.

Resumiendo los puntos principales de la criminología crítica son:

Los actos son criminales porque conviene al interés de la clase dominante calificarlos así.

Se etiqueta a las personas como criminales porque así conviene a los intereses de la clase dominante.

La clase baja es etiquetada como criminal y la alta no, porque el control de los medios de producción da a la clase alta el control del estado y de la aplicación de la ley.

El crimen varía de una sociedad a otra según la estructura política y económica de la sociedad.

A medida que las sociedades capitalistas se industrializan, la división entre las clases sociales se acentúa, y deberán dictarse y ejecutarse más y más leyes para la estabilidad temporal, evitando el enfrentamiento violento de las clases sociales.

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