El rechazo al racionalismo que trata de exaltar la actitud de la personalidad impulsiva, que actúa guiada por la pasión.

                   El romanticismo fue un movimiento estético, ideológico y filosófico europeo, que se dio desde fines del siglo XVIII hasta finales del XIX. Como ya se sabe, el siglo XVII es llamado “Siglo de las luces”, el siglo de la ilustración y el enciclopedismo donde predomina la razón y rechaza al sentimentalismo. No obstante a fines del siglo XVII se comienzan a ver los primeros rasgos fundamentales para lo romántico como son: la defensa del individuo frente a las instituciones, de la inspiración contra el método, del inconsciente de la razón, todo esto gracias a las figuras de Rousseau y Diderot. Lo romántico se ha identificado con el paradigma del irracionalismo, lo esotérico y todo tipo de marginalidad que opusiera a los modelos pensantes del racionalismo.

A partir del movimiento Sturm und Drang, el Romanticismo comienza a nacer en Alemania, nombre que significa “tormenta e ímpetu” y fue tomado de una obra del autor alemán Klinger. Este movimiento nacionalista y de reacción al iluminismo fue llevado a cabo por Goethe, Klinger y Schiller, entre otros. Se buscaba por sobretodo un orden social que se correspondiese con la naturaleza del hombre, intentando enfrentar a la razón que predominaba, con los argumentos del corazón, el sentimiento, la intuición y el instinto.

Con el advenimiento de este movimiento que está claramente en contra del racionalismo ilustrado comenzaron a aparecer obras con las siguientes características:

• El rechazo al racionalismo que trata de exaltar la actitud de la personalidad impulsiva, que actúa guiada por la pasión.
• La valoración de lo misterioso donde los autores acuden a la fuente de las leyendas y supersticiones populares.
• La naturaleza que se presenta como un organismo viviente, libre y salvaje.
• La exaltación del sentimiento donde se valora el impulso emanado, sobre todo, del amor y sus pasiones.
• La exaltación de lo individual donde el impuso creador del artista es visto como una manifestación de individualidad a través de sus sensaciones, su inspiración, las visiones de la intuición y la influencia del amor.

El representante más destacado de esta corriente sin duda fue Goethe y conjuntamente con él, el poeta e historiador Schiller que se incorporó al movimiento escribiendo varios dramas en que postuló la libertad política y espiritual del individuo y criticó las desigualdades sociales. Con esta corriente, el Romanticismo alemán se afianzó en Europa.

El primer gran triunfo de Goethe fue la obra “Las desventuras del joven Werther”, que lo llevó a ser un autor célebre rápidamente. Esta novela dio origen a un fenómeno llamado “fiebre de Werther” en la que los hombres jóvenes en Europa vestían la ropa que el protagonista usa en la novela. También tuvo consecuencias en los primeros ejemplos conocidos de suicidio mímico, provocando la muerte de unos dos mil lectores.

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