El valor de las palabras de un docente sobre la vida de sus estudiantes

Universidad libre.

Facultad Ciencias de la Educación.

Carlos Alberto Peñuela Ladino.

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El valor de las palabras de un docente sobre la vida de sus estudiantes.

“El hombre tiene el poder de cambiar una condición desfavorable agitando la varita mágica de sus palabras.” Florence Scovel Shinn

        Los estudiantes pasan más de la mitad de su tiempo en el colegio, es en este donde por primera vez establecen sus primeras relaciones interpersonales, a parte de su familia, es en este espacio donde los niños, jóvenes y adolescentes empiezan a adquirir sus habilidades para ser, hacer, pensar y sobre todo sentir. Tal como lo muestra la realidad de nunca me abandones, donde el tiempo para una serie de alumnos era total y sobre todo fundamental en su forma de pensar y de ver el mundo, su mundo donde lo correctamente moral era crecer para ser el mejor donante de órganos.

     Es necesario recalcar que como lo aclara Pedro Fernández (2013, pág. 58) “el docente es un factor fundamental en el desarrollo emocional de sus estudiantes, por esto las palabras que use deben ser las adecuadas mostrando la realidad a sus estudiantes”. Tal como lo hizo la señorita Lucy “Si nadie os habla –Continuó-  lo hare yo. El problema a mi juicio, es que se os ha dicho y a la vez no se os ha dicho… …Vuestras vidas están fijadas de antemano. Os haréis adultos y luego, antes de que os hagáis viejos, antes de que lleguéis incluso a la edad mediana, empezareis a donar vuestros órganos vitales. Para eso es para lo que cada uno de vosotros fue creado.” Palabras que definitivamente cambiaron los pensamientos respecto a la realidad que tenían Kathy y su grupo de amigos.

        Pero así mismo “el mal uso de las palabras puede desencadenar una serie de daños psicológicos en los estudiantes” (Fernandez, 2013, pág. 44), por ejemplo, el custodio que desmerita el trabajo artístico de Tommy desencadenando una serie de comportamientos sobre él. Como expresa Segura (2013) Para ayudar a descubrir y expresar el mundo interior es necesario que el educador promueva un clima de aceptación y respeto que ayude al niño a satisfacer sus necesidades fisiológicas, la atención, la aceptación y el afecto.

Hay que mencionar que además no solo las palabras, sino también las actitudes y emociones que expresa el docente influyen en la vida del educando. Hay que saber que de nada sirve a los alumnos un magnifico discurso si luego la realidad muestra una conducta o unas actitudes contrarias en quien lo ha pronunciado (Espot, 2020). Los anteriores conceptos se esclarecen con el modelo expuesto en el libro “fumar no era bueno para mí, así que lo deje. Pero lo que debes entender es que para vosotros, para todos vosotros, fumar es mucho, mucho peor de lo que pueda serlo para mí.”

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