Empowerment

Empowerment

Cuando escuchamos la palabra empowerment, por lo regular pensamos que se trata de una persona con mucho ánimo, con muchas ganas de trabajar, con la meta bien trazada.

Pero en realidad Empowerment es más que eso, empowerment quiere decir empoderamiento, y se basa en capacitar para delegar poder y autoridad a los subordinados y transmitirles el sentimiento de que son dueños de su propio trabajo, es además una herramienta utilizada tanto en la calidad total, como en reingeniería, que provee de elementos para fortalecer los procesos que llevan a las empresas a su adecuado desarrollo.

Por lo regular en las empresas solamente se reciben órdenes, los directivos no siempre saben si sus empleados están trabajando bien, la mayoría de las ocasiones los trabajadores deben quedarse callados, muchas otras veces tienen poco control sobre su trabajo, no hay motivación por la cual sientan que deben realizar un mejor trabajo, y solo lo hacen por cumplir, porque saben que tendrán su salario ya sea semanal, quincenal o mensual además de sus prestaciones.

Este tipo de actitudes en las organizaciones trae consecuencias como realizar un trabajo monótono y de baja calidad.

Para solucionar estos conflictos, muchas compañías han empleados programas como pláticas motivacionales, círculos de calidad, aumento de sueldos, calidad de vida en el trabajo, organización aplanada, equipos de trabajo , capacitación por área, seguridad en el trabajo; cuyos resultados no han sido los esperados ya que varias veces no se aplican de la manera adecuada

Existe un método que ha garantizado el éxito las empresas como es el empowerment.

Este ayuda a los empleados a explotar su creatividad, a delegar tareas y además a tomar las mejores decisiones.

El empowerment tiene 10 elementos:

Asignar responsabilidades en las diversas tareas labores a realizar.

Asignar autoridad y responsabilidad sobre sus actividades.

Definir estándares de excelencia.

Facilitar capacitaciones necesarias para que se alcancen los estándares de calidad.

Proveer la información y el conocimiento necesario.

Proveer retroalimentación sobre el desempeño.

Reconocer oportunamente los logros alcanzados.

Confiar totalmente en los empleados.

Dejar espacios para el proceso.

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