En la vida diaria, nosotros nos exponemos a circunstancias que pueden repercutir de manera negativa ya sea en nuestra salud

El SEGURO DE VIDA

En la vida diaria, nosotros nos exponemos a circunstancias que pueden repercutir de manera negativa ya sea en nuestra salud, bienes o inclusive privarnos de la vida; llevando consigo un gasto monetario, que a veces es elevado. Por ello la adquisición de un seguro es la mejor forma de enfrentar lo incierto, ya sea para resguardar nuestros bienes, salud o no dejar desamparados a nuestros seres queridos en caso de fallecimiento. Al adquirirlo nosotros estamos transfiriendo nuestros riesgos a las compañías de seguros, es decir que pagando un porcentaje podemos acceder a una suma para afrontar algún siniestro. Existen diversos tipos de coberturas, siendo los fundamentales de vida, accidentes y enfermedades y daños.

El seguro en sí, es un acuerdo o trato que una persona tiene con una empresa aseguradora, denominado póliza, donde la aseguradora se compromete  a pagar por el sufrimiento de algún daño, ya sea en su persona,  bienes o por alguna otra razón, se obtendrá la suma de dinero establecido en dicha póliza, a favor de nosotros mismos o de las personas que elijamos, denominándolos  beneficiarios. Siendo esto conocido como indemnización. En el siguiente ensayo nos enfocaremos en el seguro de vida en especial.

A muchas personas nos preocupan los problemas económicos y financieros que podamos tener, que pueden afectar a nuestra familia, ya sea por muerte o de una incapacidad permanente absoluta. El mayor temor es que tanto como nuestra pareja e hijos no cuenten con los medios o ingresos para hacerse cargo de los gastos de entierro, deudas de vivienda y los gastos para subsistir. Para muchos este resulta un tema muy precipitado, pero es esencial tener en claro que es lo que implica el conseguir un seguro y que beneficios trae para los beneficiarios, también la diversidad de ofertas para poder obtenerlo y tener la cobertura ideal de acuerdo a nuestras necesidades.

Por lo tanto un seguro de vida opera como un resguardo frente a estas posibles situaciones negativas que le ocurran al contratista, siendo este un contrato habitual entre la población, puesto que es una forma de poder ofrecer sosiego a nuestros beneficiarios o beneficiario, con una cobertura indemnizatoria para que ellos puedan cubrir una necesidad económica o también como garantía de pago en algunos casos, por medio de un contrato con una compañía aseguradora.

Este contrato tiene como característica resaltante la indemnización dado que implica el pago o cobro de un monto en forma periódica, denominado prima, el cual fue establecido por el contrato, a cambio del servicio prestado, para satisfacer al beneficiario un capital, renta u otras prestaciones convenidas, en el caso de fallecimiento o de la supervivencia del asegurado. La póliza es el conjunto de documentos que acreditan la formalización de un contrato de seguro, incluyendo un sumario, aviso de cobranza, convenio de primas y demás condiciones. Siendo en si una póliza de seguro una protección que brinda tranquilidad y estabilidad en momentos difíciles.

Elegir un seguro de vida no es tan fácil, primero hay que analizar nuestra situación personal, económica o nivel de ingresos, si uno es soltero y vive con sus padres o bien solo, no necesita un seguro de vida. Porque no tiene nadie que dependa de usted, sólo tendrá que prever unos ahorros, para el funeral y otros pequeños gastos. Pero si tenemos cónyuge, hijos pequeños o menores de edad a cargo, padres mayores, algún familiar con  discapacidad y además existen préstamos, hipotecas, pagos por estudios escolares y universitarios, entre otros, en caso de fallecimiento ellos asumirán la responsabilidad de pagarlos. Debido a lo cual tendrá que pensar en una cobertura que permita, que su familia pueda mantenerse hasta que logren otra fuente de ingresos o que su cónyuge consiga un empleo.

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