ClubEnsayos.com - Ensayos de Calidad, Tareas y Monografias
Buscar

Eros Y Civilizacion


Enviado por   •  7 de Mayo de 2014  •  781 Palabras (4 Páginas)  •  323 Visitas

Página 1 de 4

Eros y civilización

La reflexión sobre la obra de Freud ocupa un lugar

central en el pensamiento de Herbert Marcuse, que, según

confesión propia, llegó a interesarse por el psicoanálisis

a finales de los años treinta, en la época en que

la guerra civil española, las aberraciones del estalinismo

y el auge de los totalitarismos en Europa le condujeron,

como a tantos otros intelectuales europeos de

izquierda, a una constatación de las insuficiencias de las

teorías de Marx. Pero los avatares de la emigración y

de la segunda guerra mundial retardaron esta «investigación

filosófica sobre Freud» que es Eros y civilización,

la cual apareció en su primera edición en 1953.

Existen en el psicoanálisis dos vertientes que Freud

separó siempre cuidadosamente; una es la vertiente terapéutica,

de base científica, destinada a la curación de

las neurosis, que conlleva una metodología y una teoría

psicológicas; la otra es una vertiente filosófica, que

comprende las hipótesis que Freud derivó de su experiencia

clínica y que las erigió como tentativas de un

análisis de la cultura. Esta última vertiente creció en

importancia en los últimos años de la vida del fundador

del psicoanálisis, y suele denominarse «metapsicología

freudiana». Su riqueza es tal en cuanto a capacidad crítica

de la cultura (o de la civilización, términos que

Marcuse utiliza indistintamente), que algunos de los

más importantes proyectos de revisión de la teoría psicoanalítica

posteriores a la muerte de Freud se han definido

con relación a esta metapsicología, ya sea porque

CEME - Centro de Estudios Miguel Enríquez - Archivo Chile

Herben Marcuse

ha sido abandonada por el psicoanálisis oficial o rechazada

por los llamados «neofreudianos» por su «biologismo

»; ya sea porque su base filosófica ha permitido

potenciar aspectos ocultos del propio psicoanálisis. Y

esta es justamente la labor que emprendió Marcuse en

Eros y civilización, tratando de responder a la pregunta

de si es posible una civilización no represiva, más allá

de la negativa del propio Freud a tal cuestión, y partiendo

desde la propia teoría freudiana, de su «tendencia

oculta».

El pesimismo de Freud se basaba en una constatación

expresa en El malestar de la cultura: «Si la civilización

es un inevitable curso de desarrollo desde el grupo

de la familia hasta el grupo de la humanidad como conjunto,

una intensificación del sentido de culpa —resultante

del innato conflicto de ambivalencia, de la eterna

lucha entre la inclinación hacia el amor y la muerte—,

estará inextricablemente unido con él, hasta que quizá

el sentido de culpa alcance una magnitud que los individuos

difícilmente puedan soportar>^. De lo que se deduce

que para Freud la felicidad no tenía el rango

...

Descargar como (para miembros actualizados)  txt (5.6 Kb)  
Leer 3 páginas más »
Disponible sólo en Clubensayos.com