Espacio.

La ciudad actual se compone de un sinfín de elementos que le dan forma, vida e imagen, cada uno de estos elementos caracterizados por la bueno o mala imagen establecida por la percepción de los habitantes. Una ciudad no solo la componen las altas y bajas edificaciones, también se construye a partir de elementos articuladores que permiten la integración de diversos sistemas y dan paso al desarrollo de una vida en comunidad.

Actualmente la imagen de la ciudad se compone de ciertos caracteres físicos que le dan identidad y fuerza a la concepción habitual de la imagen por parte de los habitantes; sin embargo, la ciudad no solo se compone de imagen, vas mas allá de eso, la ciudad percibida por los habitantes es la que permite la apropiación, la que brinda espacios colectivos que permiten la integración y generan un arraigo al lugar el cual habitan. El espacio público, mas allá de ser un sistema estructurante, permite establecer una vida urbana colectiva generando espacios como escenarios urbanos que permiten la interacción de sus habitantes.

Cada plaza, parque y calle, tienen un papel dentro de la estructura generadora de la ciudad, sin embargo más trascendental que eso, es su carácter lo que permite o impide que se apropie, que se torne un escenario que genera la integración y participación urbana de una sociedad, entendiendo así que cada lugar que compone el espacio público es la materialización arquitectónica del derecho a la ciudad.

Estos espacios articuladores entre lo público y lo privado, generan diversas percepciones de acuerdo a las actividades que promuevan. No es posible decir que esa imagen de ciudad en la cual la monumentalidad de los edificios marca el concepto, es la misma que la que cualquier transeúnte construye a partir de la experiencia que le brindan las plazas, parques, alamedas, ejes ambientales y calles a través de la apropiación. Sin cada diversa percepción, todos los elementos mencionados perderían su carácter y probablemente su importancia ya que el espacio público se construye a partir de la apropiación.

Es la permeabilidad y el carácter articulador lo que permite entender la importancia de este sistema dentro del desarrollo de una vida urbana. Estos lugares como sitios de expresión cultural, de manifestación, de reunión y convergencia son los que permiten que una vida colectiva se desarrolle ampliamente.

Cabe resaltar, que la adecuada implantación de estos lugares dentro de la ciudad permiten promover esa idea de integración social, ya que una plaza, parque o calle concebida solo como elementos pertenecientes a la estructura urbana no permiten la apropiación y su carácter como espacio colectivo pasa a un segundo plano por responder a factores simplemente estéticos o funcionales dentro de un todo. El espacio público, es el espacio de apropiación social por excelencia y su multifuncionalidad permite que estos espacios más allá de ser emplazamientos

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