Factores De Personalidad
alondra259513 de Noviembre de 2014
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FACTORES DE PERSONALIDAD
CARÁCTER
El carácter es la expresión que idiomáticamente alude a aquello que individualiza, de modo que puede clasificarse como aquellos componentes que expresan de una manera más individualizada y distintiva del modo de ser y comportarse de una persona en particular.
El Carácter significa marca(grabado), sugiere una cosa profunda y fija, tal vez innata, una estructura básica. La psicología americana tiene preferencia por el medio, su orientación behaviorista le invita a destacar el papel del movimiento exterior, de la acción visible. La psicología europea, por el contrario, tiende a subrayar lo que hay de innato en la naturaleza del hombre, lo que está profundamente grabado en él y es relativamente inmutable.
El carácter es un componente que se ve fuertemente influido por el ambiente, la cultura, la educación, el entorno social y familiar, el núcleo de amistades o de trabajo, etc. Uno de los factores esenciales del carácter es la voluntad unida al temple, como la expresión del autodominio sobre los propios comportamientos, especialmente en las decisiones que importan ejerce libertad, pero a la vez se condicionan por el deber, la responsabilidad, y el respeto a limites sociales o morales.
El carácter ha tratado de ser definido a lo largo de todos estos años pero uno de los conceptos más acertados es el definido por Santos (2004), “el carácter es el sello que nos identifica y diferencia de nuestros semejantes, producto del aprendizaje social.”, Esto nos hace pensar que somos personas únicas que poseemos un conjunto de reacciones y hábitos de comportamiento único que a lo largo de nuestras vidas hemos adquirido.
El carácter probablemente no se manifieste de una forma total y definitiva, si no que pase por un proceso evolutivo que se desarrolla hasta llegar a su completa expresión en el final de la adolescencia.
El tener carácter implica una decisión firme y una férrea voluntad para proponernos objetivos y alcanzarlos en la medida de nuestras posibilidades, el cultivo de los buenos hábitos, la actitud positiva hacia el trabajo y el esfuerzo por dominar a nuestros impulsos y al egoísmo.
El transformar la imagen de una personalidad emprendedora, llena de energía, de fuerza y vitalidad, a una forma de ser propia y natural, es sin lugar a dudas, algo atractivo para cualquier persona. Con cierta facilidad podríamos calificar si una persona tiene carácter o no, dependiendo de las actitudes que consideramos como positivas, o en su defecto, con falta de firmeza y según sea el caso. Esta valoración que hacemos de los demás, ¿la hacemos para nuestra persona sin tratar de engañarnos nosotros mismos?
Una persona con carácter tiene retos constantes, no contra los demás, sino para consigo mismo. Cada reto personal es una manera de forjar un carácter recio, firme y decidido, incapaz de detenerse ante los obstáculos, de lamentarse por el cansancio o cuando las cosas salen mal.
Para formar el carácter es necesario tener dominio sobre nuestra persona, mediante pequeñas, pero continúas acciones que hagan más fuerte nuestra voluntad, principalmente: Hacer pequeños esfuerzos que nos ayuden a dominar nuestros gustos y caprichos. Por ejemplo, levantarse 10 minutos antes de lo normal, comer un poco menos de aquello que más nos gusta, ver menos tiempo la televisión o en su defecto ver el noticiero completo.
La persona que verdaderamente tiene carácter no ve obstáculos, sino retos; domina sus impulsos para ser dueño de su voluntad: conserva amistades y relaciones por los valores que transmite; encuentra alegría en lo que hace, sin conformarse con ser feliz a través de los placeres pasajeros.
El carácter como sello que nos identifica juega un papel muy importante en cualquier área que nos desenvolvamos, es reto de cada persona abrir la puerta del cambio para transformar un carácter disfuncional a uno funcional, para poder ser mejores personas en nuestras vidas, y obtener mejores resultados en cualquier proyecto que desarrollemos.
TEMPERAMENTO
El temperamento es el carácter de las personas. El término proviene del latín temperamentum y está vinculado a la manera de ser y a la forma de reaccionar de los seres humanos; por lo tanto, el temperamento está directamente relacionado con la interacción con el entorno.
Se dice que un individuo tiene mucho temperamento cuando sus reacciones son vehementes e intensas. Por ejemplo: “El volante mostró su temperamento cuando, tras una terrible patada, pidió la pelota para patear el tiro libre pese a encontrarse lesionado”, “Jonás necesita más temperamento para triunfar en el mundo de los negocios”, “A Tomás lo traicionó su temperamento y arrojó el ordenador al suelo”.
La habilidad de un ser humano para adaptarse a su entorno depende en gran medida de su temperamento. Es habitual que una persona deba enfrentar diversas dificultades y adversidades en su vida cotidiana: se necesita un determinado temperamento, según cada contexto, para superarlas. El manejo de las emociones y de los estados de ánimo también está vinculado al temperamento.
El sistema nervioso y los genes determinan el tipo de temperamento, y por eso se dice que se trata de algo natural, más allá de las influencias que puedan tener en él la educación y el entorno social. Una persona de fuerte temperamento debe luchar durante toda su vida para controlarlo ante una situación de estrés ya que, de lo contrario, puede ocasionarle serios problemas.
Médicos de la antigüedad como Hipócrates (460 a.C.-370 a.C.) y Galeno (129-200) ya distinguían entre cuatro tipos de temperamento: flemático (las personas apáticas o racionales), colérico (con un predominio de los impulsos), melancólico (cercano a la congoja y el abatimiento) y sanguíneo (sujetos de humor variable).
A continuación se presentan las características de cada temperamento, desde el punto de vista de sus representantes:
Sanguíneo
* son individuos cálidos y vivaces, que intentan disfrutar de cada momento;
* están abiertos a los estímulos de su entorno y son muy susceptibles a ellos, lo que demuestran de forma activa;
* suelen ser más intuitivos y sentimentales que reflexivos a la hora de encarar decisiones;
* dado su alto nivel de comunicatividad, se las considera personas extrovertidas;
* su alegría y su búsqueda de diversión suelen ser contagiosas;
* la impulsividad las lleva a no pensar mucho antes de hablar.
Flemático
* son personas tranquilas, y gozan de un grado tal de equilibrio emocional que raramente se enojan;
* suelen calcular y analizar todo;
* la seriedad, la impasibilidad y el dominio del raciocinio por sobre las emociones;
* se trata de individuos de considerable capacidad intelectual;
* con respecto a la percepción que los demás tienen de ellos, son muy agradables y poco conflictivos;
* suelen ser fríos y demorar mucho a la hora de tomar una decisión;
* intentan evitar los problemas, lo cual los lleva a involucrarse muy poco con los acontecimientos que los rodean, con el objetivo de asegurarse la felicidad y la paz.
Melancólico
* se consideran los seres más ricos y complejos;
* suelen ser personas muy analíticas, capaces, perfeccionistas y determinadas;
* dada su profunda sensibilidad y su estrecha conexión con las emociones, es común que tengan predisposición a presentar cuadros de depresión;
* entienden y aprecian las creaciones artísticas más que los demás;
* pueden ser personas introvertidas, aunque su sensibilidad les abre puertas al desarrollo vocacional;
* por lo general son seres pesimistas;
* no gozan de una gran estabilidad emocional, lo cual se refleja en cambios rotundos de ánimo y fácil irritabilidad;
* se molestan mucho cuando los demás interrumpen sus momentos de concentración en algún tema de su interés;
* están muy en contacto con su lado romántico y se vuelcan intensamente en las relaciones de pareja.
Colérico
* son prácticos, trabajadores e independientes a la hora de resolver problemas;
* muestran una gran firmeza y determinación en sus opiniones, las cuales intentan imponer en su entorno;
* son extrovertidos, aunque no tanto como los sanguíneos;
* en lugar de ser estimulados por el medio, lo contagian con su entusiasmo;
* pueden llegar a ser percibidos como seres dominantes y manipuladores;
* muestran mucha tolerancia;
* los mueven sus intereses, sin importarles las tendencias ajenas.
INTELIGENCIA
El término inteligencia proviene del latín intelligentia, que a su vez deriva de inteligere. Esta es una palabra compuesta por otros dos términos: intus (“entre”) y legere (“escoger”). Por lo tanto, el origen etimológico del concepto de inteligencia hace referencia a quien sabe elegir: la inteligencia posibilita la selección de las alternativas más convenientes para la resolución de un problema. De acuerdo a lo descrito en la etimología, un individuo es inteligente cuando es capaz de de escoger la mejor opción entre las posibilidades que se presentan a su alcance para resolver un problema.
Por ejemplo: “Juancito es un niño de mucha inteligencia: tiene cuatro años y ya sabe leer”, “Estuvimos atrapados en el ascensor por
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