¿Por qué como docente debo fomentar una cultura científica, tecnológica y humanística?

¿Por qué como docente debo fomentar una cultura científica, tecnológica y humanística?

En la actualidad vivimos en un mundo globalizado en el que toda actividad que se realice tiene que ver con la economía, en el que las familias viven situaciones de incertidumbre por la forma de pensar y actuar de las nuevas generaciones, que no tiene nada que ver con los principios y valores con que los abuelos y padres fueron educados. Dentro de de esta sociedad se pueden observar formas de actuar de los seres humanos, quienes luchamos por destacarnos y ser los mejores en nuestro ramo, haciendo todo lo que esté a nuestro alcance para lograr nuestros objetivos sin importarnos los demás, finalmente lo que buscamos es nuestro bienestar personal y no nos detenemos a reflexionar que la colaboración de todos beneficia a nuestra comunidad.

La globalización ha dado origen a que las persona tengan acceso a la información a través de distintos medio, muchos de estos tienen que ver con la tecnología que día con día avanza y que tiene mucho que ver con la educación, puesto que las escuelas hoy en día no son los únicos lugares en los que se puede informar una persona. Este desarrollo tecnológico ha hecho que las escuelas tengan un avance lento contra todo lo que día con día se desarrolla, por lo que es conveniente revisar y reestructurar nuestros modos y formas de enseñar, ya que de ello depende el lugar que se les va a otorgar a las escuelas en el futuro.

Dentro de esta sociedad la postmodernidad es el resultado de una verdad relativa. El relativismo cultural lleva al relativismo de los derechos humanos a la perdida de los mismos y se convierte en la justificación de la moral del más fuerte.

El postmodernismo aniquila valores; mientras el ultramodernismo es el ejercicio de la inteligencia, elimina supuestos falsos, hace agradable el arte del pensar sin aniquilar valores. Estamos viviendo en un mundo global, postmoderno, vivimos tiempos de cambio y de innovación, tempos convulsivos de incertidumbre y caos, todo ello se deja sentir en la educación y escuela de nuestro siglo.

Estamos viviendo la aparición de nuevas fórmulas de organización social con una simultaneidad de crisis en la actualidad. No obstante aunque vivamos en una sociedad rápida. Las escuelas que existen son lentas, puesto que la tecnología avanza rápidamente por lo que existe un desajuste entre la cultura de la letra y la palabra y la cultura social.

En un mundo tan cambiante, en donde el comportamiento de la sociedad, está influido por aspectos económicos y políticos, en donde la globalización se ha apoderado de nuestra forma de vida y la tecnología avanza constantemente, conviene reflexionar como actores del proceso educativo en nuestra práctica cotidiana, para mejorar nuestro quehacer docente y estar acorde con

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