Fumar realmente perjudica

FUMAR REALMENTE PERJUDICA

Fumar provoca serios problemas a nuestra salud. Y no tan solo a quienes fumamos, sino también a todos los que se exponen al humo del tabaco.

El hábito de fumar, más que ninguna otra enfermedad, es de las mayores fuentes de fallecimientos en el mundo. Según datos de la Organización Mundial de la Salud, 3.5 millones mueren al año en todo el mundo a consecuencia del consumo de tabaco.

Dejar de fumar

Los fumadores que dejan de fumar, a cualquier edad, tienen menos riesgo de morir por enfermedades asociadas con el tabaco que los que continúan fumando. Además, mejoran mucho su calidad de vida.

Los fumadores que dejan el tabaco alrededor de los 30 años de edad reducen su probabilidad de morir prematuramente por enfermedades relacionadas con fumar en más del 90%. Los fumadores que dejan de fumar alrededor de los 50 años de edad reducen su riesgo de muerte prematura en más del 50% en comparación con quienes siguen fumando y los que dejan el tabaco alrededor de los 60 años de edad o más viven más tiempo que los que siguen fumando. Cuanto antes se deja de fumar, más beneficios se obtienen.

¿Qué me gano si dejo de fumar?

Los beneficios que se comienzan a sentir enseguida y se multiplican de manera gradual para quien deja de fumar son: la disminución de la presión arterial, se normaliza el monóxido de carbono en sangre, mejora la circulación y la función pulmonar, disminuye la tos y la falta de aire, disminuye el riesgo de infecciones. Al año, el riesgo de enfermedad coronaria disminuye a la mitad, mejora la energía, el riesgo de cáncer de boca, garganta, esófago y vejiga disminuye a la mitad y el riesgo de cáncer de cuello se iguala al de un no fumador.

Con más tiempo, el riesgo de cáncer de pulmón disminuye a la mitad y también disminuye el riesgo de cáncer de laringe y de páncreas, el riesgo de enfermedad coronaria es similar al de un no fumador.

¿Al dejar de fumar gano? Sí, porque mejoraré el gusto y mi olfato. Desaparecerá esa tos molesta de que tienen los fumadores; es más fácil subir escaleras y caminar varias cuadras sin cansarse. El pelo y la ropa huelen mejor o al menos ya no huelen a tabaco. Mejora el aspecto y la salud de mi piel, y hay beneficios con mis convivientes.

El consumo de tabaco no solo afecta la salud del fumador sino también la de los que lo rodean. La exposición al humo de tabaco ajeno causa un 30% de aumento en el riesgo de infarto y de cáncer de pulmón en los no fumadores. En los niños, la exposición es particularmente dañina provocando problemas respiratorios, infecciones del oído y el síndrome de muerte súbita del lactante. Las embarazadas expuestas también pueden sufrir complicaciones. Al dejar de fumar estos riesgos desaparecen.

Los fumadores se enferman más y en general presentan menor productividad que los no fumadores en el trabajo. Independientemente a los beneficios económicos por el ahorro en el gasto en la compra de cigarros. Por otra parte, teniendo en cuenta que los fumadores se enferman más que los no fumadores, también ahorrarán en atención médica y en medicamentos.

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