Geopolitica
alzolaykelly2126 de Marzo de 2014
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Petróleo: Recurso de poder
Para los pueblos revolucionarios del mundo está bien claro que los enemigos de Dios no buscan el reino de los cielos sino el de las entrañas de la tierra para embadurnarse del poder de Satán y así encender los fuegos del odio y la dominación sobre la faz de la tierra. De allí se entiende su obstinado empeño en querer destruir la fe de los pueblos, sus gobiernos y modelos políticos que son contrarios al sistema capitalista.
Precisamente, ante esta arremetida del imperio norteamericano, terrorista por lo demás, que pretende torcer el destino insoslayable de los tiempos, debemos prepararnos con una determinación de relámpago, clave y decisiva a la vez, pero también ofensiva y defensiva, tal como lo exigen las circunstancias, para defender con las fuerzas del alma nuestra soberanía y nuestros recursos energéticos que más que eso, son recursos de poder y apetecibles como un manjar para las mentes maquiavélicas del imperio.
A través de estas palabras quiero plegarme al llamado que ha hecho nuestro comandante en jefe y líder revolucionario de prepararnos para la defensa de la patria momentos cuando soplan los vientos secos de la advertencia irracional y agresiva del gobierno de los Estados Unidos de Norteamérica. Desde este espacio clamo para que no dejemos que ningún gobierno extranjero, ni poder foráneo aplique recetas de chantaje y de freno a nuestra soberana decisión de transitar y postular un nuevo marco de relación entre el Estado y la sociedad, fundamentada en otros códigos de convivencia y desarrollo económico y político. Si algo está claro para los pueblos bolivarianos es que la esencia de esta revolución que se impulsa, por su misma naturaleza, es anti-imperialista y contraria a las prácticas hegemónicas del modelo capitalista. Su carácter es otro y su bagaje teórico se sustenta en las ideas del gran proyecto de Simón Bolívar, el de Francisco de Miranda, el de Antonio José de Sucre y otros tantos que soñaron con una patria grande, donde los pueblos de Suramérica fueran realmente libres y soberanos y no sometidos a ningún tutelaje, ni imperios saqueadores de nuestros recursos, quienes no conformes con eso, terminaron aniquilando a millones de aborígenes. Más que una matanza eso fue un genocidio.
La gran verdad de todo esto es que en el trasfondo de los trasfondos Estados Unidos constituye una amenaza cierta y real para el desarrollo de los pueblos. Sus medidas y sanciones son peligrosas y nefastas para el futuro político de América Latina y el resto del mundo, porque no solamente está en juego la posesión y el dominio de los recursos energéticos, sino la perdida de la soberanía de los Estados-Nación, lo que vendría a configurar un poder ultraimperial, cuyo dominio perduraría cientos de años, miles tal vez, como ocurrió con el modelo político-económico del Feudalismo.
Por ello, en el caso nuestro es necesario salirle al paso a cualquier pretensión del imperio norteamericano de querer pisotear la dignidad de nuestra patria y saquear nuestro petróleo, tal como lo ha demostrado con sus decisiones. En sentido y con pasión revolucionaria le decimos a nuestro comandante que siga adelante. Aquí no hay miedo, porque tenemos un pueblo, unas Fuerzas Armadas y petróleo, este último un autentico recurso de poder. Ya lo dijo Andrés Bello en 1836, que la única manera de consolidar las repúblicas nacientes era usando los recursos energéticos como fuentes de poder. Y por el bien de la patria así lo ha hecho nuestro comandante Chávez.
La nación de la seguridad de abastecimiento del petróleo
i. Contexto geopolítico
La dependencia de la Unión Europea con respecto a las importaciones de petróleo, que ya es especialmente elevada, puesto que en el 2000 se sitúa en el 75% del conjunto de su abastecimiento de petróleo, aumentará, según lo previsto, de aquí al año 2020 para llegar a más del 85%. En 1999, el 43% de nuestro abastecimiento de petróleo provenía de los países miembros de la OPEP, y el 30% concretamente de la zona del Golfo Pérsico. Más del 70% de las reservas mundiales de petróleo está situado en los países miembros de la OPEP. En el 2020, el 40% de la producción mundial provendrá de la zona del Golfo Pérsico. Los acontecimientos que se han producido recientemente en el mercado del petróleo tienden a demostrar que, aunque a veces se califica a la OPEP de cártel débil y poco homogéneo, por el momento dominan las fuerzas centrípetas, aunque dé la impresión de que en las decisiones tomadas en el curso de estos dos últimos años haya pesado en el debate la influencia de Arabia Saudita, Venezuela, Irán y Kuwait. De hecho, los intereses y los condicionamientos de los estados soberanos que componen la organización son múltiples y complejos y, en gran parte, divergentes, si no contradictorios. Aunque algunos de esos países miembros son partidarios de la maximización de precios acorto plazo porque tienen escasas reservas, una capacidad de absorción de los ingresos del petróleo importante y un grado de utilización de la capacidad de producción elevado o un PIB relativamente bajo, como son Argelia, Venezuela o Irán, otros, como Arabia Saudita u otros productores del Golfo Pérsico, prefieren moderar los precios a más largo plazo dado que cuentan con reservas elevadas, una capacidad de absorción débil y a menudo una capacidad de producción excedentaria, por tanto, desean evitar la aparición de energías de sustitución y preservar, a la vez, el lugar del petróleo en el paisaje energético mundial a medio y largo plazo, así como sus cuotas de mercado. Ciertamente, no es casualidad, en relación con esta cuestión, que Venezuela fuese uno de los promotores de la disminución de las cuotas de producción a principios de 1999,cuando el precio del barril de crudo oscilaba en torno a los 10 dólares por barril, ni que Irán y Argelia fueran especialmente reticentes a la flexibilización de las cuotas de producción que habían sido decididas por la OPEP en marzo del 2000, ni tampoco que Arabia Saudita hubiese puesto en el mercado discretamente cantidades adicionales a fin de obtener una moderación de los precios. Por otra parte, hay que tener en cuenta que los aspectos geopolíticos no son ajenos a la evolución observada. Las divergencias dentro de la OPEP, que ya habían aparecido en el momento de la guerra del Golfo, las tensiones internas dentro de la OPEP sobre el embargo petrolero que pesa sobre Irak, las incertidumbres en cuanto a la evolución de Irán y Libia, así como la postura común de los países árabes sobre el conflicto israelo palestino son factores que no facilitan el buen funcionamiento del mercado del petróleo. Por otra parte, el papel que desempeñará Irak durante los próximos años constituye una incógnita de envergadura. Durante el año 1999, este país fue capaz de aumentar su producción a 2,8 millones de barriles por día a fin de alcanzar el nivel ligeramente superior a 5.200 millones de dólares de exportaciones de petróleo autorizado por las resoluciones del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas dentro del programa “alimentos contra petróleo". Se puede considerar que en caso de levantamiento de las sanciones y con la ayuda de inversores extranjeros, la producción podría aumentar conrelativa rapidez en 3 o 4 millones de barriles por día. Por tanto, aunque no cabe temer en un futuro previsible una escasez física, al mismo tiempo, no puede prejuzgarse el comportamiento de la OPEP como cártel ni las preocupaciones políticas que pueden influir en su actitud episódicamente. No obstante, se observan varios factores que pueden ejercer una influencia determinante en el nivel de precios, a saber: el ritmo de crecimiento económico de los países importadores, los progresos conseguidos en el control de la demanda, la aparición de nuevas reservas y el refuerzo de las normas de protección del medio ambiente. A largo plazo, teniendo en cuenta la concentración de las reservas en los países miembros de la OPEP, es el avance tecnológico el que constituirá el principal peligro para el cártel, es decir, las nuevas técnicas de producción en zonas difíciles y sobre la base de petróleo no convencional, así como el desarrollo de nuevos combustibles de sustitución y de las tecnologías a ellos asociadas, principalmente en el sector de los transportes. El papel de los países de la antigua Unión Soviética podría también resultar especialmente importante para la Unión Europea puesto que en 1989 todavía eran los primeros productores mundiales de petróleo con una producción que supera los 11millones de barriles por día. La producción en esta región podría duplicarse, en el curso de los 20 años próximos, pasando de 7,8 millones de barriles por día en el 2000 a 14 millones de barriles por día en el 2020. Las reservas confirmadas de petróleo de la cuenca del MarCaspio (25.000 millones de barriles) son del orden de las del Mar del Norte o los
Estados Unidos. Las reservas posibles podrían superar los 200.000 millones de barriles, es decir el 25% de las reservas confirmadas de Oriente Medio. En lo que se refiere en concreto al mercado europeo, la fuerte penetración del gas natural, que puede ser un sustituto del petróleo, debe incitar a la Unión Europea a reforzar su cooperación con sus dos principales proveedores de gas natural, Rusia y Argelia, mediante un apoyo tanto a la explotación como al transporte de este combustible, manteniendo, al mismo tiempo, el objetivo prioritario de diversificación de sus fuentes de abastecimiento, especialmente, mediante las importaciones de GNL.
El petróleo como herramienta de la seguridad del imperio
Para garantizar la seguridad nacional, a través de la supremacía
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