Grafomotricidad

INTRODUCCIÓN

GRAFOMOTRICIDAD

Es el conjunto de procesos motoricos relacionados con la actividad gráfica. Su objeto es el análisis de estos procesos, complejos, que intervienen en la realización de las graficas, así como el modo en que pueden ser automatizados de manera que posteriormente la escritura sea fluida, rápida y legible.

La finalidad de este proyecto consiste en poner al niño en condiciones óptimas de enfrentarse con esa compleja tarea de aprender a leer y escribir, de forma que se garantice, en lo posible, el éxito del aprendizaje. Se trata, por tanto, de desarrollar en este primer momento todas las destrezas y habilidades básicas implicadas en la escritura (sin olvidar que existe otras actividades gráficas, como la pintura y el dibujo).

Antes de escribir y analizar esas destrezas conviene hacer unas consideraciones generales sobre la grafomotricidad, aunque sea brevemente:

• La actividad grafomotora es una función compleja; su estudio no puede abordarse de forma aislada, sin tener en cuenta el desarrollo evolutivo global del niño. La madurez grafomotriz es el resultado de lenteas y progresivas adquisiciones en el plano motor, cognitivo, afectivo y social.

• En la escritura, además de la pura actividad grafomotora que analizaremos en este proyecto, interviene otras habilidades tales como: la percepción- discriminación visual, correcta integración viso-auditiva, desarrollo de la estructuras espacio-temporales, memoria auditiva y visual, que han sido tratadas en otros proyectos de esta área de lenguaje. Esto sin entrar en los procesos de decifrado ( codificación-decodificacion) de símbolos que transmiten un mensaje, que son el nucleo central a tener en cuenta en la enseñanza de la lectura y escritura compresivas.

• Desde el punto de vista neuromotor, la evolución de la grafomotricidad sigue las mismas leyes que rigen la maduración del sistema nervioso: La ley cefalocaudal ( el control motor se va consolidando de acuerdo a un eje vertical, comienza por la cabeza y progresa hacia los pies ), y la ley próximo-distal ( el desarrollo nervioso avanza desde las zonas mas próximas al tronco hasta la mas distante). Conviene insistir, por obvio que sea, en que el niño de Prescolar no tiene la madurez neuro-motriz ni la disponibilidad corporal de base para poder abordar con precisión la actividad caligráfica. Con las actividades de educación psicomotriz (aplicadas a la grafomotricidad ) no se pretende tanto que el niño adquiera esa madurez ( para la que no está preparado físicamente) como que de modo progresivo vaya superando una serie de etapas y adquiriendo mayores destrezas ( un nivel mayor de desarrollo psicomotor). Las etapas de la evolución del grafismo pueden consultarse en el Ambito de las metodologías ( volumen metodológicas. Evaluacion).Podemos recordar aquí que los cincos años suelen costituir el paso de una etapa o fase preescritora a otra propiamente escritora, aunque precaligráfica (cinco-siete años), donde adquieren ya el dominio para realizar trazos y grafismos continuos de tamaño reducido y sobre papel, con cierta precisión, fluidez y regularidad. A los cincos años se producen importantes logros y adquisiciones tanto en el control tónico y postural como en la coordinación visomotriz, en la lateralización y en lo referente a la prensión.

• Una correcta laterilizacion es otro aspecto esencial, sin el que la grafomotricidad no alcanza un nivel óptimo. El afianzamiento de la dominancia lateral se trabaja sobre todo en el área de la psicomotricidad. Aquí se desarrolla conjuntamente con otras habilidades, en especial el trabajar la destreza digital, la prensión del útil, la presión sobre el soporte y la presicion del trazo. No hay que olvidar, no obstantes, que el niño de prescolar no tiene aun fijada claramente la lateralidad, por lo que es conveniente la educación de los movimientos de ambos miembros superiores para dar oportunidad a que se manifieste la mayor dominancia o precisión de un lado, al mismo tiempo que se favorece la coordinación de movimientos simultaneos y sucesivos y la independencia segmentaria de los miembros superiores. Solo después de que se manifieste el predominio de un lado se educara con mayor precisión la mano dominante, de forma especial cobn relación a los aspectos anteriormente señalados, y que detallaremos en este proyecto (destreza digita, prensión, presión y trazos).

• Otra adquisición necesaria para la escritura es la automatización de la direccionalidad izquierda-derecha en el desplazamiento progresivo, tanto de los movimientos oculares como los del brazo que dan lugar a los grafismos. Esta direccionalidad es entrenada aquí de forma especifica en relación a los movimientos oculares y se va insistiendo en ella conjuntamente al desarrollo de otras destrezas, tanto motrices como de otro tipo en la percepción visual, en la organización espacio-temporal, etc.

ANTECEDENTES

MARCO TEORICO

PROCESO PSICOMOTOR COMPLEJO

Vamos analizar ahora, de forma breve, las destrezas motrices y psicomotrices directamente relacionadas con la escritura (grafomotricidad), para así poder desarrollar una educación psicomotriz diferenciada que favorezca el aprendizaje de la escritura. El elemento estructural básico de la escritura es la grafía. De ella se pasa, por combinación, a la sílaba, a la palabra y a la ordenación de palabras.

La grafia es el trazo resultante de un movimiento, la “huella” que ha quedado registrada sobre un soporte por medio de unos instrumentos y materiales. Al realizarla se puede establecer, o no, una realcion entre la forma y el “contenido” de esa huella, aunque siempre exsite, eso si, la expresión de un deseo o de una necesidad que se proyecta en ese trazo o huella( aun en el aplote mas sencillo o en el garabato del niño de tres años).

La ejecución delos trazos requiere la participación activa y coordinada de unos segmentos corporales ( muñeca,mano y dedos), sin interfencia de otros segmentos que han de mantenerse pasivos. Esta inhibición de unos segmentos corporales mientras otros están en movilidad, la simultaneidad de “lo activo” y “lo pasivo”, implica mas un control global y segmentario del tono muscular. Este ajuste tónico posibilita además un control postural, el mantenimiento del tono en el eje o tronco central que facilite el trabajo de los miembros superiores.

La función tónica constituye asi el entramado en el que se inscriben las actividades y posturas corporales y sirve de telón de fondo sobre el que se realizan los movimientos.

A partir de este fondo tocnico es posible desarrollar un mayor control voluntario de la actividad motriz global. Un primer paso será la lograr la independencia funcional de los segmentos corporales implicados en la escritura, proceso que, siguiendo las leyes cefalocaudal y próximo-distal, se dirigirá a diferenciar primero los miembros superiores del tronco, el brazo del hombro, y después el brazo de la mano; Sería inútil, por ejemplo, pretender educar la movilidad digital mientras el brazo este todavía “soldado” al hombro.

Liberado el movimiento, es también necesario desarrollar el control neuromuscular que permita frenarlo, inhibirlo, en el momento deseado ( la capacidad de inhibición motriz). El trazo se ajustara a los limites del espacio gráfico si el niño sabe parar el movimiento en el sitio oportuno.

En la escritura se realiza también un constante ajuste neuroperceptivo-motriz, por lo que será fundamental un desarrollo de la coordinación visomotriz gruesa, en la que el niño se va entrenando a adaptar su actividad motriz a los datos sensoriales percibidos y a la finalidad que pretende con dicha acción ( coordinación perceptivo-motriz e ideomotriz).

Logradas estas condiciones generales –en un adecuado control motor grueso se pueden entrenar procesos manipulativos cada vez mas precisos y complejos, es decir, se pueden desarrollar las habilidades que configuran la “motricidad fina”.

Habra que establecer primero unos hábitos neuromotrices correctos en lo relativo a los movimientos oculares y a la transcripción de izquierda a derecha.

La ejecución de trazos y grafismos preciosos exigen además unos determinados movimientos finos – o praxias de las manos y los dedos; Será necesaria, por tanto, una educación de la mano que proporcione el dominio funcional de manos y dedos ( destreza manual y digital) y aumente la fluidez, flexibilidad, precisión e independencia de los movimientos.

Pero en la escritura la mano actúa sola, tiene su prolongación en el útil o instrumento escribano, que a su vez actúa de intermediario entre la mano y el soporte sobre el que se realiza el trazo. La forma correcta de sostener el útil y la coordinación entre la prensión o fuerza con que se coge y la presión que ejerce sobre el soporte (generalmente papel), son dos adquisiciones fundamentales para que después el trazo se desplace son soltura.

El desarrollo progresivo de una coordinación óculo manual cada vez más fina permitirá el control del trazo, realizado por el útil, en adecuación a los datos visuales y posibilitará un feed-back correctivo ( el movimiento se irá reajustando en función de los resultados –errores- percibidos, de la información proporcionada por la vista).

El niño estará entonces en condiciones de enfrentarse con éxito a la tarea de realizar trazos y grafismos continuos, habrá adquirido los preaprendizajes previos para la escritura.

CONTENIDOS

A modo de resumen, se exponen a continuación las condiciones

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