Gripe Aviar

gripe aviar, más conocida como la gripe del pollo fue descubierta en Italia en el 1878. Es una enfermedad infecciosa viral, que afecta a las aves, aunque tiene suficiente potencial como para infectar a distintas especies de mamíferos, incluidos el ser humano, el cerdo y el gato doméstico. Los brotes de gripe aviar en las aves pueden ser motivo de preocupación para la salud humana por su efecto en las aves, ya que pueden causar una enfermedad humana grave. Normalmente estos virus no contagian a los seres humanos, pero sin embargo, en los últimos años se han reportado casos en seres humanos.

¿QUÉ ES LA GRIPE AVIAR?

Es una enfermedad viral que se manifiesta entre las todas las especies de aves ya sean aves silvestres o aves domesticas, a causada por las cepas tipo A del virus de la gripe. En raras ocasiones esta enfermedad puede infectar al ser humano. Este virus puede hallarse durante largos periodos de tiempo en el ambiente, principalmente cuando las temperaturas son bajas. Por el contrario, el virus no sobrevive a temperaturas mayores de 70 grados.

Perteneciente a la familia Orthomyxoviridae que afecta a la mayoría de las especies aviares. Estos virus están divididos en subtipos sobre la base de sus proteínas de membrana hemaglutinina (H) y neuraminidasa (N). Se reconocen 15 subtipos de hemaglutininas del virus de la gripe (H1-H15) y 9 subtipos de neuraminidasas (N1-N9). Los que han provocado mayor daño son los subtipos H5 y H7 de los virus A. El subtipo más preocupante ahora es el virus de gripe aviar A (H5N1), el cual ha causado la muerte de millones de aves y presenta un peligro para la salud de los seres humanos.

Este virus de la gripe aviar se divide en dos en dos categorías en función del potencial de causar la enfermedad. Los muy patógenos o hiperpatógenos, y los poco patógenos, según sus características genéticas y la gravedad de la enfermedad que provocan en las aves de corral.

Las aves infectadas con los virus de la gripe aviar pueden transmitir el virus en la saliva, las secreciones nasales y los excrementos. Las aves acuáticas migratorias, sobre todo los patos salvajes, son el reservorio natural de los virus de la gripe aviar, y esas aves son también las más resistentes a la infección. Las aves de corral domésticas son las más vulnerables a esas epidemias de gripe fulminante.

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