Hijo Especial

“PARA MI TENER UN HIJO ESPECIAL FUE LO MAS GRANDE QUE ME PUDO SUCEDER CON EL NACIMIENTO DE ALEJANDRO MI AMADO HIJO QUIEN TIENE TRISOMIA APRENDI A CONOCER A DIOS, A AMARLO Y SENTIR SU MISERICORDIA, APRENDI A TENER FE Y A VERLO Y SENTIRLO A MI HIJO COMO MI ANGEL, MI FELICIDAD Y FORTALEZA, APRENDI A DECIR: GRACIAS MI SEÑOR PORQUE MOSTRASTE TU AMOR HACIA MI ENVIANDOME UN HIJO ESPECIAL”

Con mucho amor y humildad quiero expresar mi testimonio:

Siendo madre soltera siempre había estado anhelando tener una familia, Dios en su amor me lo concedió y muy pronto sentí a mi bebe en mi vientre, supe desde el primer momento que era bendición divina, que era muy especial y con todas las fuerzas de mi gratitud llore y dije: “Gracias mi Dios por este mi amado hijo, porque se que es uno de tus ángeles que me lo envías”. A mi esposo como es comprensible, le causó mucho dolor y contrariedad que con el tiempo y las circunstancias positivas que se le presentan va comprendiéndolo, aceptándolo y amando a nuestro hijo.

También como expresión de las contradicciones me toco beber la hiel amarga de la separación, pues por adversidades crueles de la vida tuve que dejar a mi hijo y para mí como madre se inició la larga muy larga oscura noche del dolor de una ausencia impuesta e injusta.

Mas una de esas noches en sueños vi una ronda de niños que cantaban con voz muy armoniosa, aclaro que yo había visto en realidad un cuadro con una ronda de niños pitado por una amiga, pero en mi sueños aquellos niños cobraban vida, cantaban y bailaban, todos eran niños especiales. Jamás olvidaré que una de las palabras de la letra de esa canción de ronda que repetían era: UNAMONOS, palabra que se me grabó en la mente y corazón.

Pasó no mucho tiempo y Dios nuevamente como muestra de su bondad hizo que mi esposo conociera un lugar de AMOR Y ENTREGA, sucedió así porque en su infinita misericordia comprendía que por mi larga ausencia involuntaria le faltaba a Alejandro mas amor y atención especial, claro que cariño, dedicación y preocupación de la abuelita y de su papá no le faltaba pero no era lo suficiente y es así como empieza a asistir a Unámonos; es allí cuando mi esposo me comunica y relacioné aquel sueño que tuve, la ronda de niños especiales, la canción y la palabra UNAMONOS que escuche; entonces me propuse que cuando saldría de ese doloroso encierro pondría toda mi entrega posible por hacerles entonar aquellos ángeles su himno de amor: UNAMONOS, y esto se hizo posteriormente realidad con mucha humildad y gratitud.

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