Historia Del Deporte En El Desarrollo Humano

1-El Deporte es una praxis lúdico- agonística y corporal, institucionalizada y con reglas y, como tal, se transforma naturalmente en acto político, pues también son colectivas o sociales sus causas y sus consecuencias. Dentro de una ontología del deporte, se torna difícil entender un mundo de seres humanos, constituido por individuos radicalmente aislados. Sin ínter-subjetividad, sin ínter corporeidad, no hay deporte. Como sustenta Parret, son los otros que me delegan la posibilidad de ser y de actuar como si fuese yo un ser autónomo. El adversario se transforma, así, en la persona que me permite la práctica deportiva. Sin él, normalmente la competición no acontece (aunque yo pueda competir tan solo conmigo mismo). Y sin competición (reglamentada) no hay deporte. En tanto, puede todavía preguntarse, siguiendo a Max Weber, ¿el espíritu del capitalismo no es el que da cuenta, sobre todo, del deporte moderno? Por eso creo que, en el deporte de hoy, se hace más necesaria la virtud Maquiavélica que la virtud cristiana, o igual la romana virtus (que Lívio tan admirablemente definió). Y así apetece volver, de nuevo, a Maquiavelo para calificar de amoral la práctica deportiva más publicitada, esto es, la que conforma y cloroformiza multitudes.

2-Y si el Deporte emerge tan solo como uno de los dos subsistemas del sistema capitalismo, no pasa de simple mercancía, la imagen que pasa al propio cuerpo (¿y no es el Deporte una expresión corporal?). En el cuerpo, lo que más se consume y publicita son sus cualidades físicas, morfológicas y sexuales. Se promete fuerza física, hombros anchos, cinturas finas, orgasmos tensos e intensos, como quien vende jabón, shampoo y otros productos de aseo

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