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IMPORTANCIA DE LA LEGISLACIÓN DE LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN ORGANIZACIONAL


Enviado por   •  10 de Marzo de 2014  •  2.428 Palabras (10 Páginas)  •  1.388 Visitas

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IMPORTANCIA DE LA LEGISLACIÓN DE LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN ORGANIZACIONAL

INTRODUCCION

Las leyes que legislan a los medios de comunicación en México fueron planteadas, aprobadas y publicadas para ser respetadas haciéndolas valer, pero, como hemos podido darnos cuenta, al revisar las leyes federales tanto de radio y televisión, derechos de autor, y de cinematografía, la mayoría de estos medios han quebrantado no uno ni dos, sino varios de los artículos, sin que para ello hayan sido sancionados con la severidad que requieren los caso, y de acuerdo como lo marcan estas mismas leyes, por lo que, únicamente queda preguntarse, ¿entonces para qué están, si no las van a cumplir?

García, N. (2001) refiere, “legislar para los medios de comunicación significa reconocer la enorme e ineludible importancia que han alcanzado en la vida de los individuos”. En una sociedad existen normas y leyes, y para los medios de comunicación no es la excepción. Por tal motivo se les considera, en los marcos jurídicos, como industrias con funciones específicas en la economía, como actores de la vida pública, con influencia y responsabilidades peculiares, y como espacios en la creación y difuminación de la cultura.

DESARROLLO

Revisando en clase la ley de Radio y Televisión observamos que ésta data de 1960, siendo una legislación ya muy antigua y obsoleta, de acuerdo a la modernidad de los tiempos, si bien es cierto que ha sufrido algunas reformas en ciertos artículos, no ha sido suficiente para lo que se requiere. Las leyes no deberían favorecer a ninguna cadena de radio y televisión, pero como es bien sabido, en éstas se juegan intereses muy particulares por lo que las reformas a las leyes han sido aprobadas por la cámara de diputados para seguir favoreciendo a los monopolios como son Televisa y Tv Azteca, cosa que a las minorías no les hace demasiada gracia, cuando se darán en este país más apertura a programas culturales y dejar de lado el entretenimiento, suponemos que cuando las gente despierte y exija programación de calidad en sus televisores.

Obviamente la ley de Radio y Televisión sigue siendo inadecuada ya que no garantiza que la sociedad acceda a la radiodifusión, al contrario los cambios que han promovido los monopolios cada día alejan la posibilidad de que haya participación social en ésta actividad. Son pocos los espacios radiofónicos donde la gente puede expresar sus opiniones en cuanto a problemas sociales, y pareciera que a las autoridades tampoco les interesa

Dónde están esas estaciones de radio universitarias y comunitarias, a éstas suelen dárseles pocos espacios, y casi nadie las escucha, ¿porque? Será porque no son del interés del público, no están los locutores de moda, sus contenidos son aburridos, y lo que necesita la gente es entretenimiento, algo que les haga olvidar su realidad.

Mientras la gente siga pensando de esta manera lo único que nos seguirán ofreciendo las televisoras y la radio será basura cultural, como mencionó un día Emilio Azcarraga Milmo cuando había cumplido 66 años, como sabemos fue el hambre más influyente de los medios de comunicación. En su despedida se expresó de público de televisa y en propias palabras dijo “la programación va a ser siempre (para) las clases populares, así, quiero pedirles que nos vean, que nos apoyen y no se sentirán defraudados sino orgullosos de los que hacemos”. Pero también advertía: “y claro, no podemos evitar a los que tenemos mucho dinero, pero no nos interesa mucho” (Ovaciones, 4 de marzo de 1997). Que arrogancia de hombre y una total falta de respeto al público, claro que siendo el hombre más rico en esa época, quien podía pedirle explicaciones, peor aún, apoyado por el gobierno federal. Que como sabemos existían más intereses políticos y económicos que morales y humanos.

La televisión juega un papel muy importante en la sociedad mexicana, ésta conforma las pautas culturales, canaliza la libertad de expresión, así como el derecho a tener información veraz y oportuna, es considerada como un instrumento esencial de relación con la ciudadanía, no solo a nivel nacional sino también internacionalmente, se puede decir que es un medio que fomenta el ocio, así como un instrumento de entretenimiento, y se supondría que un acceso a la cultura a través de buen cine y programas que induzcan al espectador al aprendizaje.

Es también un medio para los servicios a la comunidad tales como la prevención de accidentes, enfermedades, etc., fomento de programas sociales en apoyo de la sociedad más vulnerable. Es pues, la televisión y la radio consideradas como instrumentos insustituibles en los hogares de los mexicanos, por lo que a través de sus leyes deberían propiciar y garantizar la diversidad y variedad en su oferta de mensajes. La ciudadanía tiene en este país la ventaja de poder sintonizar y elegir un canal con libertad, por lo que las televisoras y la radio tienen la obligación de ofrecer a su audiencia programas de calidad, apegándose a lo que marca la ley.

Lo mismo acurre con la cinematografía, a la mayoría de la gente le interesa ir al cine a ver películas de acción, con aparatosos efectos especiales, en vez de apostar por el cine de calidad, o también llamado cine de arte.

De unos 20 años a la fecha hemos podido observar como han proliferado las salas de cine en las plazas modernas, en las que exhiben películas extranjeras en casi todas ellas, cuando la ley federal de cinematografía dice que se tiene que reservar el 10% de estas salas para exhibir películas nacionales, cosa que no sucede, ¿cuantas películas mexicanas se exhiben en un mes?, y si lo hacen solamente las conservan por una o dos semanas, en contraste con las extranjeras que duran hasta un mes o más en cartelera. Entonces cual respeto a la ley, y quien dice algo o quien sanciona a las compañías de cine, nadie por supuesto.

Ha habido protestas por parte de algunos actores, en demanda de apoyo financiero para seguir haciendo cine nacional, pero hasta estas fechas han tenido poco éxito y no ha habido respuesta, aunado a que la gente es poco exigente para ver cine de calidad, por lo tanto no hay eco en las cámaras legislativas. Motivo por el cual actores, directores, escritores, fotógrafos etc., buscan desarrollarse en el extranjero, donde si es valorado su trabajo, siendo que con su talento, el país debería estar entre los mejores produciendo buenas películas, ya está demostrado con películas premiadas en las muestras de cine y que son cien por ciento mexicanas.

Volviendo a la legislación de las películas, los consorcios de cine constantemente violan la ley, sobre todo en los artículos que se refieren a la clasificación, dónde estipulan las edades que están permitidas para ciertos filmes, existe muy poco control en la entrada y de los vendedores de boletos, pareciera que lo único que les importa es vender y obtener ganancias.

Por otro lado cuantas veces no hemos visto en las noticias de espectáculos, o en el periódico, así como en la radio, innumerables casos de demandas por pleitos de derechos de autores, ya sea de películas, libros, canciones, frases, programas, etc., dónde la similitud de algunos comparados con los supuestamente “originales” son causa de demandas millonarias, sobre todo cuando han tenido éxito, pudiera ser que algunos sean obras plagiadas, pero otros son nada más personas oportunistas en busca de un poco de fama.

La ley de derechos de autor bien claro estipula que, todo lo que se escribe tiene que registrarse, y si no lo hacen otro más listo puede hacerlo, aunque no sea el verdadero autor, por lo que es necesario para aquellos quienes tienen talento en la escritura, componer canciones, poemas, novelas, etc., sepan que existe una ley que protege sus obras, por citar algunos ejemplos: tenemos a la cantante Shakira que fue demandada por Wilfrido Vargas por la similitud de la canción “Waka Waka” con el “Negro no puede” por la cantidad de 11 millones de dólares, demanda que no procedió, existe cierta similitud en el estribillo, pero como lo demostró Shakira, éste lo tomó de una canción Camerunesa llamada “Zangalewa”, muy conocida entre los soldados africanos, precisamente para hacerles un homenaje en el mundial de futbol que se llevó a cabo en África. Otro caso fue el del conocido cantante mexicano Luis Miguel y el español Juan Carlos Calderón con la canción “Amarte es un placer” quien aparece este último como autor de dicha letra, en este caso tuvieron que pagar la cantidad de 16 millones de dólares ya que la canción estaba registrada por su no tan conocido autor Marcos Lifshitz, con el nombre de “siento nuestro aliento”.

Como nos podemos dar cuenta, los famosos no se salvan de caer en estos delitos, y así como estos hay muchos ejemplos, existen también casos de demandas por plagios de tesis, fotografías, pinturas, esculturas, etc. Muchas veces se nos hace fácil tomar “prestado” algo para reproducirlo, sin saber que estamos incurriendo en un delito, en nuestro país México la piratería está a la orden del día, sólo que en estos casos, los intereses políticos impiden que se castigue este delito, por lo que esta industria ha proliferado en gran cantidad y la gente que se dedica a esto ha hecho su modus vivendi, por otro lado las autoridades se han hecho de la vista gorda para no aplicar la ley como debe ser.

Los plagios no son exclusivos de los mexicanos, en muchos países suceden y en distintas épocas, de tal manera que siempre han existido, aquí lo importante es que depende de quienes sean los demandados, ya que si son figuras renombradas tiene la posibilidad de pagar o bien dejar en manos de abogados para se hagan cargo de callar al demandante, lo cual es una realidad y llega a suceder.

Dentro de la organización el uso de la televisión, la radio y la cinematografía es común e importante para la labor que llevan a cabo, la importancia que tiene saber que existen leyes para estos medios es que si requieren de sus servicios, tiene que hacerse amparados bajo el marco jurídico, ya que las empresas lo que menos quiere es verse inmiscuidas en pleitos por plagios, y mucho menos tener pérdidas por estos asuntos, por ejemplo la publicidad de sus productos las hacen a través de comerciales de radio y televisión, y si por error una agencia copia un color, imagen o palabras de otra empresa, puede verse envuelta en problemas legales. De ahí la importancia que como profesionales en comunicación organizacional estemos enterados por lo menos de lo que tratan estas leyes.

Conclusiones

Para finalizar, hemos mencionado las tres leyes revisadas en clase, y como común denominador, todas ellas lamentablemente se transgreden, ninguna es respetada por los medios, finalmente cada quien busca sus propios intereses y poco les interesa la idiosincrasia popular, paradójicamente las mismas leyes tienen en su contenidos recovecos que pueden ser utilizados hábilmente para salirse con la suya y no ser sancionados, por otro lado en cuestión de medios masivos de comunicación tenemos lo que nos merecemos, si no exigimos servicios televisivos, de radio, y cine de calidad, seguiremos viendo y escuchando programas mediocres, sin que nos dejen algún aprendizaje, tenemos que comprender que el entretenimiento no ofrece contenido valioso, algún día despertaremos a la realidad y nos daremos cuenta de lo que el progreso exige.

Lo importante de legislar a los medios, supondría un límite a lo que ofrecen a los usuarios, pero como ya pudimos observar la leyes tal perece que están para ser manoseadas y manipuladas, aquí el único que impera es el dinero y la corrupción, se supone que la cámara de diputados y de senadores son las que deberían estar reformando estas leyes, pero lamentablemente no están cumpliendo con su trabajo, algunos solamente ven por los intereses de los dueños de los monopolios y legislan a su favor para que sean los que menos perdidas tengan, sin importarles el ciudadanos común, y lo podemos constatar en la mediocridad de los programas de Televisa y Tv Azteca, en las telenovelas que producen, en los realitis shows, etc., no así en los canales culturales como el 11, 22, 40 por ejemplo, que son canales de bajo presupuesto y no pueden hacer esas súper producciones para entretener a su público, además que su línea de trabajo es otra.

El refrendo de las concesiones es otro de los pleitos de las radiodifusoras, si la ley es muy clara en ese aspecto, saben que cada 20 años se tiene que refrendar y además hacerse por licitación, solo que no se respeta, y cuando los partidos políticos se inmiscuyen en estos asuntos es más difícil solucionarlos.

Por ejemplo, me permito citar este párrafo encontrado en una página de internet, el cual menciona lo siguiente: “Hace casi tres años, en junio de 2007, la Suprema Corte de Justicia de la Nación anuló varios artículos de las reformas a las leyes de Radio, Televisión y Telecomunicaciones que constituyeron la llamada “Ley Televisa”. (http://mediocracia)

En aquella decisión, la Corte señaló con toda claridad los parámetros para que el Poder Legislativo precisara las reglas en el otorgamiento y la renovación de concesiones, entre otros asuntos. La Corte decidió que el refrendo de toda concesión de televisión o radio tendría que someterse a licitación. A pesar de ello, varias iniciativas de ley presentadas en los meses recientes trastocaron y distorsionaron ese criterio. (http://mediocracia)

En el intento para justificar el refrendo sin licitación, los radiodifusores, diputados y senadores que les son afines, inventaron dos falsedades que han repetido en foros y documentos. Por una parte, sostienen que la decisión de la Corte no implica que tenga que haber concurso abierto para la renovación de concesiones. Además, afirman que la preocupación esencial de los ministros de la SCJN al tomar esa decisión, se debía al interés para que el Estado recibiera una retribución económica en la renovación de las concesiones”. (op. Cit)

¿No es indignante? Las propias autoridades encargadas de legislar y renovar las leyes hacen lo posible por no cumplir con su trabajo, entonces en quien confiaremos, la pregunta se queda en el aire, porque quizá no encontremos una respuesta.

Referencias

García, N. (2001) “Por qué legislar sobre industrias culturales”. Nueva Sociedad Nº 175. Caracas, Septiembre-Octubre

http://mediocracia.wordpress.com/2011/11/03/quienes-cuantos-y-en-donde-controlan-la-television-mexicana/

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