“Iluminación, arquitectura y su constante equilibrio con el usuario”
LeotomateInforme26 de Mayo de 2016
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Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo
Facultad de Arquitectura
Ensayo:
“Iluminación, arquitectura y su constante equilibrio con el usuario”
Materia: Técnicas de investigación
Profesora: Ma. Carmen López Núñez
Alumna: Leonor López Ramírez
Sección 3
Fecha de entrega: 18/05/15
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La luz es uno de los factores más influyentes en la arquitectura puesto que esta no solo sirve para ver las formas, sombras e identificar lugares en concreto, sino que también ayuda a generar una atmósfera, donde se forma un efecto mágico en los espacios que le da carácter a las construcciones.
Actualmente la arquitectura se ha desenvuelto en un campo donde la luz es primordial en la separación de espacios, creación de escenarios y ambientes, incluso se ha generado una nueva vertiente llamada arquitectura lumínica, en la cual se centrará este trabajo para señalar que la iluminación es primordial en la relación de arquitectura y el usuario.
“Hoy en día, esta tendencia de tomar a la luz como principio básico de la decoración y creación de ambientes, ha alcanzado grandes avances y se ha implementado en diversas áreas como en la construcción, el paisajismo, así como en el diseño y la planeación de ciudades”[1]; sin embargo, dónde se ha especializado más y ha adquirido un mayor reconocimiento es en el campo del diseño arquitectónico y en el diseño de interiores.
En tanto, se puede decir que en el diseño arquitectónico, la luz será uno de los factores a tomar en consideración del pensar arquitectónico, puesto que se tienen que conocer los efectos que crea la luz, su correcto uso y posición, para generar las condiciones adecuadas de confort en el usuario para que esté en contacto directo con la arquitectura y que al mismo tiempo la sienta y la viva.
Desde que se inventó la bombilla, el ser humano ya no estuvo sujeto a la luz del sol, y se rompió la barrera que había entre la luz y la penumbra. Antes la luz del sol imponía los horarios de las actividades, cuando se oponía el sol la visión era escasa o limitada por candelabros y faroles que no brindaban la claridad necesaria para desenvolverse de igual manera que en el día.[2]
Pero con la creación de la bombilla y el análisis de la luz, surgió una ciencia dedicada a la investigación del dominio de este elemento, cuyo fin era conocer el control y aplicación de la luz y sus distintas formas de producción, a esta se le llamó luminotecnia.[3]
Con los conocimientos que brindó la luminotecnia, fue posible a los humanos manejar la luz a su antojo sin depender de las condiciones externas, en caso de la luz artificial se profundizó en los conocimientos de la luz natural y sus efectos, se empezó a conocer las intensidades que brindaba la inclinación del sol y el calor que tanto la luz artificial y natural generaban, pero los efectos visuales que se producían fueron identificados de manera inmediata por cineastas, diseñadores y arquitectos, quienes tomaron a la luz como un principio básico de decoración y creación de ambientes, dejando de lado la única tarea de alumbrar[4].
Actualmente el papel que juega la luz en el diseño arquitectónico, va más allá de crear un confort térmico o un apoyo visual, esta sirve para estar en contacto con el edificio, sentirlo, vivirlo, percibirlo, puesto que genera un ambiente específico, dramatiza los espacios, resalta las texturas e identifica los contrastes, de tal manera que el usuario se identifica con la actividad para la cual fue desarrollada la construcción.
Partiendo de la frase de uno de los mayores estudiosos de la arquitectura moderna, Le Cobusier, quien dice que: “la arquitectura es un juego magistral, perfecto y admirable de masas que se reúnen bajo la luz.”[5], se puede mencionar que los arquitectos juegan con las luces de tal manera que las áreas con mayor iluminación identificaran lugares concretos y por medio de distintos niveles lumínicos, ya sea lugares con luz tenue, uniforme, fuerte, suave, se generaran distintos efectos, que ya fuere luz natural o artificial, se podrán manipular dado un diseño para generar una multitud de matices que permitirán modificar la percepción del espacio sin cambiar el aspecto físico.
Todo ello tiene un fundamento científico, que se basa en la percepción visual, donde “la mente, al dar significado a las sensaciones primarias siempre simplifica, pone o quita algo a la realidad. Por lo tanto, al percibir, construimos en parte la realidad”[6], esto en la arquitectura se aplica en la temperatura, colores, sombras, texturas que son resaltadas por la iluminación.
Por ejemplo la mente asocia los colores brillantes con la alegría, el sol, la actividad dinámica, en cambio los colores oscuros se relacionan con la noche, la sobriedad, tranquilidad, en otras palabras la teoría de los colores y la iluminación van de la mano puesto que cuando “la luz interactúa con la materia es cuando se produce el color”[7] y cuando está ausente no hay color y es a lo que llamamos negro. (Imagen 1)[pic 3]
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También sirve como enfoque visual, un área con mayor iluminación capta más la atención puesto que el ojo identifica al lugar en un plano primario, como cuando la gente va al teatro e iluminan al actor principal, es a este al que se le toma más importancia, porque la iluminación capta la atención en un punto específico y lo que se proyecta alrededor en la oscuridad o con luz tenue lo ubica en un segundo plano.
Relacionando un poco lo antes mencionado con el tema, el arquitecto debe tomar a la luz como principio básico de la decoración y creación de ambientes, pero todo ello bajo el cuidado científico de la naturaleza de la luz ¿En que se relaciona esto con lo anterior? la luz sirve para separar espacios, incluso resaltar unos más que otros de manera que los materiales que se utilizan dentro, sobre y fuera de la construcción, tendrán que participar en la recreación de esa escena que el arquitecto quiere formar, ya que estos reaccionan diferente a los haces de luz, y esto se debe a que “las frecuencias de onda de algunas son tan pequeñas que atraviesan la materia y absorben la luz, mientras que en otros son de mayor longitud y permiten el reflejo de ésta”[8].
Un ejemplo de esto son los espejos ya sean de agua o de cristal, con ellos se crea una sensación de amplitud(Imagen 2), y esto se debe a que el rebote de los haces de luz engañan generando que la persona que esta percibiendo esto se sienta fuera de un lugar cerrado, ya que la luz también está relacionada con un sentimiento de concepto abierto, donde no hay paredes o techos que interfieran en su paso, cabe mencionar que los objetos que absorben la luz ayudan a generar un contexto más sobrio en el espacio iluminado, o incluso a frenar o controlar la dispersión o el rebote de esta.[pic 5]
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Por ello en el diseño arquitectónico se debe tener un amplio conocimiento de los colores y la luz, que estarán en contacto con los objetos y materiales que interactúen con el edificio, porque con estos conocimientos se tendrá una noción de cuales son los más adecuados a la iluminación, o por el contrario la iluminación se adecuará a los objetos que se pretenden utilizar.
Por ejemplo una catedral que es una construcción cuyo fin es la oración y tranquilidad no se va a iluminar de igual manera que un jardín de niños donde se van a generar actividades dinámicas, escolares, y recreativas, ya que la iluminación en ambos casos será completamente diferente porque los fines de la edificación son opuestos, he ahí donde entra el concepto de carácter del edificio pues el modo y la intensidad en que se ilumina tiene una relación directa con las actividades que se realizan a lo largo del día en la construcción.
¿Qué importancia tiene el fin de la iluminación en la construcción?, muy simple a cada actividad se le puede encontrar un tipo de luz que resulte la más apropiada, con ella se puede crear un ambiente de confort, utilizando la iluminación como un pasaje donde el usuario estará en contacto con escenarios adecuados a las sensaciones que el arquitecto desea provocar, y esto se generara por medio de tres factores: la intensidad, el color y la posición.
Primeramente la intensidad, es uno de los mayores problemas que se presentan en la tarea arquitectónica, si bien esta es la primera en generar un confort visual en el que la percibe, también ha llegado a generar un problema ambiental llamado contaminación lumínica(Imagen 3) la cual consiste en el mal acomodo de las luces artificiales, también el exceso de iluminación ha generado el incremento de aires acondicionados, puesto que el calor que emiten las lámparas o la penetración de los rayos solares en la construcción han llegado a ser excesivos y no se han formulado correctamente para resolver las necesidades que planteaba principalmente el diseño.[pic 7]
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