Importancia De La Justicia Constitucional

“Nosotros estamos bajo una Constitución,

pero la Constitución es lo que los jueces dicen que es”

Es casi un denominador común, en la mente de todos los peruanos, que una tarea pendiente para el Derecho en nuestro país es el desarrollo y progreso del sistema de justicia. Esto se debe –a pesar que no todos lo entiendan de esta manera- al rol fundamental que cumple la justicia en nuestro país, ya que permite mantener unida y en paz una sociedad muy heterogénea como la nuestra (1), sin permitir que los individuos tomemos justicia por nuestras propias manos, evitando la generación de violencia e inestabilidad.

Ahora bien, dentro de la administración de justicia existe un área muy importante para el desarrollo de esta materia: la justicia constitucional. Sin embargo, ¿qué debemos entender por este término? Pues bien, dentro del marco y los principios del Estado Constitucional de Derecho, si comprendemos la rama del Derecho Constitucional como aquella área del Derecho que se encarga de regular las relaciones entre los ciudadanos y el Estado, entonces debemos entender a la justicia constitucional como el mecanismo encargado de velar por la defensa de los derechos fundamentales y el control constitucional del poder (2).

Hasta este punto la teoría respecto al tema en cuestión parece simple, pero veamos la problemática generada en la praxis. En su texto “Escritos de Derecho Constitucional” el jurista Konrad Hesse aborda la siguiente cuestión: ¿Qué sucede cuando la Constitución jurídica de un país es solo un trozo de papel? ¿Qué ocurre cuando la Constitución de un país sucumbe ante las efectivas relaciones de poder dentro de un país? ¿No se pierde la esencia de la justicia constitucional cuando esta solo intenta justificar las relaciones poder? (3)

El tema de si existe o no una fuerza jurídica efectiva y orientadora en la justicia constitucional, y que además no sucumba ante los poderes políticos, militares o económicos, es de vital interés en nuestro país. Esto se debe, en gran medida, a la existencia en nuestro organigrama estatal de una institución como el Tribunal Constitucional. Con su aparición en la Constitución de 1993, esta institución se encuentra sometida a grandes críticas debido a la forma de elección de sus miembros, los posteriores fallos que han generado polémica por su presunta “interpretación inconstitucional”, y las formas como los distintos grupos de poder han intentado manipularla. Algunos ejemplos de este último punto son la expulsión de tres magistrados en 1997, y a partir del 2007 las alianzas generadas entre fuerzas políticas para evitar fallos en su contra (4).

Ante esta coyuntura, ¿podemos decir que existe una fuerza determinante del Derecho Constitucional? Es complicado, pero considero que la respuesta afirmativa a esta pregunta se encuentra directamente

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