Infidelidad femenina

INFIDELIDAD FEMENINA

"Las mujeres somos mucho más hábiles en el arte del engaño porque venimos de siglos de aprendizaje, y la historia nos ha hecho aprender a navegar entre dos aguas", "Creo que la infidelidad puede tener un efecto positivo en las parejas y reavivar la antigua pasión, al sentirte de nuevo deseada y reforzar así tu autoestima", "Una mujer puede engañar a su pareja por ser adicta a la seducción, porque así se libera; por venganza; por estar en crisis; porque se deje llevar, o porque busque solo sexo… ". Estas son palabras de testimonios de mujeres que han sido infieles, confesiones reales con lo que parto de este escrito, porque la infidelidad femenina es una gran desconocida y nada aceptada entre la sociedad, más allá de dirigirme a un punto a favor o en contra, mi finalidad es mostrar y aceptar esta realidad, que se toma como un tema tabú pero que sin embargo se vive en la mayoría de las mujeres. En una publicación de un estudio realizado se arrojó que el 58 % de las mujeres confiesan haber sido infieles alguna vez en su vida. El 65 % de ellas tienen aventuras de una noche con otra persona, el 40 % reconoce haberse acostado con un compañero de trabajo y el 10 % confiesa que ha mantenido una relación paralela mientras tenía pareja.

Primeramente ¿Qué se considera infidelidad?, hay que tener en cuenta que es un concepto que podría variar de una cultura a otra, pero en general como muchos conocemos, se podría decir que es la relación afectiva o sexual de una persona con otra que no es la que se considera como su pareja “oficial” en virtud de una unión que se haya establecido. La infidelidad, y aún más la femenina, es una cuestión excesivamente compleja que se suma con otra todavía más controvertida: la sexualidad. No voy a tratar de analizar ni juzgar las causas que llevan a la infidelidad femenina que al igual que la masculina son miles, muchas conocidas y predecibles, así que evitaré enlistar  esas causas.

A lo largo de la historia humana la sexualidad ha ido también evolucionando sus prácticas, tan cierto que existe información que muestra que los humanos han mantenido múltiples compañeros sexuales y que por otro lado no existe evidencia para demostrar que la monogamia sea algo natural o normal en el ser humano.

Y aunque actualmente consideramos tener sola una pareja como la forma natural de nuestra sexualidad, se considera un engaño y una falta respeto cualquier otra relación sexual fuera de la relación de la pareja. Pero estas ideas no son iguales si el mismo delito lo realiza un hombre o una mujer, evidentemente durante la historia humana ha sido más juzgada, incluso  antiguamente el esposo infiel la infidelidad no era delito, y sin embargo en la mujer era un acto penado. Quizás por ello, como menciono en la primera frase,  sea cierto que las mujeres son mucho más hábiles engañando, porque venimos aprendiendo a través de la historia para navegar entre dos aguas en silencio y sin sospechas.

Los contextos y situaciones de cada mujer son terriblemente variadas, sin duda en cada una existe una variabilidad de sensaciones, miedos, expectativas, dudas, satisfacciones con fines igualmente diferentes como puede ser la autoestima, la sensación de sentirse  ellas mismas, la sorpresa de lo inesperado, una fantasía  etc…

En general, como mencione anteriormente no es poner en tela de juicio la infidelidad si está bien o mal, que si es un acto  sin valores o si las consecuencias son crueles las que trae consigo; mucho menos justificar que este hecho es válido para la mujer, la infidelidad como tal tiene gran impacto, pero no radica en quién lo realiza y no para poder adjudicar el grado de crítica y prejuicios al otro. La calidad humana y los valores no están en calidad de su género, no debemos se pasmarnos cuando es la mujer quien ha sido infiel, tal como es mi objeto plantear, es tan normal así como cuando es el hombre quien lo realiza, mucho menos  no debe ser más juzgado que su contrario ni catalogado peor, es tan bien o mal realizado como el de un hombre.

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