Introducción a la abogacia
Luisa Maria Lopez VelazquezEnsayo20 de Enero de 2016
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[pic 1][pic 2] Derecho.
Luisa María López Velázquez.
3º “A”
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Iniciación a la Abogacía.
J. Moliérac
14 de Agosto de 2015
INTRODUCCION.
En su obra maestra “Iniciación a la abogacía” J. Molierac nos narra la historia del nacimiento de la noble y honorable profesión del abogado, por las cosas que tuvo que pasar para ser lo que hoy en día es. Nos da a conocer todos sobre nuestra profesión enseñándonos a amarla y a saber cómo conducirnos correctamente por ella sin perder los valores de un verdadero abogado Pero ¿acaso da una falsa grandeza? Yo creo que no es así. También nos habla de la misión del abogado y el trabajo que lleva junto con magistrados siempre al servicio de la justicia, las cualidades y talentos que debe tener un abogado y su carácter. Da consejos valiosos a los jóvenes abogados que apenas empiezan nos guía en lo que está permitido y en lo que no, como seguir una especie de código de abogados para ser un verdadero abogado.
Recomendaciones valiosas que solo podríamos obtener con la experiencia en un tribunal, como crear y preparar nuestros alegatos, defensa, consejos de cómo expresar nuestras ideas claramente, como penetrar el espíritu del juez para convencerlo, nos dice lo que en ninguna materia de la universidad te enseña, a poner en PRACTICA los conocimientos y procesos que vas a llevar a cabo en la profesión.
Este libro es muy completo y nos hace comprender muchas cosas y nos aclara las dudas detalladas de lo que en verdad es un abogado y entenderlo para no desviarnos de la abogacía y poder seguir su sistema de caridad y justicia que solo un verdadero abogado cumple.
INICIACION A LA ABOGACIA.
Conocer nuestra profesión es, amarla. Muchos nos acusan de otorgarle una falsa grandeza pero no debemos rebajarla al nivel de la opinión vulgar, nosotros le damos fuerza a nuestra profesión al ponerla en gran altura. No se pretende colocar en primer lugar esta amada profesión ni aspiramos a estar por encima de ninguna otra. Principalmente la regla de oro de un abogado es el HONOR, estamos siempre con la idea de defensa y el ideal de justicia. Dijo Shakespeare es lo más semejante a Dios, cuando la piedad modera la justicia, pues apelamos a la piedad y misericordia para hacer oír nuestra voz. Lo más horrible que en el mundo existe, es la justicia separada de la caridad, y en esta profesión el valor más importante es la caridad, se reconocía en el orador algo divino porque está al servicio de una causa humana defendiendo principios eternos y divinos, esta profesión exige pasión exclusiva y total entrega.
La naturaleza de todos los hombres es un ideal de justicia, la voluntad constante de dar a cada quien lo que se merece, pero la justicia no siempre está libre de errores y las leyes no siempre son buenas, por eso juzgar es la obra más difícil del ser humano cada quien tiene su verdad o su propia justicia moral son relativos, cambiantes, como son las ideas de cada persona. La palabra necesita siempre a alguien que la escuche y un abogado no está tranquilo hasta que ha dicho todo lo que tiene que decir el juez debe de escuchar todo y ser paciente ante todo, lo que el juez y el litigante desean más que nada es comprender y ser comprendidos, amamos la lógica y las ideas claras, pues nosotros estamos para ayudar a curar esa enfermedad más punzante que tienen los que litigan en su nombre.
Nuestra misión llevar el verdó ante la justicia colaborar en la obra del juez, por la rigurosa disciplina que requiere el abogado somos aptos para desempeñar cualquier puesto en la judicatura pues los más celebres magistrados salieron de la fila de la abogacía. La palabra del abogado forma convicción en el juez, representamos junto con los magistrados el servicio de la justicia, los abogados son LIBROS VIVIENTES que ilustran a los jueces y quedarían sin función si nosotros los abogados no les descubriéramos la verdad que esta oculta y disfrazada, para esto es demasiado importante que conozcamos perfectamente lo que queremos explicar y saberlo expresar con claridad, permanecer en pie los hechos que hemos expresado y hacerlo entendible para toda inteligencia. El abogado necesita de muchas cualidades, espirituales, del carácter, que haya visto todo, aprendido todo y recordado todo, literario, critico, analista, con la experiencia de un anciano, el empuje de un joven y la memoria de un niño, para lograr a un abogado completo se necesitan de todas las facultades y cualidades, mas aparte de ello debe de ser una persona culta y honrada, en resumen un dominio sin límites, solo entonces más seguro será porque más firme será su mirada, más fecundo será su pensamiento, más potente su acción, sobre aquellos que tiene que guiar y convencer; En fin el abogado nunca acaba de aprender a alegar, quien quiere triunfar en la abogacía debe llegar armado de todos los conocimientos. Pero eso no es todo hay que estar lleno de valores humanistas, Debe aprender a conocerse a sí mismo y despojarse de la timidez, adquirir el dominio de sí mismo y descubrir su verdadera personalidad.
No debe un abogado apresurarse ni precipitarse en el alegato sin tener sus fundamentos sólidos, PORQUE LOS FRUTOS TEMPRANOS NO SE CONSERVAN, Él debe tener sus propias cualidades personales sin imitar a otros.
El origen del abogado fue meramente de servicio caritativo, su primordial función era y es socorrer a alguien y eso jamás se debe de olvidar, “ad auxilium vocatus” apoyarlos, darles su guía, consejos y defender su derecho a obtener justicia.
Antes de que existiera el abogado, había una ley (Solón) que obligaba que las personas se defendieran solas ante un tribunal tenían la oportunidad de que un familiar o amigo les ayudara a complementar sus razones y explicación, después se les proporciono a los ciudadanos defensas con preparación, y muchos vendían ya discursos que tenían que aprenderse los que litigaban, y como sabeos que toda tradición se convierte en regla, más tarde ya era obligatorio que contaran con un orador judicial, así el logógrafo, consultante y litigante llego a convertirse en un abogado. El papel del abogado consiste en exponer oralmente y en forma jurídica lo que su cliente pretende.
Para poder ser abogado, tendría que estar en condición libre, los esclavos no podían ni los infames, a los que faltaran al respeto a sus padres, corruptos, ni las mujeres… Debería de ser una persona intachable para asumir esta profesión.
Fue evolucionando la abogacía y el nombre de abogado cambiaba, se convirtió en una verdadera profesión a un que era ilegal que un abogado recibiera alguna cosa a cambio de su trabajo, en realidad era una profesión como divina y solidaria de auxilio por eso no se cobraba pero tenía tanto peso, y respeto asía los abogados, eran personas que verdaderamente tenían la pasión por la justicia, la verdad y el ayudar desinteresadamente a otros. Se les empezó a remunerar su trabajo con salarios según sus jornadas, conocidos como caballeros andantes de la justicia.
Había tres categorías de abogados, los que eran asesores de la corte “consiliarii”, los litigantes “advocati” y los “novi” que eran los pasantes que escuchaban a los mayores en silencio para adquirir experiencia en los litigios.
Existe una especie de código de la abogacía “honor profesional” con el principal elemento que es la probidad, moralidad, integridad y honradez en las acciones, porque las personas ponen su confianza en nosotros y debemos crear una confianza ilimitada pues él nos revelara sus secretos y debemos cumplirla con honor para con nuestros clientes, quedamos obligados a guardar silencio, esto es un pesar muy grande que el abogado tiene que cargar porque podemos saber que la corte a condenado a un inocente y nosotros sabemos perfectamente que nuestro cliente es el verdadero culpable, y estará una persona inocente en lugar de un malvado sin remordimientos que quedara en libertad, siento que se contradice extremamente la abogacía, porque que el abogado no debe ser justo ante todo, y aun que lo veo como gajes del oficio y la profesión lo exige, a un no sé si pueda aguantar esto en mi corazón.
El abogado es libre no depende de nadie, ejerce su propia función, debemos hablar siempre de igual a igual, no pretendemos ser inferiores ni superiores, sin esclavo y sin amo así es el, debe ser su propio amo tener su autoridad moral e intelectual jamás permitir ceder ante lo que le quieran imponer, y no debe aceptar funciones que impliquen subordinación, debe presentarse con la frente en alto y sin sospechas, tener un completo dominio de la palabra porque la palabra es una acción.
La tradición y origen del abogado era no recibir una remuneración, ni salario de los clientes pues la caridad era uno de los más principales deberes de la profesión, el desinterés era signo divino de la profesión, eran caballeros de ley que solo aspiraban al reconocimiento, y muchos de ellos estaban en una situación mediocre. En un decreto reglamentario el 13 de junio de 1899 el foro de París declara que el abogado tiene derecho de obtener una legitima remuneración de su trabajo y esfuerzo, Por esto al abogado le es muy delicado la fijación y percepción de honorarios, pues no ejercemos nuestra profesión con el interés de estafar a las personas, la práctica de la codicia está prohibida para nosotros y aunque no siempre recibamos lo justo en proporción por nuestros méritos llevan el título del “honor” lo que les da su valor justo, con el simple hecho de tener un gran interés por los demás, hay un cierto olvido de sí mismo y eso a mi punto de vista te quita lo egoísta y eso es bueno. En esta profesión se debe ganar por medios limpios y legítimos, si actuamos de otro modo estamos convirtiendo una buena causa en mala.
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