JUAREZ ANTE EL JUICIO DE LA HISTORIA

En el devenir de todos los tiempos y todas las razas el hombre ha buscado dentro de sí mismo la explicación de su propia existencia y ha tenido que admitir que su principal problema es determinar cuáles son sus valores, porque estos conllevan al significado de la vida.

El 21 de marzo, rendimos homenaje a la figura más brillante de “La Reforma”, al hombre que en su tiempo supo dar una cátedra de valentía y patriotismo al mundo entero; ese gigantesco hombre fue BENITO JUAREZ GARCIA, a quien el gobierno de la hermana República Dominicana, el 11 de mayo de 1867 le otorga el honroso título de “Benemérito de las Américas”.

Juárez emerge de un reconocido paraje de la sierra oaxaqueña, del aislamiento y la ignorancia que abre paso, hasta alcanzar la más alta magistratura de la nación. Conquistando para sus compatriotas, un sitio en el concierto de los pueblos libres, afirmando con su victoria, la igualdad esencial de todos los hombres.

Juárez hizo una gran revolución, cambiando las leyes, el derecho por el derecho y ante el enemigo externo, recurrió a las guerrillas para vencer la intervención francesa.

Guerrillas para defender la soberanía, guerrillas para imponer la ley; porque era

Nacionalista, contribuyó a formar un liberalismo mexicano. Porque tenía ideas universales, contribuyó a cambiar la sociedad en que vivía.

Juárez es un héroe contemporáneo, su batalla no ha terminado, es la de todos los hombres marginados y explotados, la de todos cuanto sufren aun la miseria, la injusticia y la dependencia contra las cuales el se reveló.

Es la de toda la sociedad que sufre las consecuencias del crecimiento desmedido del narcotráfico, la ola de violencia y asesinatos que nos ha arrebatado una gran cantidad de

Seres humanos con grandes valores y una disposición de servir a la sociedad. Es la batalla que libramos día a día contra la crisis económica que vive nuestro país, el enorme desempleo que llena de tristeza millones de hogares, y la inseguridad que agobia a la ciudadanía y enluta muchos hogares.

¡No invoquemos a Juárez sin razón!, pero hagámoslo siempre que deban de defenderse los principios por los que luchó. Que su lección revolucionaria nos motive a seguir luchando por un Tamaulipas y un México mejor.

Los mexicanos buscamos en esta hora de nuestra historia, su inspiración, lo hacemos con clara conciencia de los peligros que nos acechan y de las metas que perseguimos. Donde exista Juárez, con ellos debemos estar, así como el está cuando libramos combates similares a los que el libró.

Juárez no le ha dado reposo,

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