Javier Diez Anseco

Javier Diez Canseco

Javier diez Canseco nació un 24 de marzo de 1948 fue un sociólogo, político peruano de izquierda y Congresista de la República. Sus padres fueron Santiago Luis Diez Canseco Magill, gerente del Banco Popular, y María del Carmen Cisneros Sánchez. Descendiente del general Manuel Diez Canseco y Corbacho, era primo de Raúl Díez Canseco Terry y de Anel Townsend Diez-Canseco. Sufrió de poliomielitis cuando tenía un año de edad, lo cual lo ha dejado con una característica cojera. Ahora a pesar de estudiar en un colegio católico como era el de la Inmaculada Concepción, al ingresar a la universidad dejo de lado la religión.

A pesar de contar con el apoyo económico de sus padres él prefirió buscar su propio camino, como en este caso es el ámbito político En 1970, cuando ya había pasado por la Universidad Nacional Mayor de San Marcos y asumió una ideología socialista, salió elegido como presidente del "Centro Federado de Estudiantes de Ciencias Sociales”. Es de esta manera que empieza su ingreso hacia el ámbito político.

Durante el gobierno militar de Francisco Morales Bermúdez fue expulsado a Argentina por sus constantes críticas y por haber sido uno de los organizadores del para nacional contra el régimen dictatorial. Junto a otros doce políticos fueron entregados al ejército argentino dirigido por Jorge Videla.

Tras la expulsión postuló a la Asamblea Constituyente de 1978 y salió elegido. Desde ese momento se dedicó por completo a la política y fue elegido numerosas veces como diputado, senador y congresista de la República del Perú.

Durante los años 90, Javier Diez Canseco se convirtió en uno de los principales opositores al gobierno de Alberto Fujimori. Se involucró en las investigaciones sobre las violaciones a los derechos humanos cometidas tanto por Sendero Luminoso como por las Fuerzas Armadas del Perú. Esto ocasionó que en numerosas oportunidades fuese blanco del Grupo Colina y todo por estar en contra del gobierno del presidente de aquel entonces El 14 de noviembre de 1990 explotó una carga de dinamita en su casa. La policía sostuvo inicialmente que se trató de un atentado subversivo, pero posteriores declaraciones del agente Julio Chuqui Aguirre confirmaron que detrás del atentado estuvo el servicio de inteligencia nacional. La motivación habría sido la entrega del informe de la comisión investigadora del espionaje telefónico que hallaba responsabilidad en el general Edwin Díaz Zevallos y en Roberto Huamán Azcurra.

En 1995 su nombre fue incluido en un arreglo funerario que fue dejado en la puerta de la Asociación Pro Derechos Humanos, el mismo que llevaba una tarjeta donde se leía "In Memoriam, en recuerdo de los que fueron, por la eterna calcinación de sus restos" y era firmada por "La Comunidad Colina “El hecho de querer oponerse a una forma de gobierno le ha causado

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