Jugando simbólicamente a la equidad de género

Proyecto

“Jugando simbólicamente a la equidad de género”

INTRODUCCIÓN

JUSTIFICACIÓN

El presente proyecto de innovación es de acción docente, surge de la práctica y es para la práctica, permite pasar de la problematización del quehacer cotidiano, a la construcción de una alternativa crítica de cambio que permita ofrecer respuestas de calidad al problema que se estudió. Básicamente se elige el proyecto pedagógico de acción docente ya que se busca el plantear una alternativa de solución y ponerla en práctica sobre el problema que aqueja al trabajo docente, alumnos y comunidad escolar.

Se elabora con el objetivo de abordar y erradicar  el problema  del no adquirir y por lo tanto al no valorar la equidad de género en el  niño de sexto grado de primaria y del cual se rescatan detalles de la práctica docente donde se perciben los problemas contextuales que afectan a los estudiantes, impidiendo de alguna manera el buen desarrollo personal de los mismos.  Se presentan una serie de elementos con los cuales se puede llegar al diagnóstico de un problema que se presenta dentro del aula de trabajo, empleando diferentes alternativas como cuestionarios, test, entrevistas, etc.

 De acuerdo al diagnóstico realizado en la escuela primaria “Lic. Benito Juárez García”, específicamente a los alumnos de sexto grado grupo “A”, resulto que el problema arrojado es la pérdida de valores, específicamente el valor de la equidad de género.

Este problema surge a partir de las conductas que los niños y niñas presentan constantemente en el salón de clases y que por lo cual no se puede trabajar satisfactoriamente dentro del aula. Esto afecta de manera directa el desarrollo educativo de los alumnos y el desempeño del docente a la hora de impartir sus clases, ya que no se puede crear un ambiente armónico para favorecer la construcción de nuevos y mejores aprendizajes en el alumno y para que los mismos aprendizajes se vuelvan significativos al haber un cambio de conductas dentro de la misma aula.

Trata de que los alumnos implicados en esta problemática se den cuenta de lo necesario que es rescatar este valor (equidad de género) para que haya una armonía en aula de trabajo tanto para los mismos estudiantes, como para los docentes. Esto con el fin de crear una conciencia humanizadora en el alumno y que con ello se vuelvan personas capaces de respetar la forma de ser, pensar y actuar de cada individuo, y que también aprendan a realizar sus acciones con responsabilidad, para que con esto desarrollen una calidad humana óptima.

El docente se debe dar a la tarea de cambiar todos estos malos hábitos, en un primer momento con las conductas que el realice dentro y fuera del aula, esto quiere decir, educar con el ejemplo, para después reforzar con diversas alternativas o herramientas con las cuales se puedan interiorizar los valores y que una vez poniéndolos en práctica el alumno pueda desenvolverse y vivir en armonía con su medio escolar y que después una vez aprendidos y puestos en práctica en la escuela, salgan a la sociedad y así poder demostrar que si todos tuviéramos una mejor educación sobre los valores todo sería mejor y se viviría en paz y felicidad.

En primera instancia los seres humanos están regidos por la ética y la moral dentro de las cuales se encuentran los valores ya que ambas van de la mano. Los valores son  universales y eternos, para todo el mundo, se encargan de juzgar y observar lo moral de los actos realizados, se encargan de poner en manifiesto lo que está mal y lo que está bien de las conductas que se realizan cotidianamente.  En los resultados arrojados por el diagnóstico se demuestra el problema que aqueja a los alumnos de sexto grado, grupo “A”, y el cual está inmerso en la asignatura de educación cívica ya que fue donde la mayoría de los alumnos salieron bajos, además de que esto se refuerza con los actos que realizan los niños dentro del salón de clases.

OBJETIVOS

Objetivo general:

Lograr que los niños y las niñas comprendan que tienen las mismas oportunidades y responsabilidades en el contexto social, escolar y familiar a través del juego simbólico.  

Objetivo específico:

•        Relaciona entre la realidad objetiva, el medio natural y social y los componentes de la personalidad a través de conductas y comportamientos.

•        Identifica el valor con cualquier objeto material o espiritual, que al satisfacer una necesidad humana son interiorizados y aprendidos a través de su propia experiencia vital.

•        Socializa bajo la influencia de diversos factores (familia, escuela, medios masivos de comunicación y organizaciones políticas, sociales, religiosas, etc.)

•        Comprende e interpreta el significado del valor a través de la cultura y por lo tanto del conocimiento científico y cotidiano.

•        Realiza cambios de actitudes cotidianas de su persona y cambia conceptos que son traspasados de generación en generación.

EL JUEGO SIMBÓLICO PARA FAVORECERLA EQUIDAD DE  GÉNERO”

Desde hace tiempo atrás se sabe que la actividad lúdica es una buena herramienta para que los niños construyan sus conocimientos, ya que con estas actividades el niño utiliza la mayor parte de sus sentidos, incluso en ocasiones hace uso de todos estos, lo que hace que el niño haga más significativo su aprendizaje, pero ¿qué es el juego?, Juego es la actividad espontanea, que aparece, particularmente frecuente en las conductas de los niños, el juego le permite explorar y desarrollar sus capacidades nacientes, ya sean físico-motrices o socios afectivas.

Hay que recordar que el juego es, ante todo, una de las principales, o incluso, la principal actividad del niño. Con esto Vygotsky señala como primer término el carácter central del juego en la vida del niño, subsumiendo y yendo más allá de las funciones de ejercicio funcional, de su valor expresivo, de su carácter elaborativo, etc. En segundo término, el juego parece estar caracterizado en Vygotsky como una de las maneras de participación del niño en la cultura, es su actividad cultural típica, como lo será luego de adulto en el trabajo. Es decir, según la perspectiva dada, el juego resulta una actividad cultural.

Como se plantea, esencialmente todo juego (y se refiriere obviamente al juego que pasa a tener en las descripciones clásicas un carácter especialmente simbólico) comporta la instalación de una situación imaginaria y la sujeción a ciertas reglas. Vygotsky señala que el niño ensaya en los escenarios lúdicos, comportamientos y situaciones para los que no está preparado en la vida real, pero que poseen cierto carácter anticipatorio o preparatorio. La aparición de ciertos elementos comunes en las situaciones de juego con las situaciones escolares son: La presencia de una situación o escenario imaginario representación de roles o el ejercicio de habilidades oriundas o destinadas a contextos no presentes); La presencia de reglas de comportamiento socialmente establecidas; La presencia de una definición social de la situación.

           Aunque la relación juego-desarrollo pueda compararse a la relación instrucción desarrollo, “el juego proporciona un marco mucho más amplio para los cambios en cuanto a necesidades y conciencia”. La acción en la esfera imaginativa, en una situación imaginaria, la creación de propósitos voluntarios y la formación de planes de vida reales e impulsos volitivos aparecen a lo largo del juego, haciendo del mismo el punto más elevado del desarrollo preescolar. “El niño avanza esencialmente a través de la actividad lúdica”. Sólo en este sentido puede considerarse al juego como una actividad conductora que determina la evolución del niño, (Vygotsky 1993).

Una puesta en ejercicio, en el plano imaginativo, de capacidades de planificar, figurarse situaciones, representar roles y situaciones cotidianas; El carácter social de las situaciones lúdicas, sus contenidos y, al parecer, los procedimientos y estrategias que sugiere el desarrollo del propio juego en tanto se trata de un atenerse a reglas socialmente elaboradas. Tanto las reglas corno las instancias de adecuación a las mismas, son de naturaleza social.

La idea de juego como una suerte de recurso pedagógico promovido o utilizado en situaciones de interacción adulto-niño, como una actividad deliberadamente propuesta en un contexto de enseñanza, de la noción de juego como una actividad espontánea cotidiana y vital del niño. Se debe tener presente que la asignatura de formación cívica y ética en la escuela es un proceso basado en el trabajo y la convivencia escolar, donde niñas y niños tienen la oportunidad de vivir y reconocer la importancia de principios y valores que contribuyen a la convivencia democrática y a su desarrollo pleno como personas e integrantes de la sociedad.

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