Juguemos En El Cole Mientras La Profe No Está

Como siempre, en cada curso están los “bochos” que comienzan a demostrar su enojo, porque ellos sí se habían esforzado en terminar su tarea rápidamente para poder tener más horas de estudio. Estos alumnos acostumbran a dedicar ese tiempo libre a alguna lectura o a algo que para ellos es interesante.

Sin dejar pasar un solo minuto, los hombres comienzan a organizar el famoso futbolacho, hasta que se encuentran con la noticia de que no hay pelota. Eso no es problema, pues “lo perro” se organizan rápidamente y buscan la forma de conseguirla, ya sea de otro grado o algún balón en mal estado que nunca falta en los colegios, poco importa si es de volleyball, básquet o rugby.

Las mujeres no se quedan atrás, ya que ellas disfrutan de este tiempo a su manera; peinándose, pintándose las uñas o aprovechando para escaparse con el noviecito. Las demás que no se suman a esta actividad realizan las tareas asignadas para la siguiente clase.

No existe mayor entusiasmo para un estudiante que saber que la maestra de alguna materia no haya venido, en especial si es de una que no te simpatiza del todo. El hecho comienza a tomar relevancia cuando justo en esa cátedra tenías que presentar un trabajo o rendir un examen para el cual no te habías preparado.

Todo esto pierde impacto cuando llega alguna profesora reemplazante, aunque llevar a cabo una clase con la docente sustituta nunca es lo mismo que con la oficial. Se sabe que podría ser la última vez que la veas y no es la encargada de ponerte la nota, entonces te tomas ciertas libertades.

Comienzan a volar los avioncitos, bodoques, pelotitas de papel, borradores, cartucheras y algún que otro objeto, ya sea por el compañero o la pizarra. Todo sea para pasar momentos inolvidables, aprovechando la circunstancia.

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