Jusiticia Nativa

LA JUSTICIA NATIVA Y DE COSTUMBRES EN MÉXICO.

Desde el momento en que el hombre en que el hombre ha vivido en comunidad o en grupo, el conflicto del hombre hacia el hombre ha aparecido para estropear las relaciones humanas, conflictos en aspectos de los bienes personales, de la propiedad, de la forma de pensar, de actuar, bajo estas circunstancias ha tenido la necesidad de acudir a personas sabias para plantearles sobre su problemática y poder encontrar una respuesta a su conflicto, como el ejemplo bíblico que menciona de las dos mujeres que acudieron con el Rey Salomo, sobre la problemática que tenían, atribuyéndose a sí mismas como madre de un niño. Desde esos tiempos el hombre ha tenido la necesidad de resolver sus inquietudes con las personas más sabias. En nuestro México antes de la llegada de las ideas occidentales, básicamente en los pueblos originarios la resolución de los conflicto se realizaban con las personas más viejas del pueblo porque se deducía que ellos tenían la sabiduría suficiente para resolver la problemática; como lo señala el manual sobre problemas de justicia restaurativa, en algunos países de África, Oceanía y Asiática, el derecho consuetudinario ha tomado cierta relevancia sobre los temas de justicia restaurativa, en un aspecto informal, pero más humanizaste donde la víctima y el delincuente, se encaran para resolver la problemática de una forma respetuosa y rápida, ante un autoridad escogida por los miembros de la comunidad, donde las penas corporales no son los objetivos que se persiguen, tampoco un litigio extenso y costoso, simplemente un acuerdo rápido y ágil. Podemos rescatar de este tipo de sistema de justicia algunos aspectos positivos donde el pensamiento litigioso no es el que impera en las mentalidades de las personas, sino una solución pacífica y confiable. Además, el tipo de sistemas de justicia consuetudinaria, en nuestro país está contemplado en la propia Constitución en el artículo segundo, que establece el reconocimiento a las comunidades indígenas en cuanto a su estructura social, económica, cultural y política, además que en nuestro Estado existe una Ley de Administración de Justicia Indígena en donde la figura del juez, persona ante quien se acude para la solución de las problemáticas del pueblo, tiene ciertas atribuciones que la propia ley lo faculta.

Antes que la ideología occidental penetrara a nuestro mundo, en las comunidades indígenas la justicia era dictada por los hombres viejos y sabios de la comunidad pero una vez que la justicia paso a formar de la pieza jerárquica del estado, como dominador absoluto, la figura del juez de los pueblos fue institucionalizada en ordenamiento jurídicos para su eficaz funcionalidad, y con el decreto Número 55 del mes de octubre de 1831, bajo el título “Arreglo a Tribunales” establece con la denominación actual al Juez Auxiliar como parte del Poder Judicial.

Pero esa figura hoy en día es establecida por la decisión de los propios miembros de la comunidad, que en algunas ocasione los elegidos no tienen las cualidades para esos cargos, en cuanto a principios morales e intelectuales, es verdad que con esas figuras la justicias cumple con sus cometidos constitucionales de prontas y expeditas, pero en ocasiones la justicia no cumple con su objeto descrito por Ulpiano “La justicia es la constante y perpetua voluntad de dar a cada uno su derecho.”

Estas figuras para darle un respaldo más eficaz y confiable se necesita de una difusión y una impartición de programas para los jueces comunitarios, para poder comprender la importancia y las repercusiones de las decisiones que toman cada vez que resuelven un problema en la comunidad.

Tomando en consideración estos aspectos creo que en ocasiones la institucionalización de ciertas figuras, hace que pierdan su esencia y los alejan de los fines por las que fueron creados, además

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