LA CENICIENTA. (ADAPTACIÓN DE LA PELICULA 2015). PERSONAJES:

LA CENICIENTA. (ADAPTACIÓN DE LA PELICULA 2015).

PERSONAJES:

1.Ella (Cenicienta). Joanna Ríos Cervantes.

2.Príncipe (Kit). Rafael Ochoa Gracia.

3.Rey. Francisco Águila Juárez.

4.Madrastra. Andrea Zarate Sánchez.

5.Anastasia. Erika Meredith Cabrera Mendieta.

6.Drisella. Angela Netzahual González

7.Hada madrina (Narradora). Johana Sánchez Quiñones.

8.Duquesa. Berenice Beatriz Fernández.

9.Capitana. Flor de Yazareth Cahuantzi Muñoz.

10. Princesa Chelina de Zaragoza. Anayeli Vázquez Conde.

11.Soltera casadera. Guadalupe Cuatianquiz Muñoz.

Narrador: (Entra al escenario y se dirige al público de manera alegre) Hace mucho tiempo vivía una joven llamada Ella, pero ella no veía el mundo como realmente era, sino como quizás pudiera ser, si tan solo tuviera un poco de magia. Para sus padres ella era una princesa, cierto no tenía una corona, ni un título, ni un castillo, pero ella gobernaba su propio pequeño reino. Cuyas fronteras eran la casa y la pradera a las orillas del bosque. Su padre quien era un comerciante viajaba mucho y Ella lo extrañaba durante su ausencia, pero sabía que el siempre volvería, pero la tristeza puede invadir cualquier rincón, no importa cuán feliz sea. Y así invadió el reino de Ella, cuando era niña su madre murió y le hizo prometer que debería siempre recordar ser valiente y bondadosa.

El tiempo paso, y el dolor se volvió un recuerdo. En su corazón Ella nunca cambio, pues recordaba su promesa a su madre, ser valiente y bondadosa. Su padre sin embargo había cambiado mucho, pero tenía fe en que vendrían tiempos mejores. Así que decidió rehacer su vida con una mujer viuda honorable que tenía dos hijas de la misma edad que Ella se llamaban Anastasia y Drisella, un día el padre de Ella salió de viaje y en el trayecto enfermó y falleció.

Sus hermanastras carecían de aptitud para las artes domesticas como el quehacer del hogar, de hecho, carecían de aptitud para cualquier arte.

Drisella: (cantando desafinadamente mirando hacia el cielo, cerca de ella están la madrastra sentada en una silla con un plato de galletas, Anastasia pintando un retrato de su madre y Ella barriendo el suelo impresionada de como canta Drisella)

Un tierno amante con su amor con un premio y un sudor de un bribón

Llego y rompió su amor... Amantes bajo el sol… mmm…mmm…

(La madrastra ve la cara de Ella y tira el plato de galletas, Ella va y recoge las galletas y el plato mientras Anastasia la ve con rencor por detrás Ella se levanta del suelo y se retira con una sonrisa de burla en el rostro)

Amantes bajo el sol… mm.…mm…

Madrastra: (Al ver que Ella se retira se dirige a Drisella) CIERRA LA BOCA.

Narrador: Su madrastra y hermanastras abusaban de su bondad y poco a poco consideraron a Ella menos como una hermana y más como una mucama, y así Ella termino haciendo todo el trabajo, esto era bueno para Ella pues la distraía de su dolor o eso era lo que decía su madrastra y para ella y sus hijas era un enorme placer ofrecer a Ella muchas distracciones. En su defensa siempre compartían con ella sus propios alimentos, o al menos las sobras de la mesa.

A veces al final del día hacia mucho frio en el ático como para pasar la noche, y se recostaba junto a las tenues brazas de la chimenea para entrar en calor.

(Ella se recuesta frente a la chimenea, y al sonar las campanas, despierta con cenizas en la cara)

Madrastra: ¿No está preparado el desayuno?

Ella: Ya está madam, solo avivo el fuego.

Madrastra: En el futuro podrías no llamarnos cuando hayas terminado.

Ella: Lo que desee.

Madrastra: ¿Ella que tienes en la cara?

Ella: Madam.

Anastasia: Son cenizas de la chimenea.

Madrastra: Ve y aséate ahora mismo.

Anastasia: Llenaras de ceniza él té.

Drisella: Le tengo un nuevo nombre. Cara de ceniza.

Anastasia: No soportaría estar tan sucia. ¡Ay, ya sé! Sucia Ella.

Drisella: Cenicienta. Es tu nombre desde hoy.

Madrastra:  Ay niñas, que cosas inventan. (Se acerca Ella con un plato a la mesa) ¿Y este plato? ¿Acaso olvidamos a alguien?

Ella: (sonriendo) Es mi plato.

Madrastra: Ay para mí sería inaceptable que prepares la comida la sirvas y te sientes con nosotras. No preferirías comer al terminar tus tareas Ella. O te gustaría, ¿Cenicienta? (Ella se queda desconcertada al recibir esa respuesta y la madrastra comienza a reírse. Ella se lleva el plato y comienza a llorar al sentir frustración tira el plato y se agacha para recoger los pedazos de al subir la mirada se ve en un espejo y toca su rostro).

Narrador: Cenicienta, los nombres tienen poder como los hechizos. De pronto le pareció que su madrastra y hermanastras, realmente la habían transformado en una pobre criatura de ceniza y pena.

(sale corriendo de escena y aparece el príncipe en el bosque con la duquesa con arco y flechas en manos buscando a un ciervo que ve Ella al ir corriendo en el bosque sola)

Quizás fue una fortuna que las hermanastras de Ella fueran tan crueles. Pues de no haber huido al bosque tal vez jamás habría conocido al príncipe.

(Ella corre sin parar por el bosque y entonces el príncipe la ve y corre para ayudarla)

Príncipe: ¿Está usted bien?

Ella: Estoy bien, pero casi matas de un susto al pobre.

Príncipe: ¿A quién?

Ella: Al ciervo. ¿Qué es lo que te hizo para que tengas que perseguirlo?

Príncipe: Te confieso que jamás nos habíamos visto, ah ¿es amigo tuyo?

Ella: Es un conocido, apenas lo conocí hoy. Lo miré a los ojos y el a los míos, e intuí que aún tenía algo grande que hacer con su vida es todo.

Príncipe: ¿Cuál es tu nombre señorita?

Ella: Mi nombre no importa.

Príncipe: Es peligroso internarte sola en el bosque.

Ella: No estoy sola, estoy contigo, joven… ¿Cuál es tu nombre?

Príncipe: (ríe) ¿En serio no lo sabes?... Digo… me llaman Kit o mi padre lo hace si está de buen humor.

Ella: ¿Y dónde vives joven Kit?

Príncipe: En el palacio, ah mi padre me enseña su oficio.

Ella: ¿Eres un aprendiz?

Príncipe: Algo así, sí.

Ella: Es maravilloso y… ¿ahí te tratan bien?

Príncipe: Ah Tal vez mejor de lo que merezco. ¿y a ti?

Ella: Tan bien como pueden tratarme.

Príncipe: Como lo siento.

Ella: No es tu culpa.

Príncipe: Ni tuya, seguramente.

Ella: Aunque no esta tan mal, otros seguramente sufren más, y por eso lo mejor es ser valientes y bondadosos, ¿También lo piensas?

Príncipe: Si... tienes razón, eso es justo lo que pienso.

(suena una trompeta de cacería)

Ella: No lo vayan a lastimar, te lo pido.

Príncipe: Pero es una cacería, eso es lo que se hace.

Ella: No porque sea lo que se hace significa que este bien hacerlo.

Príncipe: tienes razón.

Ella: Entonces si lo vas a dejar en paz.

Príncipe: Lo hare.

Ella: Eres muy amable, joven Kit.

Capitana: ¡Ah! ¡Lo encontré alteza!

Príncipe: ¡Soy Kit! Kit, Kit dime Kit voy en un minuto.

Capitana: Tenemos que reagruparnos ¿Viene señor Kit?

Príncipe: Ya te lo dije en un minuto. Espero encontrarte otra vez.

Ella: Y yo a ti.

(Ella sonríe y regresa a su hogar es decir sale de escena al igual que el príncipe; aparece el rey y el príncipe en una habitación)

Rey: Hablas como si fueras el primer hombre que ver a una bella chica.

Príncipe: no era una bella chica… bueno si era una bella chica, pero había mucho más en ella.

Rey: ¿Qué tanto? solo la has visto una vez. ¿Qué tanto crees que sabes de ella?

Príncipe: Dijiste que supiste de inmediato al ver a mi madre.

Rey: Es diferente tu madre era una princesa.

Príncipe: Aun así, la habrías amado.

Rey: No la habría conocido porque no habría sido apropiado. Y mi padre me habría expresado lo que te expreso ahora. Y yo habría hecho caso.

Príncipe: Claro que no.

Rey: Claro que sí.

Príncipe: Claro que no.

Rey: Que sí.

Príncipe: Que no.

Rey: Tienes razón. Ven llegaremos tarde. Y la puntualidad es lo que más distingue a un príncipe.

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