ClubEnsayos.com - Ensayos de Calidad, Tareas y Monografias
Buscar

LA DECISIÓN DE VILLALIMPIA


Enviado por   •  3 de Octubre de 2011  •  10.020 Palabras (41 Páginas)  •  454 Visitas

Página 1 de 41

Personajes

Sr. Campos

Campos-niño

Sr. Barros

Sr. Fuenteseca

Sr. Cenizo

Flora

Sr. Montes

Hada Madrina

Niña

Charlie

P-2

Una mesa enorme de despacho. Encima, un ordenador, un fax, un router, dos teléfonos, un montón de papeles y un interfono. En un extremo del escenario, una percha donde hay colgado un traje y una corbata de marca. Entra el Señor Campos por la izquierda. Viste camisa blanca, pantalones vaqueros y calza zapatillas deportivas. En la mano lleva un cuadro: es un paisaje donde aparece un pueblo rodeado de campos y bosques. Mira el cuadro, satisfecho, y después mira la pared de su despacho, buscando con la mirada. Finalmente cuelga el cuadro en un clavo. No le gusta cómo queda. Lo descuelga. Lo cuelga en otro clavo de la pared del fondo. Mientras lo hace suena una voz de mujer por le interfono. Es Flora.

VOZ DE FLORA- ¿Señor Campos…?

El Señor Campos mira el interfono y mira el cuadro. No sabe qué hacer. Finalmente termina de colgar el cuadro y coge distancia para ver cómo queda, sin responder al interfono.

VOZ DE FLORA- ¡Señor Campos…!

El Señor Campos se dirige al interfono, contrariado.

SEÑOR CAMPOS- ¿Qué pasa, Flora?

VOZ DE FLORA- Ha venido el Señor Montes, dice que quiere verle.

SEÑOR CAMPOS (molesto)- ¿Montes? (Pausa breve. Duda. Finalmente se decide). Dile que ahora no puedo recibirlo, que estoy muy ocupado.

VOZ DE FLORA- Es que insiste mucho.

SEÑOR CAMPOS- ¡Pues que espere! Dale una revista.

VOZ DE FLORA- Es que no tengo ninguna.

SEÑOR CAMPOS- ¡Pues un periódico!

VOZ DE FLORA- Es que todos son antiguos.

SEÑOR CAMPOS (contrariado)- ¿Y el de hoy? ¿Por qué no ha llegado aún? ¡Como secretaría, deberías encargarte de…!

VOZ DE FLORA- Lo tiene usted. Se lo dejado encima de la mesa.

El Señor Campos busca sobre la mesa. Lo encuentra.

SEÑOR CAMPOS- Vaya, es verdad. (Duda) ¡Pues déjale las Páginas Amarillas!

VOZ DE FLORA- Es que…

VOZ DEL SEÑOR MONTES (interrumpiendo a Flora, por al interfono)- Oye, Campos, he venido a hablar contigo y no pienso irme hasta haberlo hecho, ¿te queda claro? Si hace falta esperará todo el día.

SEÑOR CAMPOS (enfadado)- ¡Pues ponte cómodo, Montes, porque tienes para rato!

El Señor Campos desconecta el interfono, enfadado. Mira el cuadro. Le gusta cómo queda. Suena el teléfono. El Señor Campos lo coge)

SEÑOR CAMPOS (al teléfono, enfadado)- ¿Y ahora qué pasa? (…) (Suave, caríñoso) Ah, eres tú… Hola, bonita. (…) Claro que sí, bonita, hoy papá te irá a buscar a la salida del cole. (…) ¿A coger moras? Pero si no es época, cariño, no vamos a encontrar ni una….(…) Vale, vale, iremos a coger moras, no llores, mujer…(…) Sí, también amapolas. (…) Y haremos un ramo muy grande para mamá, sí. Bueno, ¿y qué has hecho esta mañana en el cole? (…) ¿Has dibujado un árbol, en serio? (…) ¿Y has pintado de rojo la letra “A”? ¡Vaya, pues has hecho muchas cosas! (…) Hasta luego, bonita.

Cuelga. Se oye la voz de Flora por el interfono.

VOZ DE FLORA- Señor Campos…

SEÑOR CAMPOS (al interfono, enfadado)- ¿Y ahora qué pasa? No me lo digas: ¡Montes no quiere leerse las Páginas Amarillas!

VOZ DE FLORA- No, es que…

SEÑOR CAMPOS (interrumpiéndola, enfadado)- ¡Pues que se lea el prospecto de un medicamento! ¡Aún te tomas ese jarabe para el resfriado! ¿No? ¡Pues préstale el prospecto, haz lo que sea, pero no le dejes entrar!

VOZ DE FLORA- ¡Pero Señor Campos, déjeme que le cuente…!

SEÑOR CAMPOS (interrumpiéndola, enfadado)- ¡Te he dicho que no! ¡No quiero que entre nadie! ¿Es que no me has entendido? ¡Tengo muchas responsabilidades y no puedo atender a todo el mundo!

VOZ DE FLORA- Es que han llegado los caballeros de la empresa “Basuras y Asociados, S.A.”

SEÑOR CAMPOS (nervioso)- ¿Por qué no lo decías antes? ¡Hazlos pasar!

El Señor Campos se dirige rápidamente a la percha, se pone la americana y empieza a ponerse los pantalones elegantes sobre los pantalones vaqueros, nervioso. Le cuesta. Está a punto de tropezar. Finalmente consigue ponérselos. A continuación se pone la corbata, pero con los nervios no consigue hacer bien el nudo. Alguien llama a la puerta con los nudillos.

SEÑOR CAMPOS - ¡Un momento!

Finalmente consigue hacerse el nudo de la corbata. A continuación se quita las zapatillas deportivas sin desatarse los cordones. Busca dónde esconderlas. Finalmente las mete de cualquier manera en un cajón de la mesa de despacho. Empieza a buscar algo desesperadamente.

SEÑOR CAMPOS (nervioso)- ¿Y los zapatos?

Vuelven a llamar a la puerta con los nudillos.

VOZ DEL SEÑOR FUENTESECA (impaciente)- Señor Campos, ¿podemos pasar o no?

SEÑOR CAMPOS- Sí, sí, un momento. (Se sienta en la silla de despacho, de manera que la mesa impida ver que va descalzo. Adopta la posa de ser alguien importante). Adelante.

Entran el Señor Fuenteseca, el Señor Barros y el

...

Descargar como (para miembros actualizados)  txt (64 Kb)  
Leer 40 páginas más »
Disponible sólo en Clubensayos.com