LA DIADA PATERNALISMO-AUTONOMIA
Gustavo Adolfo VeronTarea19 de Abril de 2016
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RELACION
MEDICO-PACIENTE
Materia: ETICA
Profesora:
Alumno:
ETICA
LA RELACION MÉDICO – PACIENTE
INTRODUCCION:
La relación Médico- Paciente plantea múltiples cuestiones éticas, algunas han recibido más atención que otras, como por ejemplo actitudes paternalistas extremas; la autonomía del paciente; y la necesidad de asegurar que este participe en el proceso de toma de decisiones, y de que se respeten sus derechos.
Entre los más relevantes utilizando como criterio para seleccionarlos la actualidad y urgencia que revisten en la práctica médica, y la atención que han recibido y siguen recibiendo en la bioética encontramos a :
LA DIADA PATERNALISMO-AUTONOMIA
En la actualidad los profesionales de la salud deben respetar la autonomía de los pacientes. En América Latina se evidencia una tendencia creciente a debatir la importancia del respeto por la autonomía, aunque este respeto no siempre jugó un papel importante en la práctica médica.
A lo largo de los años, tomando como modelo a Hipócrates, la beneficencia médica se constituyo en el pilar de una relación Paternalista donde se consideraba que el médico estaba justificado para tomar decisiones en función de lo que estimaba beneficiaría a su paciente independientemente de los deseos de este.
Los motivos que justifican la asimetría en el poder de decisión entre el médico y el paciente son:
- El conocimiento de la medicina y la experiencia terapéutica de los profesionales de la salud;
- La supuesta falta de racionalidad y objetividad del paciente a quien por su estado de enfermedad se lo suponía incapaz de tomar decisiones razonables y
- Prevalecía una cierta imagen del médico como un ser desinteresado, altruista, absolutamente dedicado al paciente y dispuesto a hacer todo lo posible para beneficiarlo y por parte del paciente como un ser dependiente al cual solo le quedaba confiar en las directivas de su médico.
Robert Veach rechaza el modelo hipocrático, denominándolo “modelo sacerdotal” para desestructurar la jerarquía y el misterio inherente en la desigualdad de conocimiento entre el médico y el paciente.
Críticas al modelo hipocrático:
- Supone una noción de beneficencia muy cuestionable ya que implica la renuncia moral del paciente.
- No reconoce que la sociedad se rige por un conjunto de reglas éticas más amplias que las que presupone el beneficio de la beneficencia.
Veach propone otros modelos que si bien difieren entre sí acuerdan en poner al principio de beneficencia como sólo uno de los principios que debe tener peso moral en la relación y consideran que el principio del respeto por la autonomía muchas veces supera al de beneficencia médica.
- MODELO INGENIERIL: Se lo considera al médico como un experto técnico que presenta los hechos al paciente sin emitir juicio de valor, evitando influenciarlo. Este modelo es inadecuado porque el médico no puede desligarse plenamente del proceso de toma de decisiones, ya que hacerlo implicaría contravenir sus obligaciones personales.
- MODELO COLEGIAL: En este modelo el paciente y el médico son como colegas que tienen un objetivo en común, restaurar la salud del paciente. La crítica a este modelo es su naturaleza utópica ya que supone una igualdad inexistente entre médico-paciente, puesto que en general existen diferencias en valores; clase social y hasta cultural.
- MODELO CONTRACTUAL: Este modelo permite compartir responsabilidades preservando la integridad e igualdad moral de los involucrados. El médico y el paciente son agentes morales libres con sus propios objetivos e intereses, y ambos participan en el proceso de la toma de decisiones.
Desde que Veatch lo propuso y defendió este modelo ha sido blanco de objeciones variadas:
- Supuestos equivocados: el suponer que existe un contrato igualitario entre médico y el paciente, cuando en verdad esto no es posible por cuanto una de las partes es tan dependiente de la otra.
- Se le critica el lenguaje de contrato y concertación que utiliza, por poser connotaciones legales que dejan de lado elementos morales significativos.
- Se le objeta que conciba la relación médico-paciente como regida por la obligación fundamental de respetar los respectivos derechos de los involucrados, promoviendo por ello un enfoque moral minimalista.
TRATANDO DE SUPERAR LA DÍADA
Los autores Linda y Ezequiel Emanuel analizan cuatro modelos de la interacción entre los médicos y sus pacientes en función de cuatro variables: los valores del paciente; las obligaciones del médico; el rol que este cumple y el concepto de autonomía implicado.
- Modelo paternalista, el que parte de la base de que los valores del paciente son objetivos y compartidos por su médico. Los autores no consideran que se descuide la autonomía del paciente más bien la concibe de manera diferente porque supone que el paciente acuerda en el presente o acordará en el futuro con las determinaciones del médico.
- Modelo Informativo (idem Ingenieril de Veatch) basado en la idea de que el paciente conoce sus valores y que estos son estables, en tanto que las obligaciones del médico se limita a proveer información y a respetar la autonomía del paciente permitiéndole ejercer pleno control sobre el proceso de toma de decisiones. Los autores rechazan este modelo:
- por no tomar en cuenta las responsabilidades y obligaciones profesionales del médico.
- No reconoce que frecuentemente la capacidad del paciente de tomar decisiones de manera informada se vé seriamente comprometida por su enfermedad.
- Modelo interpretativo, supone que los valores del paciente no son claros y que pueden ocasionar conflictos, el médico cumpliría con la función de intérprete y consejero: brinda información necesaria para ayudar al paciente a clarificar sus valores y deseos, y a seleccionar el tipo de intervención médica que los actualice. Este modelo también es vulnerable a objeciones porque la concepción de la autonomía excluye la posibilidad de que el médico intente persuadir al paciente para que adopte otros valores, por lo cual limita seriamente su capacidad de ofrecer pautas y recomendaciones. En la práctica esto es precisamente lo que los médicos hacen y sus pacientes no solo lo aceptan sino que lo consideran parte de la función del profesional de la salud.
- Modelo Deliberativo: En este modelo el médico es como un amigo o maestro que le brinda información e interpreta los valores presentes en las opciones médicas del paciente y seguir a cuáles se puede aspirar dada la situación en la que se encuentra el enfermo.
Entiende a la autonomía como un desarrollo moral que requiere que las personas evalúen sus propios valores y preferencias.
Este modelo es criticado porque no todos miran con simpatía al médico que juzga los valores del paciente, sin embargo para otros constituye la relación normativamente ideal, por considerar que el modelo que defienden es compatible con la idea que la mayoría de las persona tienen sobre el médico y sus obligaciones.
TRATANDO DE SUPERAR LALA RELACION MEDICO-PACIENTE, LA BIOETICA FEMINISTA Y EL PODER.
Los Emanuel sugieren que la relación médico-paciente se ve empobrecida si se analiza sólo en términos de mayor o menor autonomía. Esa es una consideración que esta siendo examinada por la bioética feminista, en la que se identifica tres ejes temáticos a saber:
- Debate de la autonomía-paternalismo en el marco de la relación médico-paciente: se concentra en el tema de quién tiene el control por lo cual ignora dos cuestiones significativas
- Capacidad de acción moral de los pacientes: se refiere a cómo ayudar a tomar decisiones médicas que le favorezcan al paciente.. Para la bioética feminista, las diferencias de género, de clase y de etnia poseen implicancias importantes y en tanto no se las reconozca el profesional de la salud no puede respetar y promover genuinamente la agencia moral de su paciente.
- Al enfatizar el tema de quien tiene el control en la relación se deja de lado lo epistemológico. Desde el punto de partida feminista se argumenta que una cuestión fundamental para debatir es la del tipo de conocimiento que da a la medicina su autoridad y su estatus social.
- Noción de Autonomía: Se acepta la noción de Autonomía pero sostiene que es imposible ofrecer un modelo de la relación médico-paciente que sea prácticamente efectiva hasta que no se reemplacen las concepciones individualistas de la autonomía por concepciones relacionales que exploren la situacionalidad de la persona. Por ello la presencia o ausencia de autonomía va más allá de la posesión de opciones: tiene que ver de manera crucial con la oportunidad que la persona tuvo de desarrollar el tipo de habilidades que le permiten elegir una opción por sobre otra.
- Cuestión del poder: esta cuestión no es exclusivo del feminismo. H. Brody argumentó que todo análisis que deje de lado el tema de la distribución del poder dentro de la relación es seriamente deficiente. Este autor identifica tres tipos de poder que el médico posee cuando se encuentra en relación con un paciente:
- el adquirido por su entrenamiento y su conocimiento de la ciencia médica; 2) el que está relacionado con sus cualidades personales y su carisma y 3) el que le da su estatus social en tanto profesional de la salud. Una relación médico-paciente sana debe aspirar a que el poder sea compartido, en la medida de lo posible, esto se logra cuando en médico y el paciente entran en un diálogo que permitirá explorar los supuestos, los valores en juego y sus perspectivas respectivas. El feminismo no se limita a reconocer el poder del médico sobre el paciente sino lo trata de contextualizar, surge allí la idea de “empoderamiento” de los pacientes y no la de respeto por la autonomía.
Como conclusión la postura feminista evidencia el objetivo de lograr un cambio radical en la manera de concebir y evaluar la relación médico-paciente, basada en conceptos y modelos que intentan ser más ricos que los utilizados por la ética médica tradicional.
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