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LA EQUIDAD

pame01Ensayo23 de Septiembre de 2013

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LA EQUIDAD

La equidad de género es la capacidad de ser equitativo, justo y correcto en el trato de mujeres y hombres según sus necesidades respectivas. La equidad de género se refiere a la justicia necesaria para ofrecer el acceso y el control de recursos a mujeres y hombres por parte del gobierno, de las instituciones educativas y de la sociedad en su conjunto.

La equidad de género representa el respeto a nuestros derechos como seres humanos y la tolerancia de nuestras diferencias como mujeres y hombres, representa la igualdad de oportunidades en todos los sectores importantes y en cualquier ámbito, sea este social, cultural o político. Es en este último donde es necesario que la mujer haga valer su lugar, sus capacidades y sus conocimientos, su voto, su voz. En el terreno económico, es también de vital importancia lograr la equidad de género, ya que si a la mujer se le restringe el acceso al campo productivo, al campo laboral o al campo comercial, se genera pobreza. En el caso de mujeres estudiantes y trabajadoras, las madres solteras que son el pilar de la familia, ¿Qué pasa si no tienen una fuente generadora de ingresos? Se restringe la educación, el esparcimiento, la recreación, la salud y sobretodo la alimentación.

Actualmente la desigualdad de géneros es una problemática que los gobiernos y organismos nacionales e internacionales tratan de erradicar, pero si bien es cierto que se han tenido grandes avances en el tema, también es cierto que cada día surgen nuevos sectores donde la desigualdad de género, de etnia y de clase social obstaculizan el crecimiento económico y el desarrollo social y humano.

¿Por qué es importante que la sociedad y los gobiernos respeten y fomente la equidad de géneros?

La equidad de géneros es vital para mejorar las condiciones económicas, sociales, políticas y culturales de la sociedad en su conjunto, también contribuye a lograr una ciudadanía más integral y a fortalecer la gobernabilidad democrática.

Lograr la equidad de géneros es un reto para todas las sociedades y sus gobiernos, tan es así que dentro de los Objetivos de Desarrollo del Milenio, un Proyecto de desarrollo de las Naciones Unidas (órgano asesor independiente que elaboró un plan de acción concreto para que el mundo revertiera la pobreza absoluta, el hambre y la enfermedad que afectan a miles de millones de personas), se encuentra el objetivo de promover la Equidad de Género y la Autonomía de la Mujer.

Para lograr estos objetivos es necesario que problemas como la pobreza, la falta de accesos a la educación, servicios de salud y la falta de oportunidades de empleo y trabajo productivo dejen de recaer principalmente en las mujeres. Es también ineludible que se formulen y estructuren los medios pertinentes para desarrollar las mismas capacidades, oportunidades y seguridad reduciendo su vulnerabilidad a la violencia y al conflicto, esto con el fin de que tanto los hombres como las mujeres tengan la libertad y la capacidad de elegir y decidir de manera estratégica y positiva sobre sus condiciones de vida.

Algunas de las propuestas concretas que creo deben considerarse al formular las políticas públicas en fomento al desarrollo social son:

• Impulsar el desarrollo de las capacidades de la mujer

• Facilitar el acceso de la mujer a oportunidades económicas, políticas, sociales y culturales.

• Garantizar su seguridad.

Es preciso entonces formular políticas sociales donde se garantice un nivel de vida saludable, decoroso, académico y seguro para las mujeres, con libre acceso a los diferentes programas y actividades sociales.

Es imperioso sobre todo iniciar por la mentalidad de todos los individuos, y comenzar a ver a la mujer como un ser complementario, con ansia de empoderamiento, con ansia de transformación y de cambio en las estructuras de dominación en todos los ámbitos, donde se promueva la participación equitativa de hombres y mujeres en todos los procesos, comenzando desde un poder y control sobre sus propias vidas que involucre la toma de conciencia, la construcción de autoconfianza, ampliación de opciones y oportunidades y el creciente acceso y control de los recursos.

Sin embargo, yo creo que principalmente el empoderamiento de las mujeres consiste en la habilidad que tengamos para controlar nuestro propio destino.

Para poder llevar a cabo una buena política de desarrollo social y humana no deben verse las diferencias de sexo entre los seres humanos como obstáculos, si nomás bien se deben reconocer tales diferencias y potencializarlas, partiendo de ellas para diseñar estrategias encaminadas a ampliar y ofrecer igualdad de oportunidades a todos los hombres y mujeres guerrerenses.

Equidad

El caso del carpintero

Había en Japón un carpintero llamado Hanshichi. Era muy trabajador, pero una larga enfermedad le había impedido pagar su renta por un tiempo. La deuda con Jirobei, su casero, creció hasta sumar treinta monedas. Éste se presentó un día para exigirle el pago. Al no recibirlo, le pidió que abandonara el departamento y le quitó sus herramientas de carpintero como garantía del pago de la deuda.

Hanshichi se mudó a otra casa. El dueño de ésta, llamado Jubei, era una persona comprensiva, lo recibió y lo ayudó a recuperar su salud. Cuando supo que su inquilino no podía trabajar pues no tenía herramientas, le prestó diez monedas. Le dijo que se las llevara a Jirobei para que se las regresara, y que le prometiera pagarle el resto cuando tuviera trabajo.

El carpintero siguió sus instrucciones, pero Jirobei no hizo caso. Le dijo que no le devolvería las herramientas a menos que le pagara las treinta monedas de una sola vez. Desesperado, Hanshichi decidió recurrir a la corte del juez Ooka, célebre por sus decisiones justas.

El juez le indicó a Jubei que le prestara otras veinte monedas de plata a Hanshichi para recuperar sus cosas. Así se hizo. Después el juez citó a todos a la corte.

—¿Cuántos días dejaste de trabajar por carecer de tus herramientas? —preguntó a Hanshichi.

—Unos cien días, señoría —respondió él.

—¿Y cuánto ganas al día?

—Es muy variable, pero más o menos una moneda.

Entonces el juez pronunció su veredicto:

—Escucha. Jirobei, Tú eres un hombre rico y, a pesar de ello, eres muy cruel con los pobres. No comprendiste la situación de Hanshichi ni quisiste ponerte en tus zapatos. Él ya te pagó todas las rentas que te debía. Ahora eres tú quien debe de pagarle lo que dejó de ganar porque tú no le devolvías las herramientas. Si gana una moneda al día, y han pasado cien días, tienes que entregarle cien monedas.

Jirobei se sintió muy disgustado con esta decisión pero no le quedó más que obedecer la orden. Le entregó las monedas a Hanshcichi. Éste le pagó a Jubei el dinero que le había prestado y el caso se cerró. A partir de entonces todos entendieron lo importante que es comprender la situación de los demás y actuar sin buscar provecho.

CUENTO MOTIVADOR: LA ABUELA

Había una abuela que siempre estaba triste y sola en su casita. Como no podía correr igual que los niños, ni sabía bonitos cuentos, ningún niño del pueblo iba a su casa, porque con ella se aburrían mucho.

La pobre abuelita cosía y cosía, sólo sabía coser.

Pero un día de invierno que hacía mucho frío, la abuela estaba cose que te cose cerca de la ventana, porque así tenía más luz, cuando de pronto oyó unos golpes en el cristal: tic, tic, tic, tic,

La abuela miró y vió que era un pajarito que tenía tanta hambre y tanto frío que le pedía a la abuela que le dejara entrar.

La abuela abrió la ventana y el pajarito se pudo calentar en el brasero. La anciana le dió después leche y miguitas de pan para hacerle pasar el hambre.

- No te vayas, pajarito-ledioj- y así, yo no me sentiré tan sola estos días de invierno.

Y así lo hicieron, el pajarito se quedó todo el invierno con la abuela y ésta ya no estuvo sola.

Pero llegó la primavera y la abuelita temía que el sol volviese a calentar, porque el pajarillo se querría ir y ella se volvería a quedar sola cose que te cose.

EL día que el sol ya calentó, el pajarillo dió las gracias a la abuela y se fue volando por la ventana; pero cuando se dio la vuelta para decir adiós, vio que la abuela estaba llorando.

-¿Por qué lloras , abuela?- le preguntó

- Porque ahora que tú te vas me voy a quedar sola otra vez

-¡Ah, no, abuela! Si tu no quieres yo no me voy de tu casa, me quedaré todo el día en tu jardín y, por la noche, dormiré en la cocina como he hecho durante todo el invierno. Y si lo que tu no quieres es estar sola, voy a decir a mis hermanos los pájaros, que también vengan ellos a vivir a tu casa ¡Qué mejor sitio podemos encontrar!

La abuela se puso muy contenta y pronto su jardín estuvo lleno, lleno de pájaros que no paraban de cantar.

Toda la gente del pueblo decía:

"Es en el jardín de la abuela, en el jardín de la abuela donde se oye cantar"

Y todos iban a vre y oir a los pajaritos, y así es como la abuela ya no estuvo nunca más sola y...cosió poco, muy poco, desde aquel día.

Bajo una seta”

“Había una vez una hormiga que quedó atrapada bajo la lluvia

...

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