LA ESTIMULACIÓN TEMPRANA: UN RETO DEL SIGLO XXI

LA ESTIMULACIÓN TEMPRANA: UN RETO DEL SIGLO XXI

Antiguamente los niños no eran muy tomados en cuenta, con esto me refiero a que no tenían protección, ni se les garantizaba una educación, cuidado, alimentación de calidad, lo que con los años ha ido cambiando a partir de la creación y promulgación de leyes donde se velan por los derechos y garantías de los niños, de aquí viene que los niños de 0 a 6 años son los más vulnerables y más aun los que están en situación precaria y con problemas familiares, quienes según estudios; se ha comprobado que son los que más logran desarrollarse psíquicamente con el apoyo de personas especializadas; esto es lo que da pie a la estimulación del niño.

Hay varias opiniones donde dicen que la estimulación temprana va de 0 a 2 años, otras de 0 a 3 años y otras que lo extienden hasta los 6 años, pero lo que si es cierto es que la estimulación debe iniciarse desde el momento de la concepción y tener como principales actores a la familia; buscando lograr una educación desarrolladora.

Dentro de la estimulación del niño hay que tomar en cuenta diversos aspectos internos y externos que presenta cada niño individualmente; como el ambiente que le rodea y sus características interiores o factores endógenos, como la plasticidad referida al cambio conductual o la respuesta que se le pueda dar al estímulo. En cuanto a los aspectos externos se refiere a la relación del niño con el mundo adulto.

La estimulación debe ser constante y sistemática; y para que de mejores frutos debe hacerse un diagnóstico del desarrollo del niño y más importante aún determinar las potencialidades que cada uno tiene; este último lo definió Vigotski como (ZDP) Zona de Desarrollo Próximo y se concibe como la idea de desarrollar a los niños con estímulos, con mejores métodos, mejorando las condiciones ambientales, materiales, higiénicas y afectivas que los niños tienen a su alrededor mas no basándose en las condiciones intrínsecas de cada uno.

Para lograr un efectivo suministro de ayuda debe seguirse una serie de pasos; el primero es que la familia comprenda y priorice el conjunto de acciones que potencien el desarrollo del niño, y ser capaces de percatarse del momento oportuno para suministrar la ayuda y retirarla; también deben asegurarse de la rotación de roles entre “los que ayudan” y “los ayudados”, la ayuda debe suministrarse gradualmente y por ultimo deben registrar la posición del educado ante la ayuda (si la solicita, la acepta, la incorpora y finalmente la transfiere).

En Cuba se comenzó a trabajar la estimulación desde una edad más temprana desde los 6 meses hasta los 6 años, mediante los Círculos Infantiles que por su gran inversión económica no abastecen la demanda de la población infantil cubana y se crea un programa a través de una vía no institucionalizada, donde el papel principal es de la familia y la participación de la comunidad, asesorados y orientados por un personal profesional especializado.

Comenzando la estimulación desde los 45 días de nacido, se toman en cuenta las particularidades evolutivas e individuales de los niños en cada uno de los subgrupos en que se agrupan y se estimulan en el desarrollo sensomotor, sociomoral, la educación musical y el desarrollo del lenguaje. Es aquí donde toman parte protagónica la familia y el personal especializado que atiende al niño, quienes mantienen una estrecha relación durante la cual estos especialistas le informan acerca de los logros que van alcanzando los niños, así como los aspectos en que colectivamente se debe estimular la familia; cómo se va produciendo el desarrollo del niño y en qué aspectos debe ir estimulándolo con mayor o menor intensidad.

Para los niños de 1 a 3 años hay otra modalidad basada en la estimulación de las áreas del desarrollo sociomoral, lengua materna, conocimiento del mundo de

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