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La Competitividad Sin límites


Enviado por   •  15 de Octubre de 2014  •  1.453 Palabras (6 Páginas)  •  205 Visitas

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Niños japoneses: La competitividad sin límites

Nos situamos en Japón, años después de la Segunda Guerra Mundial, donde de ser un país empobrecido y malherido ha pasado a ser una de las mayores potencias económicas mundiales gracias a la dirección del Ministerio de Finanzas, encargado de gestionar los recursos financieros japoneses, gozando de gran libertad para la toma de decisiones.

El Ministerio de Educación es el encargado de la preservación de la cultura japonesa, así como estructurar la jerarquía social y su permeabilidad mediante unos estudios extremadamente estrictos, basados en rígidos exámenes intelectuales desde la infancia hasta la adultez, constituyendo una ideología meritocrática general en las familias, es decir, en base al mérito obtenido en los estudios o el deporte, tienes posibilidades de ascender en la escala social. En resumen, para poder triunfar tienes que ir a los mejores centros de enseñanza, desde la guardería, siendo en ésta donde separan desde un principio a los niños que tienen potencial de los que no, hasta la universidad, ya que lo fundamental es el éxito. La planificación de los estudios se sustenta en el aprendizaje de todas las áreas educativas, es decir, a parte de las materias troncales como matemáticas, lenguaje u otras, también deben estudiar seriamente arte, deporte y música para una mayor disciplina, por lo que podemos decir que el sistema educativo no deja nada al “azar”. Sus métodos están dirigidos a la sumisión al grupo, ya que no puede destacar nadie, fomentando la competitividad, sobre todo en los hombres. Un ejemplo son las reglas del colegio para mujeres que aparece en el documental, donde no puedes preguntar bajo ningún concepto las dudas al profesor, a parte de la norma de que el pelo no puede sobrepasar la altura de los hombros, si no debe hacerse unas trenzas o coletas, y otra es la de vestir un uniforme sobrio para que nadie destaque sobre el resto. El respeto y la obediencia para con los adultos es primordial, especialmente con los profesores, los cuales son un modelo de autoridad estricta, si alguien de menor edad no saluda o acata las órdenes, es castigado severamente. Los adultos también son los que eligen al representante o delegado de cada clase, no por votación popular, suponiendo para estas personas un gran honor y una responsabilidad.

Las relaciones sociales dentro de la escuela son escasas o nulas, ya que no se debe hablar, y mucho menos mostrar alguna actitud rebelde, y es a la salida cuando se juntan los grupos de amistades para compartir sus opiniones acerca del día. Desde el principio se separan a las chicas de los chicos, destacando en esta diferenciación de género el papel de cada uno en la sociedad, siendo el hombre el que puede optar por puestos de trabajo en la élite como ejecutivos o directivos de grandes empresas, relegando a la mujer al papel de la perfecta ama de casa y cariñosa esposa, teniendo que dar clases sobre cómo sentarse o la manera de tratar a los hombres.

El concepto del ser humano como un individuo sólo y exclusivamente se conoce si anteriormente has conseguido triunfar como miembro del grupo. Aun así siguen sin poder destacar sobre el resto, relegándose la persona a un segundo plano. A parte, todo aquel que no consigue formar parte de un grupo o seguir el ritmo de la escuela, se queda completamente marginado, a merced de las burlas y chantajes de los otros compañeros, como en el caso de los miles de estudiantes que abandonaron la escuela por no haberse integrado y tenían que ir a internados alternativos donde el aprendizaje era muchísimo menos estricto y severo, y podían tener amigos con mayor facilidad en un entorno agradable y sin presiones, con el inconveniente de que nunca tendrían un “puesto digno” en la sociedad. Aunque en el extremo de esta marginación, nos encontramos con los niños que lejos de poder solucionar sus problemas, llegaron a provocar su suicidio, como le pasó a Kiyoteru, un joven de 13 años, el cual se colgó de un árbol de su casa por no poder aguantar más tiempo el chantaje de los otros chicos. Tristemente, el documental deja bien claro que no había ninguna

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