La Constitución Mexicana

Este cuento fue elaborado gracias la inspiración de obtener una buena calificación para la materia de Teoría constitucional. El cuento aborda la historia de un niño de sexto año de primaria el cual su maestra le deja una tarea bastante adelantada para su edad, esta se traba de investigar todo lo posible sobre la constitución mexicana.

Esta tarea lleva al niño a conocer a una persona que para su suerte es abogado, se hacen amigos y Benjamín y hasta descubren que son vecinos, el abogado llamado Alex le ayuda con su tarea cuando iban de camino a casa, pero como no es una tarea sencilla explicarle a un niño de sexto año la constitución trata de hacerlo más entendible para el pequeño Benjamín.

A la vez conocemos otra historia con otros personajes, esta sirve para explicarle la constitución y sus características a Benjamín.

El personaje principal se llama Benjamín es un estudiante de sexto año vive en una colonia muy cerca de la escuela, vive solo con su madre llamada Allison que se había divorciado del papá de Benjamín.

Benjamín es un niño no muy alto ni gordo, al contrario era bajito y delgado, se percibe tan frágil como si un soplo del viento tuviera la fuerza necesaria para levantarlo y llevárselo era de piel clara y tenía un rostro que reflejaba nobleza con unas cuantas pecas pintadas y unos ojos color café, un cabello castaño y unos dientes un poco chuecos pero aun de leche. 

Esta es la historia de Benjamín un niño de sexto grado de primaria el cual un día normal como cualquier otro se encontraba en su recreo jugando a las atrapadas con sus amigos cuando de pronto uno de sus compañeros lo empujo mientras corría y cayó al suelo raspándose el codo, no había un profesor en la área donde estaban jugando, pero si un adulto que se acercó a auxiliarlo ya que se percató del accidente y observo que Benjamín lloraba tras el golpe, lo ayudo a levantarse y reviso su codo y vio que no había peligro solo había sido un pequeño raspón.

¿Estás bien? Le pregunto el adulto a Benjamín, y el respondió que si con sus mejillas empapadas por las lágrimas de dolor que brotaban de sus ojos. Después de unos segundos calmo su yanto y le pregunto a aquel adulto que cual era su nombre a lo que el respondió –Alex, mi nombre es Alex, y soy maestro en esta escuela por las mañanas y en las tardes ayudo a personas con problemas jurídicos ya que soy abogado-. Benjamín no presto mucha atención a lo que Alex dijo respecto a su trabajo pues para él era un maestro más, le agradeció que le ayudara, se despidió y se dirigió a su salón para seguir con sus clases habituales.

Al volver a su salón la maestra se dio cuenta de que había llorado y que en el codo tenía un pequeño y ligero, -¿qué te ha pasado Benjamín?- la maestra le pregunto; -uno de mis compañeros me empujo- respondió Benjamín, la maestra le pidió el nombre del compañero responsable, pero por temor a delatar al culpable y después este se quiera vengar Benjamín no quiso decir el nombre y la maestra puso una cara de disgustada ante la actitud miedosa de Benjamín.

La maestra Lupita recordó su pasado cuando ella cursaba la primaria y en varias ocasiones se encontró en la misma situación en que Benjamín estaba, sabía que a esa edad los niños temen a problemas pequeños y que no tienen conocimiento alguno de la ley que rige a México y menos de los derechos que cada uno tenía, y que no había de que temer, es por eso que decidió dejarles una tarea especial a sus alumnos pensando en que quizás con ello Benjamín se atrevería a decir el nombre del compañero que lo empujo. La profesora le pidió a Benjamín que volviera a su pupitre y continuo la clase como normalmente acostumbraba, al final de las clases antes de poder autorizar el retiro de sus alumnos le pidió a sus alumnos que realizaran una tarea la cual consistía en acercarse a un adulto para que les ayudara a buscar información sobre que es la constitución mexicana e indagaran todo cuanto pudieran para poder participar la próxima clase, después todos los alumnos se retiraron.

Benjamín se dirigía hacia la puerta cuando el compañero que lo había empujado llamado José Luis se colocó frente a él y lo amenazó diciendo que si él lo delataba le iría mal y lo golpearía, finalizando aquella amenaza con un empujón que dejo a el pequeño y escuálido Benjamín en el suelo asustado por el fortachón de José Luis. Benjamín se quedó callado e inmóvil mientras observaba como se alejaba aquel abusivo suyo, cuando vio que José Luis cruzo la puerta para retirarse de la institución él se puso de pie y se continuo su camino a la puerta para esperar a que su madre pasara por él.

Paso un buen rato esperando a que su madre llegara a recogerlo pero no aparecía, de pronto noto que aquel maestro que se acercó a auxiliarlo en el receso se disponía a retirarse de la institución y al salir el profesor Alex se acercó a él para preguntarle como seguía su codo y porque aún no se iba a su casa; Benjamín le explico que su madre es quien pasa por el todos los días después de la escuela pero que ese día estaba muy retrasada y no tenía idea de por qué, si ella siempre era puntual.

Alex pensó que algún imprevisto había tenido la mama de Benjamín ya que según el pequeño ella siempre era puntual, así que pensó en esperar a que su madre llegara por el para que no le pasara nada y estuviera tranquilo, y le pregunto a Benjamín que si quería él podría acompañarlo mientras llegaba alguien a recogerlo, Benjamín acepto y ambos tomaron asiento en una pequeña banca de cemento que se encuentra a la entrada de la escuela.

Alex pensó en que debía hacerle la plática para que el tiempo pasara más rápido y a la vez podría ganarse un buen amigo en la escuela en que trabajaba, así que le pregunto qué tal estuvo su día de clases y Benjamín le respondió que estuvo muy bien a excepción del accidente que tuvo, pero que su maestra les había dejado una tarea muy difícil de la cual él no tenía ni la más mínima idea; - ¿y cuál es? Pregunto Alex con una ligera sonrisa pensando en que para él podría tratarse de una tarea sencilla pero para Benjamín era prácticamente una misión imposible ya que en cada etapa donde aprendemos cosas nuevas no tenemos la capacidad para razonar las cosas en unos segundos, pero que la experiencia nos vuelve más diestros y a su vez esta va de la mano con el tiempo así que entre más tiempo de vida hay más experiencia para él lo mismo pasaba con las leyes de nuestro país.

Benjamín le respondió

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